miércoles, 29 de septiembre de 2021

 


  

LAS OPINIONES SE RECIBEN DE QUIEN VIENEN

 

 

Por Peloecaña

 

En gravísima afrenta se vería cualquier persona decente que sea elogiada o valorada positivamente por sujetos de la catadura y la insolvencia moral, como Juan Manuel Santos o Ingrid Betancur.

 

El tahúr y premio nobel de paz, que en mala hora fue escogido presidente de los colombianos, descalifica al más investigado por las agencias de seguridad del Estado colombiano, el expresidente Andrés Pastrana Arango, quien salió indemne como Daniel del horno ardiente y el foso de los leones, de las garras de los manumisos de Ernesto Samper.

 

Por más minuciosidad empleada en la búsqueda de una sola mácula, por nimia que fuera, nada hallaron los investigadores a destajo.

 

Ahora resultan diciendo, en coro, la más ninfómana de las secuestradas por las Farc y el adalid de la traición política: "Pastrana se suicidó políticamente", porque ante la Comisión de la Verdad, invento de Santos, aireó, una vez más, un documento auténtico que ratifica que los hermanos Rodríguez Orejuela si sufragaron la elección del narcopresidente Ernesto Samper Pizano.

 

Doctor Pastrana, no se preocupe, ni se inmute; preocupantes sería que esa yunta de antivalores lo estuvieran elogiando o ensalzando.

 

Esa defensa de Samper confirma que los dos, Santos y Betancur, son de la gallada del defendido y que Andrés Pastrana Arango, de nuevo, ratifica su estatura moral y su grandeza espiritual.

 

Cuando sujetos de ese talante se aúnan para zaherir, no hacen más que aullar como los chacales hambrientos y famélicos.

 

Afortunadamente, Colombia ya los tiene medidos y pesados, calibrados y seleccionados, y ocupan en la historia patria el lugar que a pulso se han ganado.

 

Que tal Marx defendiendo la existencia de Dios, o Hitler abogando por los judíos, o los talibanes reconociendo  y proclamando los derechos de la mujer, distintos a los que les otorga el fanatismo islámico.

 

 

domingo, 12 de septiembre de 2021


                                                                            




 LA PLUMA DE UN PERSONAJE QUE NUNCA TUVO AMIGOS

 

 

Por Peloecaña

 

Murió un escritor fluido, pero sin alma ni corazón. ¡Que pena! Que Dios lo tenga en el lugar en el que pueda estar, purificando su alma, Antonio Caballero Holguín.

 

Sus ancestros fueron ilustres sin duda, no se puede tapar el sol con la mano. Protagonistas destacados de la historia de Colombia, por ejemplo, Don Miguel Antonio Caro, autor intelectual y material de la Constitución de 1886. Expresidente conservador.

 

También aparece en su árbol genealógico Don Jorge Holguín, expresidente militante de las huestes azules.

 

Pero él obtuvo de su padre los genes dominantes y esa circunstancia genética lo llevó a denigrar de su glorioso pasado, y así de esa manera creció y vivió haciendo ostentación de su ausencia de amigos, porque en su entorno personal esa virtud apasionante de ser amigo de alguien no existió, prefirió tener cómplices, camaradas, gallada.

 

Gracias Dios nuestro porque no nos tocó un copartidario tan nefasto y vergonzante.

 

Su pasión personal exacerbada, desbordada, incontrolada lo mostró a sus contemporáneos, tal como fue, un personaje solitario que destilaba hiel y acíbar por todas partes, y la más contundente demostración de mi afirmación está plasmada en el escrito que fluyó de su pluma perturbada, cuando comentó el asesinato del más ilustre de los colombianos del siglo XX.

 

La historia ya dio su veredicto, señalando implacable a los autores intelectuales del magnicidio.

 

El hombre sin amigos, obnubilado por su sectarismo político inadmisible, se solazó y explayó dándole rienda suelta a su morbo y a su insolvencia moral, y es toda una pieza de antología amoral su escrito a raíz del magnicidio del colombiano infinitamente superior a su detractor y a su jubiloso y arrogante detractor, despreciable y vil ser inhumano, que dejó escapar de su alma tanta cobardía, tanto detritus y tanto excremento, refiriéndose al sacrificio del grande entre los grandes, el benemérito doctor Álvaro Gómez Hurtado.

 

Por la catadura personal de todos quienes hoy lamentan su desaparición y ensalzan su existencia, podemos sacar exactas su estatura moral y su insolvencia ética, nos dan orientación para medir milimétrica su valía.

 

Que Dios lo tenga a fuego lento.

 

 

 

 

 

 

lunes, 6 de septiembre de 2021

                                                                        

                                                                            




 ANDRÉS PASTRANA ARANGO

 

Por Peloecaña

 

La intervención del expresidente Andrés Pastrana Arango, ante la Comisión de La Verdad, causó todo un terremoto político y reactivó la memoria de todos los colombianos.

 

La exhibición ante esa sucursal de los acuerdos de La Habana del original de una carta firmada por los hermanos Gilberto y Miguel Rodríguez Orejuela eliminó, de manera patética, el interregno existente entre el famoso proceso 8.000 y la fecha de la comparecencia del doctor Pastrana ante el cura De Roux  acabó la solución de continuidad y, de nuevo, se puso en entredicho la insolvencia moral del narco presidente y de algunos de sus encubridores.

 

El silencio sospechoso y cómplice del expresidente Gayviria, perdón Gaviria, y de otros cacaos del partido de los dos, Samper y el papá de Simoncito, también salió a la palestra amplificado al máximo de decibeles de la arena política nacional.

 

Andrés Pastrana Arango ha sido protagonista de primerísima línea, donde quiera que ha actuado en su vida pública, y en la entrevista concedida en estos días a María Isabel Rueda pone, como es su talante, los puntos sobre las íes.

 

Siempre ha tenido detractores de todos los tamaños; por ejemplo, el Director del programa radial La Hora de la Verdad siempre lo ignoró, a pesar de haber sido colaborador definitivo para la elección del doctor Álvaro Uribe Vélez y, además,  le entregó el día de su posesión del primer mandato los frutos del Plan Colombia, que le permitieron al Gran Colombiano avituallar y rearmar el ejercito colombiano, para su exitoso desempeño, como ejecutor de la Seguridad Democrática.

 

Consciente de su valía como hombre que se mueve como pez en el agua en las más altas esferas de la política universal anticomunista, el doctor Uribe tuvo el acierto de designarlo Embajador en Washington, cargo que desempeñó con plena solvencia integral, mientras lo ejerció, hasta que el presidente Uribe cometió una de sus equivocaciones, nombrar a Ernesto Samper Pizano como embajador en Francia, habiéndose quedado con el pecado y sin el género, porque el gobierno francés no le dio el beneplácito al narco presidente.

 

Esa bofetada del nombramiento frustrado provocó, como debía ser, el retiro de la embajada americana del doctor Pastrana Arango, pero él, como siempre, noble y generoso con quien se lo merece, ha sido el aliado fiel al doctor Uribe y, entre otras victorias democráticas, juntos lograron la presidencia del gobernante actual y, sin duda, esa alianza positiva y patriótica seguirá en firme, para evitar el colapso de la democracia en Colombia.

 

El cataclismo de la entrevista concedida a María Isabel provocó el enojo del exministro Rafael Pardo, quien ripostó tildando de mentiroso al expresidente Pastrana.

 

El doctor Pardo queda notificado de que el expresidente que sucedió a Ernesto Samper nunca miente. 

 

Revisando su quehacer político, encontramos que el doctor Pardo fue peón de estribo de Juan Manuel Santos, y para llegar a esas indignidades hay que ser mentiroso obsesivo compulsivo y consuetudinario, como el nieto de Calibán.

 

Bien lo dice, en el reportaje aludido, el doctor Pastrana Arango que el funesto mandato de Samper ocupó a fondo todo el aparato estatal para escudriñar la vida pública y privada de su ilustre sucesor, sin lograr la más mínima mácula que enrostrarle.

 

Ojo doctor Pastrana, cuídese al máximo, no olvide el magnicidio del doctor Álvaro Gómez Hurtado; el narco presidente es hoy obsecuente defensor de las famosas disidencias.