LAS 16 CURULES ADICIONALES PARA LAS FARC
Por Peloecaña
La Senadora María Fernanda Cabal, la dama con más merecimientos para
ser elegida la Primera Presidente en la Historia de Colombia, en entrevista
concedida al programa radial, La Hora de la Verdad, el viernes 14 de febrero de
2020, reveló las aviesas intenciones de algunos personajes de la política
nacional, entre ellos el Procurador Carrillo, para desenterrar el cadáver ya
inodoro del proyecto de Acto Legislativo Nº 1 de 2016, que pretendía otorgarle
a las FARC 16 escaños más en el Congreso, sin que mediase elección popular
alguna.
El Consejo de Estado avocó el conocimiento de una acción judicial para
revivir el muerto, por aquello de que los jueces en Colombia, legislan,
gobiernan y juzgan, investidos del poder tripartita, propio de las tres ramas
del Poder Público, en una novísima teoría constitucional.
¡Qué coincidencia! el Acto Legislativo en mención es del mismo año del
Plebiscito convocado por Santos para que el pueblo definiera la entrada en
vigencia de los funestos y nefandos Acuerdos de La Habana.
En cumplimiento del artículo 104º de la Constitución, que a la letra dice: "El presidente de la República, con la
firma de todos los ministros y previo concepto favorable del Senado de la
República, podrá consultar al pueblo decisiones de trascendencia nacional. La
decisión del pueblo será obligatoria. La consulta no podrá realizarse
en concurrencia con otra elección".
El lunes 29 de agosto de 2016, el Senado de Colombia dio concepto favorable
a la realización de la consulta popular, mediante una votación que arrojó el
siguiente resultado: votos a favor de la realización plebiscitaria 71, en
contra 21.
Otorgado el aval del Senado, como lo manda la Constitución, el 30 de agosto
de 2016, con la firma de todos los ministros, el Gobierno de entonces expidió
el decreto 1391, convocando para el 2 de octubre de 2016, al Plebiscito de
marras, cuya única pregunta fue: ¿"Apoya usted el acuerdo final para la
terminación del conflicto y la construcción de una paz duradera y
estable"? ¿"Si o No"?
Como el gobierno de Santos contaba con todos los factores de poder, creyó que
la aprobación del Plebiscito era un hecho cumplido, y puso toda la carne en el
asador; pero como era tanto lo que estaba en juego, no dudó en poner al
servicio del SI todos los medios a su alcance para obtener el triunfo y la
aprobación de esos acuerdos.
Pero no contaban con el instinto de conservación de los colombianos, que,
en ejercicio de la legítima defensa institucional, decidimos responder NO a las
pretensiones apátridas del guerrillero del Chicó y sus áulicos.
Fue tan rotunda la respuesta de los ciudadanos, con sentido común, que ni
la Registraduría pudo acomodar el resultado final, para que el Si ganara.
El siguiente fue el dato oficial de la votación para el Plebiscito: votos
por el NO: 6.431.376; votos por el SI: 6.377.482; diferencia a favor del
No:53.894 votos.
Pero como donde menos se piensa salta la liebre, algunos de los que
enarbolaron las banderas del NO, se creyeron investidos de una personería
inexistente, y decidieron negociar lo innegociable, y festinaron la voluntad
popular.
Tanto Juan Manuel Santos Calderón, como los que fueron su contraparte
aparente en el debate plebiscitario, violaron el texto y el espíritu del
mandato constitucional contenido en el artículo 104º de la Ley de leyes que
consagra: "La decisión del pueblo
será obligatoria".
Si se cumpliera el mandato popular, la Senadora María Fernanda Cabal no
tendría que estar en esa lucha titánica, para impedir la concesión gratuita de
esas 16 curules.
Si el Presidente de la República acatara la voluntad expresada en las
urnas, no estaría padeciendo la presión criminal de las seudodisidencias de las
FARC y del paro armado promovido por la insurgencia guerrillera. Esa es la paz
duradera y estable que la guerrilla nos ofrece.
¡Decídase Dr. Duque,cumpla la Constitución y acate el resultado de la
consulta plebiscitaria!
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