jueves, 29 de noviembre de 2018




DE LAS LETRAS Y LAS PALABRA


Por Peloecaña

Voy a intentar un ejercicio, que espero lo acepten los lectores de este artículo.

Con  las palabras que conforman un  nombre, Gustavo Petro Urrego, tomando cada una de las letras que integran esa denominación, permítanme citar vocablos que empiezan por esa grafía. Listos:

Con G inicial se escriben: gustavo, guerrillero, gollería, golfo; pero también con g inicial se escriben: grandeza, gloria, gratitud, generosidad, gallardía.

Con U inicial, se escriben: úlcera, uf, ultraje, urogallo, urdir, usurpador; pero también con u inicial se escriben: Uribe, ubérrimo, urbanidad, usía.

Con S inicial se escriben: satánico, soez, sisador, siniestro; pero también con s inicial van: sabiduría, sobriedad, silencio, supremacía, solvencia.

con T inicial se escriben: terrorista, torcido, tarado, tendencioso; y también se escriben con t inicial, templo, triunfal, talante, ternura, timonel.

Con A inicial se escriben: avieso, alucinado, aberrante, alcalde, abusador; y también con a inicial se escriben: amor, admirable, afectuoso, austero.

Con V inicial se escriben: villano, vergonzante, vicioso, venal, vendible; y con v inicial aparecen: virtud, valor, valentía, vergüenza.

Con O inicial se escriben: odio, ominoso, oprobio, obcecado, oligofrénico; además comienzan por o: ósculo, orgullo, obvio, ovación. 


Con P inicial se escriben: pirómano, prepotente, parásito, pícaro; también  con p inicial van, paz, paciencia, prudencia, propiedad, privada.

Con E inicial se escriben: exabrupto, enajenación, ensañamiento; también se escriben con e inicial: esperanza, educación, exactitud, emblema.

Con T inicial, ya se trató.

Con R inicial se escriben, robo, ruindad, resentimiento, rifle; también se escriben con r inicial: religión, razón, radiante, rogativa, regocijo.

Con O inicial ya se observó.

Con U inicial, ya se ubicó.

Con R inicial, ya se reseñó.

Con R inicial, ya se reseño.

Con E inicial, ya estuvo.

Con G inicial, ya graficamos.

Con O inicial, ya opinamos.





miércoles, 28 de noviembre de 2018






LOS CORRUPTOS GUARDIANES DE LA MORAL  PÚBLICA


Por Peloecaña

Lo que nos faltaba para seguir en el más vergonzante hundimiento de la ética y las buenas costumbres, como si no hubiera en el Parlamento colombiano gente decente y sin rabo de paja, que hiciera el debate inevitable inquiriendo las explicaciones mínimas del Fiscal General de la Nación por sus   asesorías prestadas al  socio del consorcio de Odebrecht, en el contrato de la construcción de la Ruta del Sol, Luis Carlos Sarmiento Angulo, con todos los ingredientes repugnantes de su entorno, denunciados por el auditor de ese contrato, señor Jorge Enrique Pizano.

Quienes nos consideramos fervientes devotos de la historia, añoramos la presencia en sus páginas de los debates memorables, como los adelantados por el Dr. Laureano Gómez, el Cancerbero de la Moral Pública en los casos del romanismo, de la Handel, del crimen de la Magdalena, de la trilladora Tolima. 

También evocamos con admiración y respeto los debates en el Congreso, en la plaza pública y en todos los foros de opinión, del  más prístino y virtuoso de la palabra, el leopardo Insigne, Dr. Augusto Ramírez Moreno, adalid de la Patria cuando el gobierno Peruano invadió tierra colombiana, cuyos discursos que pedían  "Paz en el interior y Guerra en la frontera", hicieron que el pueblo bogotano  lo vitoreara y llevara en hombros por la Calle Real de la capital, coreando: "Viva el gobernador de Lima". 

Y también  nos conmueven los discursos de Luis Carlos Galán Sarmiento fustigando el narcotráfico, por lo que pagó con su sacrificio, por instigación e inducción de connotados dirigentes de su propio partido.

Y qué no decir de la pluma cervantina y el verbo encendido del irreemplazable Álvaro Gómez Hurtado que, por su talante digno e impoluto, pagó con su vida la audacia de reclamar la caída del régimen, que nos condujo a la deshonrosa y afrentosa condición de ser sojuzgados por un gobierno que el mundo calificó de narcodemocracia. 

Y cuando ejerció el Ministerio Público un jurista sabio y honesto, en defensa de la decencia, la Constitución y la ley, el Dr. Alejandro Ordóñez Maldonado, en aplicación literal del canon constitucional señalado en el artículo 277º, sancionó disciplinariamente al más vergonzante de todos los alcaldes que en Bogotá han sido, desde su fundación el 6 de agosto de 1538 hasta nuestros días, y que la izquierda internacional, en decisión amañada y con facultades que nunca nadie ha osado usurpar, la de ser intérpretes de nuestra Carta Magna, decidió que el numeral 6º del articulo citado, no era aplicable al alcalde guerrillero y corrupto, y el Consejo de Estado de Colombia, cima de la jurisdicción contenciosa administrativa, resolvió absolver al reo alcalde y,  a contrapelo, declarar nula la elección de su juez disciplinario, en sentencia que siempre será vergüenza institucional.

Los medios de comunicación, voceros de los adalides del libre examen, de la tolerancia ideológica y la libre determinación de la persona, en alarde de inconsecuencia, y al no encontrar motivos jurídicos, ni legales para estigmatizarlo, resolvieron como auténticos torquemadas, condenarlo a la hoguera por los  delitos de ser conservador y católico ferviente.

Hoy, tres senadores, todos huérfanos de autoridad moral, por sus ejecutorias, por su connivencia con sus copartidarios delincuentes, sin rubor alguno y con un cinismo escatológico, asumen  el papel de Savonarola y, sin siquiera sonrojarse, encarnan el papel de jueces éticos, en una parodia tragicómica, equivalente a colocar a la dueña de la casa de citas, del prostíbulo, a cuidar la virtud de las doncellas.

Pasó el debate de los falsos catones y ante la brillante defensa del fiscal, los corruptos por acción  y por omisión, con el rabo entre las piernas, se lamen las heridas como el “mísero can” de Anarkos del Maestro Guillermo Valencia.



jueves, 22 de noviembre de 2018





EL PERFIL DEL GABINETE MINISTERIAL QUE  DESEAMOS

Por Peloecaña

Ahora que el expresidente Álvaro Uribe Vélez, en su tierra montañera, se manifestó, públicamente, acerca del rumbo del gobierno del Presidente Duque cuando dijo: "O el Presidente Duque endereza, o perdemos todos", vale la pena intentar sugerir un viraje en la composición de su Gabinete Ministerial, para que enderece y empiece a utilizar todos los espejos retrovisores del carro del Estado, o derruirá las puertas, las paredes y los muros del parqueadero, donde guarda ese coche, y abollará toda su latonería y raspará su pintura, amén de los daños que ocasione a los demás vehículos que deben transitar las carreteras y calles de toda Colombia, las de cuarta generación, las intermedias y los caminos vecinales. 

Sin olvidar que es potestad exclusiva del Presidente de la República conformar su equipo de gobierno más cercano, como lo exige el artículo  189º de la Constitución, es racional y justo  que gobierne con los representantes más genuinos y más connotados de quienes lo elegimos; desde luego, poseedores de probidad y sabiduría abundante y suficiente y confiabilidad, a toda prueba, y también que tengan la sensibilidad social suficiente, y demostrada,  para ser garantía de que ejercerán  un buen gobierno.

Es por eso que oso  cometer el atrevimiento de proponer un Gabinete Ministerial, reduciendo  el número de Carteras Ministeriales, a trece, (13), como lo ejecutó el Presidente Uribe, con muy buen éxito, y con la consecuente austeridad del gasto público, conformado así:

Ministerio del Interior y de Justicia: Carlos Holmes Trujillo García.
Ministerio del Medio ambiente y de Vivienda:  Luis Fernando Macías Gómez.
Ministerio de Educación y Cultura: María Clara Ospina Hernández.
Ministerio de Industria, Comercio y Turismo: Guillermo Botero Nieto.
Ministerio de Relaciones Exteriores: Rafael Nieto Loaiza.
Ministerio de Hacienda y Crédito Publico: Oscar Iván Zuluaga Escobar.
Ministerio de Defensa: Luis Alfonso Plazas Vega.
Ministerio de Agricultura y Ganadería: José Félix Lafaurie Rivera.
Ministerio de Salud: Juan Pablo Uribe Restrepo.
Ministerio del Trabajo y Seguridad Social: Alicia Arango Olmos.
Ministerio de Minas y Energía: Javier Gutiérrez Pemberty.
Ministerio de Obras Públicas y Transporte: Ángela María Orozco  Gómez.
Ministerio de Tecnología de la Información y las Comunicaciones: Silvia Constain Rengifo. 

Si se hace un análisis de los nombres propuestos, encontramos que en la lista hay un común denominador:  la solvencia académica e intelectual, la probidad demostrada y la experiencia administrativa exitosa.

Desde luego que siempre habrá críticas aunque el gabinete sea escogido de entre los miembros de la Corte Celestial, pues nunca faltarán los ateos y los agnósticos  y los periodistas que,  en ejercicio de su libertad de opinión o en cumplimiento de la paga que reciben de sus patrones, encontrarán motivo válido de descalificación y cuando no exista,  lo inventarán.

En cuanto a la gobernabilidad, plausible la idea del Presidente Duque de eliminar la mermelada, para conseguir votos para sus proyectos. 

Si los mismos siempre van en beneficio general y encaminados a lograr el bien común, no habrá parlamentario que se oponga a ellos, so pena de perder su electorado.

Por ejemplo, si para darle plena vigencia al artículo 25º de la Constitución se elimina el gravamen tributario a los ingresos laborales y a la remuneración de los servidores públicos, ya que no constituyen renta, y se hace lo propio con las pensiones de jubilación, poniéndoles un tope máximo equitativo y justo, el congresista que se oponga a esta medida, de elemental de justicia, tendrá su vida política concluida.

Pero el enunciado y análisis de esos proyectos es tema para otro artículo.

Dice el Artículo 25º constitucional: " El trabajo es un derecho y una obligación social y goza, en todas sus modalidades,  de la especial protección del Estado. Toda persona tiene derecho a un trabajo en condiciones dignas y justas".


lunes, 19 de noviembre de 2018






EL VALOR PROBATORIO DE LOS DICTÁMENES DE  MEDICINA LEGAL


Por Peloecaña

Me es imposible dejar pasar por alto la descalificación "per se" de alguien que se ufana de haber sido, por muchos años,  profesor de pruebas Judiciales en la facultad de derecho de la Universidad Javeriana.

Exactamente, a los tres (3) minutos de haber iniciado el Programa La Hora de la Verdad, de hoy lunes 19 de noviembre de 2018, su Director, de viva voz y en directo, descalificó el dictamen pericial científico, emitido por el Instituto Nacional de Medicina Legal, que da fe de que en el cuerpo del señor Jorge Enrique Pizano, auditor del consorcio constructor de la Ruta del Sol, no se encontraron trazas de cianuro, y el argumento mas fuerte esgrimido por el incrédulo periodista fue la ausencia de una cadena de custodia que garantizara la integridad del resultado obtenido y emitido, por los voceros de esa entidad, Medicina Legal, auxiliar valiosísimo de la administración de justicia.

Ignora el maestro de maestros de pruebas judiciales que son las partes en el proceso las únicas facultadas para impugnar todas las pruebas, sean testimoniales, documentales, o de cualquier otra índole, y que esa impugnación ha de surtirse en la oportunidad procesal pertinente, y con las ritualidades correspondientes; también hace caso omiso el descalificador de la presunción legal de que gozan los dictámenes oficiales, expedidos por agente estatal competente, y se olvida que todas las pruebas que hayan sido cuestionadas, para que su impugnación tenga sustento legal necesita providencia judicial en firme y ejecutoriada.

Así dice el preámbulo del convenio suscrito entre la Facultad de Medicina de la Universidad  de los Andes y el Instituto Nacional de Medicina Legal, en alguna de sus partes: "El Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses es un Establecimiento Público Colombiano, adscrito a la Fiscalía General de la Nación, encargado de la actividad forense del país".

Es, por esencia, una Institución técnica científica que controla el sistema de Medicina Legal  y Ciencias forenses en Colombia, "sus servicios están sustentados en la investigación científica, en la idoneidad y el talento humano, en un marco de calidad, imparcialidad, competitividad y respeto por la dignidad humana".

No se vale descalificar, de buenas a primeras, una Institución tan respetable, por la naturaleza de sus funciones, y por la solvencia moral y profesional de sus expertos, por el mero hecho de actuar al calor circunstancial de un suceso que, desde luego, implica suspicacias y deja serios interrogantes, por la oscuridad de lo ocurrido.

¿Acaso la presunción de inocencia opera sólo cuando las sindicaciones delictuosas se refieren a alguien de nuestros afectos, o que nos merece nuestros sentimientos de solidaridad?

¿Acaso podemos avalar la conducta vergonzosa de quien se va a las cárceles a buscar testimonios literalmente comprados, para inculpar al expresidente Álvaro Uribe Vélez, o pasamos por cual piscina probática el ejercicio periodístico de los epígonos seudoperiodistas de la revista Semana, cuando diaria y nochemente se revuelcan en su insolvencia moral para denostar de "El Gran Colombiano"?

Si reclamamos con vehemencia, y con  razón, la inocencia del expresidente Uribe, ¿no nos corresponde actuar lo mismo cuando de hacer acto de fe se trata,  en la presunción que nos enseña  que todo el mundo es inocente hasta que se demuestre lo contrario?

Si ha llegado el momento de volver norma universal eso  de que no se puede creer ni en el rejo de las campanas, nos llevó el mandingas y solo nos queda apagar y salir corriendo.

Cuando una persona con autoridad científica jurídica demostrada, que todos los días se ufana ante su audiencia de su condición de profesor emérito, de una de las más importantes materias de cualquier facultad de Derecho, las pruebas judiciales, está obligado a poseer sindéresis en grado sumo y a ser consecuente hasta el cansancio.