LA VERDAD VERDADERA
Por Peloecaña
El último viernes, 11 de agosto de 2017, un contertulio de LA HORA DE LA
VERDAD escribió esta perla:
"Los godos son los
responsables de la violencia en Colombia."
Ese infundio proferido en otro espacio periodístico quizás pasara
desapercibido, pero el solo nombre del programa reclama exactitud y fidelidad
con la verdad histórica, para hacer impunemente tan mentirosa
afirmación.
Miente quien así se expresó; es necio; se lleva en sus cuernos
la verdad histórica y su aporte es uno más al cúmulo de inexactitudes de
quienes, sin tener autoridad intelectual para hacer y escribir la
historia, sobresalen por su liviandad, su sectarismo y fanatismo.
Como me cuento entre los godos a quienes el personaje de marras
nos achaca tan grave responsabilidad, no puedo ni debo callar, porque mi silencio sería otorgar y avalar tanta
ignominia y falsedad.
Tampoco puedo acudir a mi aquiescencia ideológica con el Partido de Caro y
Ospina, ni a mi reticencia contra el Partido Liberal. Debo ser
esencialmente objetivo, so pena de incurrir en las mismas falencias de quien,
con su desfachatez, provoca éstas, mis opiniones.
Séame permitido, sustentar mi alegato, en lo afirmado por un reconocido y
caracterizado jefe liberal, actual Ministro del Posconflicto de este gobierno,
el doctor Rafael Pardo Rueda.
Escribió el destacado jefe del régimen que nos rige, un voluminoso
compendio histórico de 784 páginas que
rimbombantemente tituló "La historia de las Guerras", y cuya
primera edición data del año 2004; ayer no más.
Fue creado el Partido Liberal teniendo como base una proclama de Don Ezequiel
Rojas, publicada el 2 de abril de 1848,
en el periódico El Aviso, en el que se enunció un programa de gobierno
para el liberalismo; ese programa propendía por la necesidad de un gobierno
representativo; abogaba por las libertades públicas; la igualdad de los ciudadanos
y el imperio de la ley; la protección de los empleados públicos contra las
arbitrariedades del Estado; la necesidad de las decisiones democráticas sobre
las rentas públicas; el rigor en los gastos también públicos y que
la religión no se usara como medio de gobierno. Este fue el primer
Programa Liberal.
El 4 de octubre de 1849, en el periódico La Civilización, Don Mariano
Ospina Rodríguez y Don José Eusebio Caro publicaron la declaración política,
que desde entonces todo el mundo acepta como el primer Programa Político
Conservador.
Así dejaron constancia de su indeclinable vocación pacifista: "...El Partido conservador considera
que ser o no haber sido enemigo de Santander, de Azuero o de López, no es
ser Conservador. Porque Santander, Azuero y López defendieron también en épocas
diferentes, principios conservadores."
Aún estaba fresca la tinta de la proclamación del programa liberal
de Don Ezequiel Rojas, cuando los jefes liberales decidieron instigar y
exacerbar a las conocidas sociedades democráticas, conformadas por
artesanos de ese partido y pasándose por la faja el tan cacareado
respeto a las libertades públicas, entre puñales, gubias y otras herramientas,
bordones y garrotes violentaron la voluntad del Congreso y, a la
brava, designaron Presidente de Colombia al General José Hilario
López, con el vergonzoso voto del doctor Mariano Ospina Rodríguez quien así
explicó su decisión: "Voto por el
general José Hilario López para que no sea asesinado el Congreso
granadino."
Eso sucedió los días 6 y 7 de marzo de 1849, y así irrumpió
triunfalmente a la historia de Colombia el Partido del libre examen, de la
tolerancia, del respeto a la opinión ajena, y del libre albedrío.
Razón le sobra al ilustre historiador, el General Joaquín Posada Gutiérrez,
cuando se apartó de la motivación del cofundador del Partido Conservador; su
voto público ha debido ser: "Voto
por el doctor Rufino Cuervo, aunque sea asesinado el Congreso."
El jefe liberal, Don Manuel Murillo Toro, que era uno de los líderes
instigadores de las sociedades democráticas para cometer este acto
vergonzoso de atropello a la democracia, calificó estos procederes, de simples "retozos democráticos."
Ahí nació la violencia política en este país.
Desde entonces, los jefes del Partido Liberal han ejercido violencia
contra la democracia y la institucionalidad y no se han cansado de instigar a
sus correligionarios a que desconozcan los gobiernos conservadores, elegidos de
acuerdo con la Constitución y la Ley.
Registra el doctor Rafael Pardo Rueda, en su obra Historia de la Guerras,
entre otras, las siguientes:
La guerra contra el régimen conservador. 1860-1861. Nace la República
Radical.
Guerra de los conservadores contra los radicales. 1876.
Guerra de 1885 de los liberales radicales contra el gobierno legítimo
de Rafael Núñez.
La guerra de 1895. Los liberales contra el gobierno de Miguel Antonio
Caro.
La guerra de los Mil Días. 1899 - 1902. Liberales contra el gobierno conservador
La peor y la última de la guerras civiles. Cien mil muertos. No se sabe cuántos
miles de lisiados.
Desde luego, el doctor Rafael Pardo Rueda debe ser reo de traición al
Partido Liberal, por haberse atrevido a registrar la andanza de algunos de los
jefes de ese, su partido.
Una acotación al margen: Fue el senador Alberto Santofimio
Botero acusado, procesado, juzgado y condenado por ser instigador
de la muerte de su copartidario, el doctor Luis Carlos Galán Sarmiento.
Fue el Representante a la Cámara, Pablo Escobar Gaviria, sindicado
ante la historia de ser quien ordenó la muerte del mismo Galán Sarmiento.
Fueron los jefes liberales, Horacio Serpa Uribe y Ernesto Samper Pizano,
acusados de ser los autores intelectuales del magnicidio del doctor Álvaro
Gómez Hurtado; y fue el Fiscal General Montealegre, quien declaró crimen
de lesa humanidad y, por tanto, imprescriptible, el del doctor Galán Sarmiento e hizo lo propio con
el del humorista y crítico político Jaime Garzón y, en un derroche de equidad,
se abstuvo de hacer lo mismo, en el caso del doctor Álvaro Gómez Hurtado.¿ Para
favorecer a quienes? Pregunto.
¿Quienes fueron los autores del Frente Nacional que trajo paz y reconciliación
entre los colombianos? Los doctores Laureano Gómez Castro y Alberto Lleras
Camargo.
Fue el abuelo del actual Presidente de Colombia, Enrique Santos Montejo,
Calibán, quien durante décadas se dedicó a señalar al doctor Laureano
Gómez Castro, como el mayor genocida de la historia de nuestro país,
responsable del asesinato de miles de liberales.
Pregunto: si durante todo el mandato del régimen liberal desde 1930 hasta
1946, cuando los jueces eran homogéneamente liberales, ¿por qué ni un
solo Juez de la República acusó, ni procesó, ni juzgó por un solo delito a tan
tenebroso criminal?
Se necesita ser una persona absolutamente alienada para lanzar, impávido,
tan mentirosa acusación al Partido Conservador.
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