EL DOCTOR ÁLVARO URIBE VÉLEZ DEBE ENCABEZAR LA LISTA AL SENADO POR EL CENTRO DEMOCRÁTICO
Por Peloecaña
La circunstancia histórica de ser cabeza visible y protagonista preeminente de la política implica asumir actitudes y compromisos ineludibles, por onerosos y difíciles que sean.
El doctor Álvaro Uribe Vélez es hoy la figura más señera y más connotada de la política colombiana, es un hecho notorio que, por tanto, no admite prueba en contrario.
La historia universal está llena de ejemplos de íconos que tuvieron que padecer vicisitudes enormes y penas sin cuento.
Julio César tuvo que soportar la traición de su hijo Bruto, que participó activamente en su asesinato y que dejó, para la posteridad, su constancia histórica: "Brutus, tu quoque fili mi?".
Napoleón, después de ser el astro rey de su época, tuvo que padecer la derrota de Waterloo y soportar su suerte adversa en la isla de Elba.
El Libertador Simón Bolívar vivió sus últimos momentos en San Pedro Alejandrino, traicionado por casi todos sus beneficiados y su devenir en el ocaso de su vida fue magistralmente descrito por Gabo, en su libro, El Hombre de las mil Dificultades.
El doctor Laureano Gómez Castro, luchador indeclinable, tuvo que soportar la inclemente y calumniosa pluma de Calibán, el abuelo del más ladino de todos los que en Colombia han ejercido la política, en su Danza de las Horas, pero no periclitó. Su última obra, en beneficio de la patria, fue pactar el Frente Nacional, con Alberto LLeras Camargo y, desde luego, con el aporte valiosísimo de otros insignes compatriotas.
El doctor Álvaro Gómez Hurtado recorrió su senda política por el más enrastrojado y espinoso de los caminos, pero siempre su grandeza estuvo fuera de toda duda y la encumbró, aún más, su sacrificio inútil, porque de él se puede repetir lo que el cura de Choquehuanca le dijo al Libertador: "Con los siglos su gloria crecerá como crecen las sombras cuando el sol declina".
El doctor Álvaro Uribe Vélez es patrimonio indudable de todos los colombianos decentes y de bien; por tanto, no puede renunciar a ser la cabeza de la lista al Senado, por su partido, el Centro Democrático, por la que votaremos no solo sus copartidarios sino también los colombianos que vemos en él, el mejor abanderado de la causa de la democracia, tan amenazada hoy.
Los embates de tanto chisgarabís, que pretende tener renombre, atacándolo inmisericorde y alevemente, ni las decisiones contra derecho, que enlodan y avergüenzan la juridicidad, no son razón aceptable para que decline continuar en la liza.
Ahora es el momento de que no sea lo que diga Uribe; llegó la hora de que sea lo que digamos sus electores.
Primero muerto que descolorido. Usted, doctor Uribe Vélez no tiene talante de desertor. Perdone la crudeza de la expresión.
Profe. Peloecaña. El país lo que necesita es oxigenarse. Ya van tres cuartos de horas, totalmente perdidas, con culpa o sin culpa; la historia lo decidirá. Por el contrario el dr. Álvaro Uribe Vélez, debe es ya apartarse de la escena nacional y no internacional. Su guiños por Juampa y Duque, terminaron en traición. Su guiño por Zuluaga termino en fiasco. Su guiño por el plebiscito termino traspapelado y ahora, su Centro Democrático se esta pulverizando, por culpa de tanto comején, que dice no estar devorando su madera, pero si lo esta y a tal punto, que hasta las termitas, también cumplen su función de desaparecerlo. Y, esta tan terrible la situación, que los espectadores o electorado, comienzan a alejarse del Centro en desbandada. Y, mientras ocurre esto, otros insectos ponzoñosos y aves carroñeras, comienzan aprovecharse de la dramática situación, devorando y pisando, la última tabla de salvación que quedaba, ¡Que pesadilla! Mejor dicho.
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