LAS ENCUESTAS DEL CENTRO DEMOCRÁTICO
Por Peloecaña
Eduardo Mackenzie, analista político, juicioso y objetivo como el que más, y de reconocida tendencia de opinión, proclive hacia el Centro Democrático, escribe un artículo publicado hoy en La Linterna Azul que, sin duda, nos preocupa y perturba el sueño.
Don Eduardo cuestiona, con razón y fundamento, el sistema de encuestas empleado para escoger al doctor Oscar Iván Zuluaga como candidato oficial del partido de gobierno dejando, desde luego, constancia previa de su respeto y aprecio por el escogido, a todas luces bien merecido
El resultado de las cuestionadas encuestas es calcado del que el mismo partido, el Centro Democrático, utilizó para que optásemos por el actual Presidente de los colombianos, con el evidente propósito de sacar del juego al doctor Rafael Nieto Loaiza. Si él hubiera sido, otro gallo nos despertaría todos los días.
Las encuestas clandestinas, cuyo resultado fue entregado por las firmas que hicieron el sondeo de opinión, en sobre lacrado, adolece de todas las falencias que Mackenzie hace notar y deja enormes dudas sobre su credibilidad y certeza.
El escogido no se merece ese tratamiento ventajoso, su peso específico no lo necesitaba.
La encuesta de marras coloca al doctor Rafael Nieto Loaiza en último lugar, por debajo del aspirante, exgobernador de Casanare, quien, a pesar de sus méritos, está años luz atrás de tan notabilísimo compatriota, sabio e integérrimo. Esa mera circunstancia ya genera dudas sobre la veracidad de la medida de opinión publica.
El artículo comentado reclama cómo no se utilizó el sistema de consulta directa a la militancia del partido, mediante votación interna, teniendo como base la lista de afiliados en todo el país, que reposa en las oficinas del Centro Democrático.
Para mejorar la propuesta, los dueños de la candidatura Zuluaga organizan un evento de celebración de su triunfo y omiten invitar a la Senadora María Fernanda Cabal al mismo, no obstante que ella, sin ambages ni titubeos, manifestó públicamente su respaldo al ungido.
Con sobrada razón, Gustavo Petro y sus áulicos están de plácemes.