¿LA CONSTITUCIÓN PARA QUÉ?
Por Peloecaña
Señor Presidente Duque, en mayo de 2018 lo elegimos a usted, como
nuestro Presidente, porque su opción fue la más obvia y evidente, por todo lo lúgubre y siniestro que su oponente significaba y sigue
significando para la suerte de Colombia, y el mandato recibido por Iván
Duque Márquez fue clarísimo, nítido y por una mayoría incuestionable.
Desgraciadamente para sus electores, su respuesta a nuestras expectativas,
ha sido un piélago de dudas y una frustración contundente; queremos creer en su
condición de Presidente de Colombia, pero su empecinamiento en demostrar
nuestro error, no nos permite la paz tan anhelada, y que es un mandato y un derecho constitucional,
consagrado en el artículo 22º de la Ley de Leyes.
Señor Presidente, todavía está en tiempo de darle un golpe de timón a la
nave del Estado, encomendada a su capitanía, y también es urgente que nos
sintamos gobernados de verdad.
Su actitud timorata, o de pronto caprichosa y terca, nos lleva a
preguntarnos: ¿Para que la Constitución?
Quiero respetuoso, pero firme, recordarle algunos cánones de la
Constitución de 1991, todavía escritos pero demostradamente invigentes:
Artículo 2º párrafo 2º: "Las
autoridades de la República están instituidas para proteger a todas las
personas residentes en Colombia, en su vida, honra y bienes, creencias y
demás derechos y libertades, y para asegurar el cumplimiento de los deberes
sociales del Estado y los particulares".
Los marchantes y vándalos se ríen por la actitud vacilante y omisiva
de las autoridades para hacer cumplir este precepto.
Artículo 24º "Todo colombiano,
con las limitaciones que establezca la ley, tiene derecho a circular libremente por el
territorio nacional, ..." .
Hoy en Colombia las limitaciones las establecen los que protestan en medio
de la intimidación y el atropello al derecho ajeno.
Artículo 104º "El Presidente de
la República..., podrá consultar al pueblo decisiones de trascendencia
nacional. La decisión del pueblo será obligatoria...".
Ni el doctor Uribe, ni usted doctor Duque, ni ninguno de quienes fueron a
palacio a festinar el triunfo del NO, en el plebiscito del 2 de octubre de 2016,
tenían personería legítima para hacerlo. Entonces, cumpla, por favor, la
obligatoriedad de acatar la voluntad del pueblo.
Artículo 189º "Corresponde al
presidente de la República como jefe de Estado, jefe del Gobierno y Suprema
Autoridad Administrativa: … 3. Dirigir la Fuerza Pública y disponer de ella
como comandante supremo de las Fuerzas Armadas de la República".
Señor Presidente, ejerza esa Comandancia y llame a calificar servicios a los
militares comprometidos con la subversión y el desorden público, que su
existencia es de general conocimiento, y usted sabe quienes son.
Artículo 213º "En caso de grave
perturbación del orden público que atente de manera inminente contra la
estabilidad institucional, la seguridad del Estado o la convivencia ciudadana,
y que no pueda ser conjurada mediante el uso de atribuciones ordinarias
de las autoridades de policía, el presidente de la República, con la firma de
todos los ministros, podrá declarar el estado de conmoción interior, en toda la
República o en parte de ella....".
Señor Presidente, ¿qué espera, que sea Petro el que haga uso de esa
facultad?
En cumplimiento del artículo 249º de la Constitución presente la terna correspondiente, para que la
Corte Suprema de Justicia elija Fiscal General en propiedad; ojalá dicha terna
la integren juristas consumados, sabios y probos, que le rindan culto y
reverencia al derecho y que no estén movidos de militancias político
partidistas.
Señor Presidente, por lo que usted más quiera, cambie de interlocutores;
los dirigentes del paro solo quieren todo el poder para ellos y para el marxismo
internacional; ese es tema de la agenda del Foro de Sao Paulo.
Dialogue con los partidos democráticos, y llegue a un acuerdo programático,
que le permita constituir mayorías parlamentarias, que saquen adelante a
Colombia, no siga empecinado en que no reparte mermelada a ningún precio, haga
un nuevo gabinete ministerial y designe a los más sabios y a los más honestos,
para que un equipo sólido y firme le permita cumplir la Constitución y la ley,
y meter en cintura a los que solo quieren satisfacer su resentimiento y su
frustración política.
Si no es consciente de tan sentida necesidad, lo van a emascular.
La grave perturbación del Orden Público comenzó exactamente en la Cocalombia de hoy, en aquel infausto día del 7 de Agosto de 2010 cuando asumió el poder el peor mandatario de toda su historia y con nobel incluido, el sr. Juan Manuel Santos Calderon. Y sigue vigente. Ahora ya no es grave, sino, complicado y errático. A tal punto, que el mediocre Ivan Duque Marquez, cree que es de poca monta y es todo lo contrario. El modo tutaina es poco. Ahora ya son todos contra todos. Algo en que los fanáticos de la Colombia inhumana son todos expertos. Y mientras tanto los ríos de dolares, euros y pesos corren a raudales acabando de complicar todo. Hermoso panorama. Tenaz. Tal cual.
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