LA ASAMBLEA NACIONAL CONSTITUYENTE
Por Peloecaña
La situación de caos institucional de Colombia está a punto de hacer
crisis, porque a mi país le sucede lo mismo que al cuerpo humano cuando padece
un forúnculo; se acumula tanta infección traducida en pus hasta que estalla, se
revienta y la purulencia aflora.
Pero cuando el dolor y el malestar son tan intensos, no nos aguantamos
hasta el estallido espontáneo, y provocamos el efluvio infeccioso, bien
apretando o acudiendo al bisturí o a la navaja bien afilada y aséptica.
Pues bien, el cuerpo social colombiano está sobresaturado de materia
pútrida y todos sabemos donde nos duele, y si seguimos indiferentes y
escépticos nos moriremos de septicemia, infección general y total.
Ese estado de cosas no se puede tratar con fricciones de alcohol, ni con
sulfatiazol; requiere tratamiento de fondo, heroico y frontal, riesgoso y de
gran incertidumbre, pero al final debe ser salvador y reconfortante.
Como la calentura no está en las sábanas, sino en el cuerpo del paciente
moribundo, a nosotros, sus afines y víctimas, nos corresponde asumir el
tratamiento, que no tiene sino dos alternativas, la cura definitiva o el
colapso final.
En circunstancias tan desesperadas no nos queda sino la salida
institucional más viable; pero, desde luego, atrevida: la convocatoria a una
Asamblea Nacional Constituyente.
Si hastiados del gobierno de Juan Manuel Santos Calderón y del auge
inaceptable de la guerrilla marxista, terrorista, violadora perenne de los
derechos humanos, de los compromisos suscritos por Colombia, contenidos en los
tratados públicos que conforman el Derecho Internacional Humanitario,
narcotraficante apátrida, optamos por la elección del actual mandatario, para
no sucumbir en las aguas procelosas de todo lo que encarna y significa Gustavo
Petro Urrego, una vez más tenemos que aceptar el reto y acudir al
instinto de conservación republicano, respondiendo al llamado: CIUDADANO, ¡SALVE
USTED LA PATRIA!
La convocatoria a la Asamblea Nacional Constituyente tiene un par de formidables
desafíos:
- Atinar en los puntos a exaltar al rango de nuevas normas
Constitucionales; y
- Acertar en la escogencia mayoritaria de los colombianos que han de
proponer, debatir, aprobar y expedir la nueva Constitución.
No puede ser motivo de mantenimiento del statu quo imperante la
incertidumbre de escoger algo peor de lo existente; esa actitud es
idéntica a la del avestruz, que mete la cabeza en la arena cuando está a punto
de perecer.
Los indiferentes, los remolones, los conformistas deben ser convocados a
ser activos, y a no permitir que los demás decidan por ellos. La salud de
Colombia está en sus manos.
Como es cierto que la experiencia hace al maestro y que de los errores
debemos aprender, nadie, absolutamente nadie, por prestante que sea puede, a ningún
título, suplantar la voluntad popular.
¿Acaso la administración de justicia en Colombia no está pidiendo a
grito herido un cambio fundamental y definitivo, para que sus
decisiones sean prontas y cumplidas y, desde luego, plena garantía de
paz social y del destierro definitivo de la impunidad?
¿Acaso no clamamos todos porque el ejercicio nobilísimo de la política sea
actividad exclusiva de los más sabios y probos?
¡Acaso no es una sentidísima necesidad la restauración de la libertad
dentro del orden?
¿Acaso el Estado Colombiano no requiere que se elimine, de una vez por
todas, la sinrazón de la protesta violenta, del encapuchado incendiario y
criminal?
Colombianos todos, si de verdad queremos una patria digna, refulgente, que
sea paradigma a seguir en el concierto de naciones, asumamos el riesgo de
acertar, exigiendo la convocatoria de la Asamblea Nacional Constituyente, y
escojamos a quienes sean garantía plena de mejorar el caos y la nebulosidad que
nos rige.
LA CONSTITUYENTE NO SE PUEDE HACER PORQUE NO TENEMOS MAYORIAS EN EL CONGRESO, Y LA HUNDIRÍAN!!! ESO LO DIJO EL DR RAFAEL NIETO LOAIZA RECIENTEMENTE, EN ESTE MES DE JUNIO DE 2019.
ResponderEliminar¿Haber, haber, haber qué les digo? ¡En la Cocalombia de hoy ya no vale nada! Acá lo único que puede servir es que llegue una junta militar y se tome todos los poderes y ponga disciplina en integros los ordenes porque ni el presidente con sus lacayos ministros sirven, ni las cortes sirven, ni el congreso sirve, ni la fiscalía y ni procuraduría general de la nación sirven, ni las ong sirven, ni los medios sirven, ni los plebiscitos y ni la asamblea nacional constituyente sirven, ni las Iglesias y sectas sirven, ni los de la inmunda izquierda e inepta derecha de igual forma, tampoco ni parte del ejercito y de la policía sirven y ni que hablar de varios gobernadores, alcaldes, consejales e inclusive empresarios, banqueros y para re-matar los embajadores ¡Todo es ya un fiasco total!
ResponderEliminarLo que necesita esta nación es una junta legitima nombrada por el pueblo soberano y que maneje todos los rincones y destinos del país con mano durísima. Que no le tiemble la mano ni con los corruptos y que establezca la cadena perpetua con nuevas cárceles. Que imponga notables multas al que la haga o cárcel con trabajo forzado o social por buen tiempo también.
Acá les dejo un ejemplo de lo que las autoridades todas en unión con el pueblo hicieron -en Singapur- con tanto corrupto, pícaro y malicioso, con:
Educación, ética, mérito y compromiso, pero también fuertes controles, leyes estrictas y una efectiva Oficina Anticorrupción ganadora de varios reconocimientos fueron la clave para que hoy en día Singapur esté libre del crimen en el gobierno.
Todo esto gracias al padre fundador y mentor de Singapur Lee Kuan-Yew, que implementó desde finales de los 50s en su país excelentes sistemas anticorrupción que a los hispanos nos vendrían muy bien hoy en día.
https://contralaapostasia.com/2013/03/17/como-singapur-resolvio-el-problema-de-la-delincuencia/
https://youtu.be/Cs7YMT1zJ0U
https://youtu.be/_AyrusJT0QY
https://youtu.be/lVcI93n27kM
Si... Juhampa dejo descuardenada totalmente la patria en compañía de sus camaradas Farc, cortes, eln, epl, clanes, águilas negras, togas, izquierda, etc., con Duque la estamos viendo ya rematada.
Esta tan conmocionado y revoltoso el ambiente que hasta las voces de Uribe Velez y Pastrana Arango ya ni se oyen. Mejor dicho cocalombia es un caos y esperen la respuesta internacional para haber en que termina este zoologico, torre de babel, circo, show pantallero de Cocalombia.
Si desde los tiempos de Juhampa venia la droga, marihuana, consumo de cigarrillo y alcohol en alza ¡Ahora si que es cierto que con las dosis personales la debacle será total en un país donde todo el mundo opina, critica, destruye y hace lo que bien le de la gana!
¡Autoridad en Colombia! ¿Cuál? ¿Dónde esta? ¡Leyes en Colombia, Muchas! ¿Cumplirlas? Paremos de contar. Mejor así. Dejemos así.
Y si el problema de la dosis personal no se arregla pronto; ojo, estaremos oyendo noticias de que en las cafeterías de las escuelas, colegios y universidades ya se vende marihuana y alcohol parejo como en los salones parroquiales o comunales.
Y ni que hablar en los buses, metros, taxis, etc. Miles consumiendo su dosis personales. Hasta los humos de los porros entraran desde los parques a los templos, mezclándose con el incienso de las ceremonias.
Y en los aeropuertos, muchos portando ya su dosis personal y sin que las autoridades puedan reclamarles ya. Hasta el programa de televisión ¡Alerta Aeropuerto! quedaría en ascuas.
¡Brutal no puede estar más toda la situación en Cocalombia! Y si Duque no le entrega el poder a los militares o estos se toman el poder, este país por mucho tiempo será el primer ¡Paria! en todo el planeta por culpa de la Mafia, la coca, marihuana, minería ilegal, derrame de petroleo y corrupción. ¡Que vergüenza!
EliminarSi... ¡Que vergüenza ser colombiano en cocalombia y fuera de ella! Y las autoridades, ahí, tranquilas. Riéndose y de reunión en reunión, de ágape en ágape y de cóctel en cóctel.
Haber Dr. Fernando Londoño, a abrir de nuevo ¡Micrófonos! Si podemos darle más rejo a este mediocre gobierno y al sucialismo. Perdón. Socialismo del siglo 21 y al comunismo internacional.
Saludos profesor Peloecaña. Me extendí un poco, pero tenemos que desahogarnos. Porque a mal va el país en todos los ordenes, de ver y por haber.