martes, 8 de octubre de 2019





LA INDAGATORIA AL DR. URIBE

Por Peleocaña

No voy a cometer la necedad de dedicarme a sentar cátedra de lo que es la diligencia de indagatoria en un proceso penal; presumo que todos los destinatarios de este artículo lo saben. 

Más bien me atrevo a preguntar ¿quién está exento de no ser sometido a este procedimiento judicial, después de que los Magistrados de la Honorabilísima Corte Suprema de justicia convocaron a la instancia correspondiente al Dr. Alvaro Uribe Vélez, para oírlo sin apremio alguno, para que se exculpe de las sindicaciones, que el más desaseado moral de todos los políticos le endilgara: presión contra uno de sus testigos en su contra e invitación a  que se retractara de su versión inicial?

Los "Honorables Magistrados" decidieron pasar por alto la condición de testigo sospechoso, del declarante de marras y le dieron credibilidad a su decir, a pesar de su condición de perjuro redomado.

Esa conducta reprobable de los jueces que así actuaron, ahí está y ahí se quedó.

Algunas personas respetables, por mil títulos, decidieron que la mejor manera de enmendar el error judicial era presionar masivamente a los administradores de justicia, para que corrigieran su equivocación y entonces invitaron a los amigos del eximio ciudadano y expresidente a manifestarse, mediante el bochinche y la vocinglería, en busca de la declaratoria de inocencia del ladinamente indagado.

Sucedió lo que tenía que suceder, los contradictores y enemigos del Dr. Alvaro Uribe Vélez, como el perro de Pavlov babearon, como en Fuente Ovejuna, todos a una, y convocaron la jauría antiuribista, para que reaccionara, en el convencimiento de que así la presión a los jueces se equilibraba. En conclusión, todos presionaban.

Peligroso antecedente, después de ahora, cuando de procesar a un vocero político del tinte y talante que sea, la razón presunta estará del lado de quien más grite. ¡Dios nos tenga de su mano!

¡Qué falta de sentido de oportunidad! El derecho a la protesta hay que ejercerlo a plenitud, cuando sea menester, por ejemplo después de la actuación judicial contra derecho.

No aparecen por parte alguna las protestas públicas ni las marchas justas, impugnanndo la sentencia inicua  en contra del Dr. Andrés Felipe Arias Leiva, ¿o es que su situación no amerita la protesta de las gentes de bien?

¿Dónde está la presión pública masiva, para que la incuria judicial que permite el aplazamiento indefinido dé un resultado expreso en el caso del Dr. Luis Alfredo Ramos Botero, y por qué no se ha producido?

¿Y dónde está la fe de quienes pregonan con bombos y platillos que el Dr. Alvaro Uribe Vélez es un ser con una inteligencia superior, con una capacidad profesional fuera de serie, inocente hasta más no poder, y asesorado y representado por lo más destacado del foro colombiano?

Yo si creo sin el más leve asomo de duda, ni la más mínima sombra, que el Gran Colombiano es de una solvencia intelectual óptima; por algo nos gobernó con brillo y resplandor durante ocho años.

También estoy cierto de que es un jurista consumado, y no va a sucumbir ante la medianía de sus hipotéticos verdugos.

¿Y qué no decir de sus apoderados judiciales? Por algo el expresidente los tiene como tales, él no puede encomendar su pasado, su presente y su futuro en manos de tinterillos y cagatintas; también me merecen plena y total confianza.

Los Santos y Samper, los Galán y López, los Petro y Cepeda le están haciendo el más evidente favor al Dr. Uribe, lo están victimizando y colocando, desde ya, en las páginas del martirologio.

No hay actitud alguna que despierte más la solidaridad humana, en este caso política, que la injusticia y la persecución gratuita; quien la sufre se convierte en mártir y en santo de devoción. Están llamando a la solidaridad indeclinable en torno al perseguido, vituperado, vilipendiado, lastimado, Dr. Alvaro Uribe Vélez.

El padre de la Iglesia, Tertuliano, en los primeros años del cristianismo, pronunció esta sentencia: "La sangre de los mártires es semilla de cristianos"

Y por último, es una verdad de puño que las altas cortes han dado motivos suficientes para dudar en grado superlativo de su sabiduría y probidad, y no es aventurado creer que este caso concreto, el del proceso contra el expresidente Uribe, es la mejor oportunidad de su reivindicación, a que dudarlo.


2 comentarios:

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  2. Gracias por este magnífico artículo.
    Es indiscutible que, queriendo hacerle daño al Gran Colombiano, le están haciendo un gran favor: una excelente publicidad sin tener que esforzarse ni pagar un peso.
    Con toda seguridad que nadie se atreve a medir en este momento la favorabilidad del Dr Uribe. Póngale la firma que está disparada pero hacia arriba.
    Mas no podemos desconocer que también hay daño en la actitud volví miserable de unos magistrados corruptos e izquierdosos que pretenden llevarnos a la miserable vida de los cubanos o venezolanos quienes no viven, solo sobreviven. Y es bien sabido que cuando el ser humano sobrevive no tiene capacidad para más. Por eso es presa fácil para los dictadores y abanderados del comunismo destructores de todo lo que se llame democracia y progreso.

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