LOS PRECANDIDATOS PRESIDENCIALES DEL CENTRO DEMOCRÁTICO
Por Peloecaña
Antes que nada voy a referirme a los precandidatos a ser ungidos como
escogidos oficialmente para llevar las banderas del Centro Democrático, como
propuesta de ese partido, para ser alternativa clara de poder, frente al
continuismo del régimen y el riesgo pavoroso de que sea el candidato de las
FARC.
Personajes de lujo, los candidatos del Centro Democrático, de prosapia
conocida y de atestados académicos, políticos y que han dejado huella indeleble
a su paso por el servicio público, y
de comportamiento personal y social normal, que de lejos superan
a los candidatos de otros partidos.
El Dr. Carlos Holmes Trujillo García, nacido en Cartago, Valle, el 23 de septiembre
de 1951, es el menos joven de todos, su tránsito por la política empezó en su
casa, ya que su padre fue destacado dirigente liberal en su departamento y
en el país y un auténtico hito de la oratoria colombiana.
Pero él brilla con luz propia. Fue el primer alcalde popular de Cali,
parlamentario, constituyente, varias veces ministro y diplomático de reconocida
experiencia; candidato a la vicepresidencia de la República en el mismo
tarjetón del Dr. Oscar Iván Zuluaga. Lujo ahora y siempre, de opción de poder.
La Dra. María del Rosario Guerra de la Espriella nació en Sincelejo, Sucre,
el 15 de octubre de 1961, con experiencia suficiente y en plena flor de
juventud; hija de uno de los más conocidos gamonales y terratenientes de su
región, Don Julio Guerra Tulena, connotado defensor del presidente Samper en su
mandato; su hermano Antonio, senador en ejercicio como ella, pero por Cambio
Radical.
Es actualmente senadora del Centro Democrático, ha sido ministra exitosa y,
desde luego, hace gala de suficientes méritos académicos. Para ganarse
mejor los afectos del Dr. Uribe Vélez comete la irreverencia de ofrecerle la
candidatura a la vicepresidencia, si obtiene el premio mayor de la candidatura
presidencial.
Si al Dr. Oscar Iván Zuluaga le congeló el expresidente Uribe sus
aspiraciones a repetir candidatura, hasta que se aclare su situación personal
frente a Odebrecht, a la Dra. Guerra de la Espriella, el Dr. Uribe debe
medirla con el mismo rasero, hasta que se aclare la situación de su hermano
Antonio, señalado como coprotagonista de la operación bulldozer, por aquello de
que el hermano de la posible candidata no solo debe ser honesto, sino
parecerlo. ¡Otra vez Odebrecht!
El Dr. Iván Duque Márquez, oriundo de Bogotá, nació el 1º de agosto
de 1976, todavía disfruta plenamente de su juventud, llena de
experiencia; también delfín de un eminente jefe liberal de
Antioquia, que ejerció como tal durante un tiempo en Cundinamarca, amigo
fiel y leal del Dr. Julio César Turbay Ayala.
El Dr. Iván Duque, senador del Centro Democrático, su curul colinda con la
del Dr. Álvaro Uribe Vélez, fundador y director de esa colectividad; hombre de
gran inteligencia, destacado hacendista público, y economista brillantísimo,
pero desconectado totalmente de la ideología y los principios de su partido,
por su afinidad y cercanía con el magnate Soros, que prohija el aborto, el
matrimonio entre parejas del mismo sexo y, por ende, la igualdad de género, y
que patrocina varias ONGs proclives a la guerrilla de las FARC.
Quienes conocen la trayectoria política del Dr. Duque no dudan en
considerarlo el más nítido y seguro amigo del continuismo de Santos; además, no
fue leal con el presidente Uribe en su discrepancia con el periodista Samper
Ospina ni con su compañera de bancada, Paloma Valencia Laserna, ni con su
hijita Amapolita.
Le debe una explicación al Dr. Oscar Iván Zuluaga, si lo acompañó al
Brasil, a su encuentro con el funcionario de Odebrecht, como notario o como
inductor.
De igual manera le debe otra explicación al Dr. Uribe como gamonal del
Ubérrimo y a María del Rosario Guerra nítida integrante del gamonalato de
terratenientes de Sucre a quienes hay que expropiar.
La Dra. Paloma Valencia Laserna nació en Popayán el 19 de enero de 1978, es
la benjamín del grupo de notabilísimos colombianos, encarna otra historia, debe
seguir la ruta de sus mayores, está llamada a ser la primera mujer presidenta
en la historia de Colombia.
Para fortuna de la Patria, su lozana juventud y su inteligencia
brillantísima le significan la oportunidad de prepararse mejor, para ejercer
las responsabilidades a que está llamada.
Como el Dr. Rafael Nieto Loaiza es el candidato de mis afectos y
preferencias, les ruego me acepten, que en el próximo escrito me refiera
al por qué de mis querencias y a su figura destacadísima y cimera.