LAS CURULES DE LAS VÍCTIMAS
Por Peloecaña
La Corte Constitucional, en un alarde más de su inopia jurídica y de su exuberancia política partidista, resolvió, violando la Constitución, concretamente, el mandato consignado en el primer párrafo del articulo 241º que dice: "A la Corte Constitucional se le confía la guarda de la integridad y supremacía de la Constitución, en los estrictos y precisos términos de este artículo, cumplir las siguientes funciones", conceder la tutela al más veleidoso y desleal de todos los humanos, desde que el mundo es mundo, un acupunturista que funge de parlamentario y, como la embarrada tenía que ser descomunal, también se llevó en los cachos la letra y el espíritu de otra norma constitucional, la que a algún constituyente de 1991 se le ocurrió trasplantar de la legislación española: la Acción de Tutela, consagrada en el artículo 86º de nuestra ley de leyes.
Para la historia quedó como un saludo a la bandera el voto emitido por tres de los integrantes del máximo tribunal de justicia, que se apartó, con indudable fundamento jurídico, de la decisión mayoritaria de los magistrados prevaricadores.
Resucitadas las 16 curules de las víctimas del conflicto armado y, en los términos de la sentencia, que les impide ser aspirantes a cualquiera de ellas, a quienes tengan representación en el Congreso actual, a los que quieran a Colombia y deseen cumplir con la defensa de los valores positivos, hoy en crisis, los invito respetuoso a que creen un partido nuevo; el de los que han padecido en carne propia la victimización de los autores del Acuerdo de La Habana, y sean en el Legislativo los representantes de esa cara buena de la política.
Respetuoso me permito sugerir los nombres de:
Doctor Fernando Londoño Hoyos, quien padeció el más vil de los atentados, planeado, financiado y ejecutado por la guerrilla de las farc.
Mauricio Gómez Escobar y sus hermanos y sus primos Gómez Martínez, víctimas indudables del magnicidio de su padre y tío, el doctor Álvaro Gómez Hurtado, según confesión de los más visibles jefes de las farc, planeado y ejecutado por ese grupo guerrillero.
El Coronel Hernán Mejía Gutiérrez, víctima de la guerrilla del M19 que, fletada por Pablo Escobar, asaltó el Palacio de Justicia y lo hirió defendiendo la institucionalidad, y también víctima de los jueces marxistas quienes hoy, todavía y de manera injusta, lo tienen privado de su libertad.
La exguerrillera de las farc, Lorena Murcia, secuestrada desde niña y violada por integrantes de ese grupo subversivo, que hoy lucha valientemente contra ese vejamen indigno e impune.
El Coronel Alfonso Plazas Vega, otra víctima de la guerrilla narcotraficante.
El General Luis Mendieta, secuestrado durante largos años por los máximos violadores de los derechos humanos, los miembros de las farc.
John Pinchao, como un homenaje a la policía tan vituperada y lastimada.
La lista es interminable y si la hacen realidad, no duden que más de la mitad de los 16 escaños que revivió la Corte, de los Acuerdos de La Habana, no serán para la insurgencia.