viernes, 28 de agosto de 2020






HERBIN  HOYOS Y EL TRAIDOR EXPRESIDENTE SANTOS


Por Peloecaña

Le presento disculpas a Herbin Hoyos por su figuración simultánea con tan repudiable personaje.

El ciudadano nada común, por el contrario, extraordinario y eminente colombiano, Don Erbin Hoyos, en acto patriótico y heroico, corriendo todos los riesgos, desde luego, el de su propia vida y la seguridad de su entorno familiar, a motu propio, se ha dado a la tarea de defender hasta el sacrificio, las víctimas de la criminalidad insaciable de la guerrilla comunista y su última empresa, titánica y laudable es asumir la preservación de los derechos de todos los niños tiranizados, vejados y sojuzgados por la insurgencia criminal que, desde su más tierna edad, los han apartado de su núcleo familiar, del calor de un hogar y de los juguetes, la escuela y su hábitat natural.

El 20 de noviembre de 1959, la Asamblea General de las Naciones Unidas, en Ginebra, Suiza, promulgó la DECLARACION DE LOS DERECHOS DEL NIÑO, contenida en ocho (8) artículos, que todos, absolutamente todos, han sido violados por sus reclutadores y abusadores: la guerrilla.

Los derechos del niño hacen parte del Derecho Internacional Humanitario y, por tanto, su observancia y cumplimiento son de riguroso y forzoso acatamiento, no pueden ser objeto de negociación alguna y la acción penal, por su violación, es imprescriptible. 

Herbin Hoyos es ejemplar humano especial y ha dedicado toda su capacidad intelectual de lucha, al servicio de tan nobilísima causa.

Pues bien, si este adalid infatigable de los derechos humanos, con la mera convicción de su ideario, y sin  las ayudas logísticas que tiene el Estado, ha logrado lo imposible en defensa de lo que moralmente es suyo y de todas las personas de bien, nadie, con razones válidas y ciertas, puede sostener, ni siquiera velada o tenuemente, que Juan Manuel Santos no sabia la catadura moral de sus compañeros dialogantes, la guerrilla de las farc.

Si el elemento a sabiendas es sustancial en la intención  de violar la ley, es decir de cometer un delito, quienes se sentaron con los negociadores de la guerrilla, a pactar a nombre del gobierno presidido por Juan Manuel Santos Calderón, son todos reos del crimen de lesa humanidad.

Traición a la Patria. El artículo 455º del Código Penal Colombiano reza: "El que realice actos que tiendan a menoscabar la integridad territorial de Colombia, a someterla en todo o en parte a dominio extranjero, a afectar su naturaleza de Estado Soberano o a fraccionar la unidad nacional, incurrirá en prisión de 320 a 540 meses".

Digan los lectores de Desiderata si Juan Manuel Santos Calderón y todos los que hicieron posibles los Acuerdos de La Habana, y pactaron lo pactado son, si o no, reos del delito de traición a la Patria.


miércoles, 26 de agosto de 2020




EL  CAPELLÁN DE LAS FARC,  EL ELN Y LOS NARCOTRAFICANTES TODOS

Por Peloecaña

Una vez más, el tal arzobispo de Cali, nos hecha sal en la herida y sacude, de manera violenta y abusiva, nuestra militancia católica.
¡ Qué pena!

¡Qué paradoja! Reclama a gritos el apologista de los violadores de los Derechos Humanos, del Derecho Internacional  Humanitario y del crimen organizado,  que lo designen el capellán de las farc, el eln y los narcotraficantes todos,  de esa pandilla de indeseables.

¡Qué absurdo! Alguien que, por esencia y en estricta doctrina eclesial, debiera ser el legítimo sucesor de los Apóstoles y representante de Cristo en la tierra, ni se sonroja siquiera y asume la defensa oficiosa de unos militantes del partido comunista internacional; es decir, marxistas leninistas que pregonan, a los cuatro vientos, su ateísmo, el materialismo dialéctico y  cabalgan sobre el lema indigno: "la religión es el opio del pueblo".  Si acaso, sucesor de Judas.

Tampoco lo arredra ser apologista de delitos horrendos, al asumir la vocería de los militantes en grupos criminales organizados, todos convocados a una alianza perversa, en contra de la institucionalidad y enfrentado al gobierno legítimo de Colombia.

El tal clérigo jamás podrá ser nuestro pastor, ni mucho menos nuestro vocero; él representa lo que defiende con tanto ahínco: la subversión, los cultivadores de coca y productores y traficantes de cocaína, que tanto mal  le hacen a la humanidad. 

Pero, quédese donde está; en la catolicidad y en el cristianismo, sobra; su mera presencia nos indigna y causa repudio.

Gracias por abrirnos los ojos; el buen pastor apacienta y conoce sus ovejas y ellas lo conocen a él, pero no las lleva por la senda que las conduce a la madriguera del lobo. 

La Conferencia Episcopal Colombiana y la Nunciatura Apostólica están en la obligación moral y política de manifestarse ante la actitud abiertamente anti cristiana y antidemocrática de uno de sus miembros; no pueden callar, porque quien calla, otorga. 


lunes, 24 de agosto de 2020





GOBIERNE  O RENUNCIE SEÑOR PRESIDENTE


Por Peloecaña


Con el derecho que me otorga el haber votado por usted y hacer campaña para su elección, le solicito: Gobierne o renuncie; esas dos opciones son las únicas posibilidades que le quedan para servir a Colombia y para resarcirnos a todos sus electores y al resto de colombianos, por dos años de frustración, incuria y pésimos resultados de su gestión gubernativa.

A pesar de presentir que el resultado de su mandato iba a ser lo sucedido hasta hoy, lo acompañamos con nuestro respaldo efectivo y eficaz, no obstante el dudoso método empleado por su mentor, Dr. Álvaro Uribe Vélez, para ungirlo como candidato de su partido, el Centro Democrático, y porque asumimos el compromiso de acatar el resultado de la consulta surtida entre los miembros de la Gran Alianza por Colombia.

Desde luego que en el triunfo de su candidatura presidencial también influyó la alternativa presentada a consideración del ciudadano del común, la inadmisible posibilidad presidencial de Gustavo Petro Urrego; por eso el resultado final que nos permitió el triunfo con su nombre en la primera vuelta.

La inadmisible realidad que nos muestra un país, sometido al caos administrativo y la ausencia de autoridad y orden, no solo se debe a su talante y manera de entender la majestad de su investidura, sino a la inconstitucional manera de desacatar el triunfo del NO, en el plebiscito del 2 de octubre de 2016.

Las consecuencias de ese pacto siniestro con Juan Manuel Santos, para hacer de la Constitución una reina de burlas y un mero saludo a la bandera, nos ha ubicado en donde estamos: La justicia en manos de la Izquierda comunista; los adalides de los violadores de todos los Derechos Humanos en el Congreso; la geografía colombiana llena de cultivos ilícitos; los narcotraficantes en su apogeo; los guerrilleros haciendo su agosto en todo el territorio colombiano; los grupos criminales organizados, campantes, orondos e impunes, y el Presidente Uribe, su mentor, privado de libertad por una Corte que lo sojuzga y vapulea a nombre de la política partidista.

Señor Presidente, no de tanta papaya; como así que las masacres repetidas y constantes que hoy tiene a la patria adolorida, en luto general, no son masacres, sino homicidios colectivos.

¡Por Dios Santo! aunque algunos consideren que la leche no es leche, sino el "líquido perlático de la consorte del toro", seguirá siendo lo que es: leche.

En sus manos está pasar a la historia como un buen gobernante o como alguien de ingrata recordación.

Le impetro, respetuoso, pero enfático, acate la Constitución que juró cumplir y aplique el artículo 104, en lo pertinente, en cuanto al plebiscito: "...La decisión del pueblo será obligatoria".

Inicie, ya,  la fumigación aérea con glifosato sobre todos los cultivos ilícitos, y disponga que la presencia del Estado sea permanente en todo el territorio nacional, no solo cuando se trate del levantamiento de los cadáveres masacrados y, en esta hora difícil de la patria, convoque a todos los actores políticos verdaderamente democráticos, para salir de tan tremendo trance.

Todavía es tiempo para enmendar positivamente. Hágalo,  por favor, en honor a sus ancestros y por el futuro de sus hijos.

Deshágase, de una vez  por todas, de la influencia nefanda de su antecesor.







miércoles, 19 de agosto de 2020





HUMBERTO  DE LA CALLE LOMBANA Y petro


Por Peloecaña

El Dr. Humberto de la Calle Lombana, dirigente liberal, no quiere ser menos que sus jefes de ayer, de hoy y de siempre, César Gaviria Trujillo, Ernesto Samper Pizano y Juan Manuel Santos Calderón.

De Gaviria, fue el Ministro de Gobierno y como tal fue el vocero del establecimiento ante la Asamblea Nacional Constituyente, que discutió, aprobó y expidió la Constitución de 1991, que hoy nos rige.

Ni Gaviria pudo ser Núñez, ni de la Calle Miguel Antonio Caro; ninguno de los dos  pueden parearse con tan inconmensurables prohombres de Estado.

En el TITULO X DE LOS ORGANISMOS DE CONTROL, Capítulo 2 Del Ministerio Público, artículo 275º constitucional, leemos: "El Procurador General de la Nación es el supremo director del Ministerio Público".

En el articulo 277º, del mismo estatuto se establece: "El Procurador General de la Nación, por si o por medio de sus delegados y agentes, tendrá las siguientes funciones:" "... 6. Ejercer vigilancia superior de la conducta oficial de quienes ejercen funciones públicas, INCLUSIVE LAS DE ELECCION POPULAR; ejercer preferencialmente el poder disciplinario; adelantar las investigaciones correspondientes  e imponer las respectivas sanciones conforme a la ley". (La negrilla y las mayúsculas fijas son mías). 

¿Dónde estaba el Ministro de la Calle cuando le metieron semejante gol olímpico? averígüelo Vargas, el sobrino del Constituyente Dr. Carlos Lleras de la Fuente: " Inclusive las de elección popular".

Pero gol olímpico o no, ahí sigue vigente la norma precitada.

Después el Dr. de la Calle fue elegido vicepresidente de Colombia en el  mismo tarjetón  de Ernesto Samper Pizano.

Vino el nefando mandato de Juan Manuel Santos Calderón y de la Calle asumió la vocería del Gobierno, siempre mamando de la misma ubre, y condujo la nave del Estado por la procelosas aguas del Caribe, hasta que se consumó la felonía más repugnante a los intereses de la Patria Colombiana: Los Acuerdos de La Habana, que el pueblo derogó mediante el plebiscito del 2 de octubre de 2016.

Ahora, el equivocado reiterado, en un alarde asqueante de oportunismo, cuando ve factible el triunfo de Petro, cosa que no sucederá, le tiende la alfombra de cortesano irredento, ante el fallo de la Corte IDH, que favorece al exguerrillero del M19 y, presto y a voz en cuello, le pide al Gobierno de Duque, la cabeza del Embajador ante la OEA y, además, exige que la sanción económica impuesta al Estado colombiano la pague el Dr. Alejandro Ordóñez Maldonado.

Y si el Dr. Ordóñez se hubiera abstenido de investigar y sancionar a Petro, hoy estaría de la Calle pidiendo que lo sancionen por no aplicar el artículo 277º, numeral 6. de la Constitución. El típico ardid del jugador tramposo, como Santos, "Con cara gano yo y con sello pierde usted".

¿Quiere el Dr. Iván Duque Márquez más motivos y razones para retirarse de ese organismo internacional, que es émulo de la Corte Suprema de Justicia de Colombia en sojuzgar a quienes opinan distinto políticamente que sus magistrados, y favorecer con sus sentencias a sus coideólogos?