martes, 18 de abril de 2017





LA  ALIANZA  DE  ORO

Por Peloecaña

Se han dado cuenta los expresidentes doctores Andrés Pastrana Arango y Álvaro Uribe Vélez que su grado de amor por la patria, el país y la nación conlleva la responsabilidad y la exigencia moral y política de ser cabezas visibles de una gran alianza, sólida, indestructible, racional y apasionante, por la más conmovedora y digna de las causas, la supervivencia institucional de la República, la recuperación de la decencia y la dignidad nacionales y el bienestar de todos los colombianos, sin exclusión ni discriminación algunas. 

Esa bienvenida asociación de dos eminentísimos colombianos requiere de la solidaridad y el abrazo estrecho y caluroso de todos los buenos hijos de la patria adolorida, maltratada y sojuzgada, en esta hora difícil y oscura por la que atravesamos, y no debe ser coyuntural, ni mucho menos circunstancial y anecdótica.

Haciendo un poquitico de memoria, podemos evocar cómo el presidente Pastrana prohijó y aupó la elección del doctor Uribe para que fuera por dos períodos consecutivos nuestro presidente, paradigma de  gobernante y caracterizado director y capitán de la nave del Estado. 

Fue la gestión internacional afortunada del presidente Pastrana la que nos rescató del ostracismo internacional en que nos dejó sumidos su antecesor, la que logró la nueva certificación que habíamos perdido ante el gobierno norteamericano, por haber asumido el vergonzante y vergonzoso rol de gobierno narcodemocrático, y fue el doctor Pastrana, quien,  gracias a su inconmensurable capacidad de líder internacional, logró la aprobación del Plan Colombia que dejó como herencia fructífera al presidente Uribe Vélez, para cimentar la recuperación de las fuerzas armadas y empezar la lucha contra el narcotráfico y la guerrilla, que tan magistralmente ejecutó el Gran Colombiano. 

Fue el presidente Uribe Vélez, quien, con mano firme y corazón grande, nos devolvió la ilusión de vivir en un país libre e institucionalizado, quien con paciencia y sabiduría nos legó la seguridad democrática, la realidad de poder viajar por todos los rincones de la Patria sin sobresaltos ni temores y con mano maestra condujo la nación por caminos de progreso, equidad y justicia social. 

Sólo la mezquindad, el enanismo moral y el sectarismo hirsuto de algunos han permitido la descalificación injusta y torcida de los dos.

Esa alianza que, por fortuna, ya pasó de lo episódico a la realidad contundente, nos devuelve la esperanza y la fe en el futuro, y nos abre la posibilidad de enterrar la gestión funesta y desgraciada  del más corrupto y repudiable gobierno, el que el gobierno actual comparte con la guerrilla de todas las pelambres, con la anuencia y complicidad mayoritarias de legisladores y jueces politizados y al servicio del marxismo apátrida y dictatorial.

Gracias presidenteS Uribe y Pastrana por contarle al presidente Trump la verdad verdadera de la realidad colombiana. Pero la lucha es larga y ardorosa; el camino por recorrer es empinado y lleno de abrojos y espinas; deben convocar a líderes de todos los partidos,  a las mujeres de la patria, a los jóvenes y a los mayores, a los trabajadores y a los gremios, a los empresarios e inversionistas, a librar con éxito la madre de todas las batallas, para obtener la presidencia de la República, para el más calificado de la dirigencia colombiana, y lograr las mayorías en el parlamento, en los gobiernos regionales y locales, para resucitar las instituciones y expedir la mejor de las constituciones; sólo así conseguiremos que la justicia vuelva a ser garantía de probidad, sabiduría y equidad, vuelva a ser pronta y cumplida.

Solo así lograremos el verdadero desarrollo social, la auténtica institucionalidad, la paz tan anhelada y tan necesaria e indispensable.

Presidentes Pastrana y Uribe: está casi todo por hacer, pero con su amor demostrado por Colombia, con su capacidad de servicio, con su esfuerzo y sacrificio no habrá imposibles y volverá a haber luz en la poterna y guardián en la heredad; todo esto con el concurso de todos los colombianos de buena voluntad y hombría de bien, sin que seamos tan insensatos de ser campeones de la antropofagia y del ejercicio de vetos infundados.


2 comentarios:

  1. Magnífico el artículo editado por el seudónimo Peloecaña. Creo para mí, y espero para el resto de lectores, su contenido interprete el sentimiento unánime y el pensar de los colombianos, quienes muy lejos de merecer el tendencioso calificativo de guerreristas, que nos atribuyen generosamente nuestros nobles opositores, nos unimos al deseo común de lucha por una patria próspera, en paz y llena de oportunidad para todos. Y en éste propósito seremos incansables en apoyar las políticas, bajo las directrices de éstos dos,indiscutibles líderes de la democracia, y las orientaciones de nuestro movimiento "Centro Democrático" mientras en sus nobles postulados, encontremos la satisfacción a nuestras aspiraciones, dentro de un sistema de gobierno limpio, justo y democrático.

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  2. desde Simon Bolivar hasta juan manuel santos, tubimos los dos mas pecimos presidentes de la historia, fueron Gaviria y Samper pero pero llego santos y barrio con todo es muy triste tenr que hacer un comentario de estos pero la verdad no se puede esconder, no es un secreto ,Bolivar no habia habido uno tan malo como santos; como tanvien tenemos que reconocer que los dos mejores de la historia son las doctores Pastrana y Uribe y no es cargadilla lo dicen los hechos lo dice la historia esos dos si podemos llamarlos con orgullo padres de la patria Colombianos padres de la patria o que me desmienta la historia .

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