¿POR QUÉ DUQUE?
Por
Peloecaña
Las empresas contratadas por el Centro Democrático para que los encuestados
ajenos a ese partido, y sin ninguna afinidad política con el Dr. Álvaro Uribe
Vélez, decidieran quien iba a ser el Candidato Presidencial de esa agrupación
ya dieron su veredicto final: el escogido es el senador Iván Duque Márquez.
Dentro del cuestionario a los encuestados apareció alguna vez la pregunta:
"Es usted militante del Centro Democrático, uribista, o de otro
partido"?
Absolutamente NO. De haber sido así, la medición hubiera permitido
saber mejor la identidad entre el optado y su electorado.
Aun esta fresca, bien fresca, la fecha en la que el Centro Democrático adoptó
un mecanismo para escoger su candidato presidencial y su fórmula a la
vicepresidencia, para el período 2014-2018: La Convención Nacional del Partido;
¡no aprendimos la lección!
Esa manera de definir la suerte de esa colectividad fue atinada y arrojó
resultados positivos. Oscar Iván Zuluaga aspirante a la Presidencia de la
República y Carlos Holmes Trujillo a la Vicepresidencia.
Solo un sector de quienes participaron en la liza política no quedó
satisfecho; el de los amigos de Francisco Santos Calderón, cuya cabeza visible
siempre fue José Obdulio Gaviria.
Al Dr. Uribe Vélez le correspondió empeñarse, a fondo, para convencerlo de
que aceptara el resultado y regresara al redil con su grupo de amigos.
Fuimos a las elecciones, las ganamos, pero el candidato triunfador se
apresuró a reconocer su derrota, que nunca sucedió y nos entregó,
acoyundados, a sus electores y a Colombia en las manos tintas en sangre de las
FARC y de su miliciano, el guerrillero del Chicó, el candidato Juan Manuel
Santos Calderón, aspirante a la reelección que logró fraudulentamente.
Y por eso estamos donde estamos, en la más plena y absoluta dictadura,
ejercida por un irresponsable que, aupado en los Acuerdos de La Habana,
decidió ser cabeza del Legislativo, el Ejecutivo y el Jurisdiccional, para
llevarnos a todos por la calle de la amargura, arrastrando el cadáver de la Constitución,
como su trofeo de paz.
José Obdulio Gaviria, quien después de cuatro años de su derrota en la
Convención de 2014, que nunca la aceptó, tuvo la paciencia necesaria para
volver a aspirar a tener su presidente, ¡vaya uno a saber si de bolsillo!
y se inventó la tesis novedosa de que las encuestas abiertas serían el
mecanismo eficaz para escoger el sucesor de Juan Manuel Santos Calderón; lo
propuso y los precandidatos por recomendación del Dr. Uribe lo aceptaron y José
Obdulio Gaviria ya tiene candidato.
En 2010, como ovejas que siguen su pastor, aceptamos sin titubeos,
salvo contadas y honrosas excepciones, que el lobo con piel de oveja fuera el
primero del redil, y elegimos al presidente Santos. William Calderón fue uno de
varios ciudadanos que, ufano, hoy puede sacar pecho por no
haber incurrido en esa equivocación.
Vino el Plebiscito, propuesto por el Gobierno de las FARC, que sometió a la refrendación del pueblo
colombiano los Acuerdos de La Habana y, por mayoría, decidimos no permitir el
nacimiento de ese engendro, el cual, por inviable, debía ser sepultado como lo
que fue, un feto no nato.
Hubo muchas opiniones; el presidente Santos Calderón dijo en Londres: si el
Plebiscito no es aprobado, renuncio.
El presidente de la delegación del Gobierno a los monólogos de La Habana,
Humberto de la Calle, anunció: Si el resultado del plebiscito es adverso a
su aprobación, los Acuerdos de La Habana no tienen vida.
El periodista y exministro Fernando Londoño Hoyos, con la autoridad que se
presume tiene dentro de la cima del Centro Democrático y de la oposición
al santismo puro, advirtió del riesgo de trampa del felón profesional, que
obra como Presidente, de la inconveniencia de asistir a Palacio a negociar la
vida de un difunto que ya hedía, no acataron su premonición y pasó lo que pasó.
Otro eslabón a la cadena de equivocaciones.
Ahora, en esta coyuntura nefanda, su voz de alerta, la del Dr. Londoño,
también se escuchó reiterada e insistente: "Es
una equivocación poner a los enemigos del Centro Democrático y del Dr. Uribe a que escojan nuestro
candidato"; pero, una vez más, su voz no llegó a las alturas del
Olimpo del cual es Presidente Emérito, y nos insuflaron la candidatura de Iván
Duque.
Como no quiero cargar con el muerto de una equivocación más, respetuoso de
la decisión de los demás, he tomado la determinación de no votar por
el Dr. Iván Duque Márquez, y apartarme, igual que el Barbero, hace ocho
años, de una candidatura con la que no tengo ninguna afinidad, ni ninguna
coincidencia ideológica, ni afectiva, ni de ninguna clase.
Y con todos los ¿Por qué, anteriores? Ya la real sombra de duda se sembró en el centro opositor del País y no solo esta perlita, también con las listas abiertas se acabo de rematar la corrida y para finalizar uno de los candidatos más odiados, un tal Germán Vargas LLeras como que radicó más de 5 millones de firmas para su candidatura, ¿De dónde tanta fanatizada? ¿Todo esto hace presagiar, de que la oposición esta sucumbiendo o qué pasa? Y Sergio Fajardo sigue levantando vuelo hacia la Presidencia y con semejantes escándalos en su espalda en Antioquia? Colombia no va bien y si la oposición no llega compacta, la Patria se encamina hacia una guerra civil nueva sin precedentes, de las tantas que ya lleva. Revolquemos historia y lo descubrimos. Sálvese quien pueda con Alejandro Ordoñez, ¿Será qué si? Amanecerá y veremos.
ResponderEliminarJosé Obdulio Gaviria ya tiene a su derecha a Ivan Duque, pero alrededor de ellos dos, mejor dicho a los mejores electores del Centro Democrático, prácticamente los hicieron salir en desbandada y a tal punto, que muchos ni quieren saber del que fue su glorioso partido y buscan hacer parte -pero ya- de los programas dinámicos opositores de gobierno de Alejandro Ordoñez o de Marta Lucia Ramirez. Y hago eco replicado, la declaración de Peloecaña, para terminar: "Como no quiero cargar con el muerto de una equivocación más, respetuoso de la decisión de los demás, he tomado la determinación de no votar por el Dr. Iván Duque Márquez, y apartarme, igual que el Barbero, hace ocho años, de una candidatura con la que no tengo ninguna afinidad, ni ninguna coincidencia ideológica, ni afectiva, ni de ninguna clase". Es que repetir varias dosis como medicina y ¿si no da ninguna resultado en los últimos tiempos con el Centro Democrático? Para que insistir. Es mejor romper los carnets y largarnos a la oposición más compacta con Alejandro o Marta y si no se puede por ahí también, será largarme de este País como lo están haciendo los jóvenes. He dicho.
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