LAS MENTIRAS DEL RÉGIMEN
Por Peloecaña
La ausencia de la verdad ha sido la impronta y el modus operandi del régimen y, con
el imperio de la mentira, hemos tenido que padecer y soportar todas las
humillaciones y depredaciones que nunca jamás democracia alguna haya tenido que
vivir.
El 7 de septiembre de 2010, un mes después de posesionarse,
el Presidente Santos envió, a través de su amigo Henry Acosta, una misiva
a los comandantes guerrilleros de las FARC, Alfonso Cano y
Pablo Catatumbo, en la que les anunciaba su decisión irrevocable de iniciar los
diálogos de paz de La Habana, y los advertía de que no hicieran caso de las
manifestaciones de su gobierno que tuvieran que ver con el tema y que fueran en
contravía de lo que su mensaje decía.
Desde luego, el Presidente Santos no había redactado su
nota el mismo día de su fecha; el asunto ya había sido repensado con bastante
antelación y la escogencia de la sede de los diálogos ya había sido tomada; lo
demás fue obra de carpintería.
¡Qué insolvencia moral tan asombrosa! A pesar de sus
promesas, el gobierno no dudó en eliminar a Alfonso Cano, porque la salud del
acuerdo lo requería.
Todas las veces que fue requerido por el Presidente Uribe
y por quienes se oponían a esos diálogos, el Presidente Santos desmintió esas
versiones; ¡aparte de mentiroso, cínico redomado!
Y como lo que mal empieza mal acaba, algo construido y
cimentado sobre la mentira, debe seguir siendo levantado sobre mentiras, muchas
hiladas de mentiras:
Por ejemplo, se acomodó la Constitución a los intereses
del proyecto Santos-FARC, y como el sapo de imponer los acuerdos a la brava era
bien difícil de deglutir sin consultar la opinión popular, se inventaron el
plebiscito; pero como el éxito del resultado final de esa consulta era
predecible, modificaron el régimen porcentual exigido como umbral,
para la validez de la consulta popular, reduciéndolo de mas de la mitad, a
un raquítico 13%.
Y como la Corte Constitucional, cuando declaró la constitucionalidad
de la ley del plebiscito, le señaló al gobierno la obligatoriedad de una
pregunta clara a los electores, el prepotente y reyezuelo mandatario
le replicó así a la Justicia Constitucional: En el plebiscito el presidente pregunta lo que le dé la gana.
Si hay alguien que no pueda hacer lo que le de la gana,
en materia jurídica institucional, es el Presidente de la República; por algo
el día de la posesión ante el Congreso reunido en pleno, jura a Dios y promete
a la Patria cumplir la Constitución y la ley.
Sin embargo el Presidente Santos hizo la restricción
mental: como yo soy marxista y los marxistas somos ateos, es decir no creemos
en Dios, el juramento me vale m...da.
Como yo soy marxista, dice el Presidente Santos,
continuando con su restricción mental, y el Manifiesto Comunista,
redactado por Karl Marx y Friedrich Engels, publicado en Londres el 21 de
Febrero de 1848, dice que la Patria no existe, que ese valor es un embeleco de
la burguesía para continuar sometiendo al proletariado, también me vale lo
mismo que el juramento, la promesa hecha a lo que no existe: Dios y la Patria.
Y de esa desfachatez y de ese desprecio olímpico a la
institucionalidad, a la Constitución, a la ley, a la juridicidad y al Derecho
son cómplices todos los congresistas de la mesa de la unidad nacional y algunos
de los miembros dizque de la oposición, los jueces marxistas, los paniaguados
del gobierno y todos los medios de comunicación enmermelados.
Menuda carga la que ha de soportar el nuevo Presidente de
Colombia, cualquiera que sea el elegido, para gobernar un pais quebrado
moral, económica e institucionalmente.
Excelente!!!!! veraz y preciso!!!!
ResponderEliminar