EL PLEBISCITO DEL 2 DE OCTUBRE DE 2016
Por Peloecaña
Al doctor Humberto de La Calle Lombana le
ha correspondido ser abogado y defensor de causas bien difíciles; primero ser
vicepresidente de Samper, cuando estalló el escándalo más grande de
corrupción de la historia de Colombia, el proceso 8.000; luego, ser el impulsor
de la Constitución de 1991, cuando el Presidente de turno, César Gaviria Trujillo,
quiso emular con Rafael Núñez, y puso a su Ministro de
Gobierno a parearse con Miguel Antonio Caro; y, por último, cuando hubo de
llevar la batuta para dirigir la empresa repugnante de los Acuerdos de La
Habana, pactados con la guerrilla de las FARC.
El Presidente Santos, tahúr profesional,
quiso darle soporte a los malhadados acuerdos, y sacó de la manga el as del
plebiscito, para que el pueblo colombiano los refrendara, y no tuvo la más
mínima duda de que con toda la
maquinaria estatal a su servicio, el constituyente primario los avalaría sin vacilación.
Pues bien, al garitero mayor le salió el
tiro por la culata. A pesar de que puso toda la carne en el asador, para que
triunfara el SI, no contaba con que la mayoría del pueblo colombiano
rechazara los humillantes acuerdos cubanos, y no obstante los esfuerzos
de la Registraduría, escrutador oficial del resultado final de la
consulta popular, el triunfo del No fue tan apabullante, que no les quedó
otro camino que aceptarlo, pero minimizando la diferencia.
La voz cantante de los acuerdos habaneros,
Humberto de La Calle Lombana, consciente del riesgo que implicaba ponerle
pueblo a su labor, advirtió antes del plebiscito, que si el NO ganaba, los
acuerdos de La Habana no nacían, no tendrían vigencia, eran inviables, nonatos.
No se requiere ser el "non plus ultra", para entender que los fementidos
acuerdos no pasaron de ser un embeleco, un gasto cuantiosísimo para el erario
y una enorme frustración para los pacifistas quienes, igual que Chamberlain, se
quedaron con la deshonra y con la guerra, al decir de Churchill.
Le dijo Sir Winston Churchill al
primer Ministro inglés: "Se te
ofreció elegir entre la deshonra y la guerra, y elegiste la deshonra y también
tendrás la guerra".
Santos no tenía dilema, porque su honor
siempre ha estado en déficit, debía escoger entre la guerra y la guerra y se
quedó con ella.
Dice el artículo 104º de la Constitución
Política de 1991: "Artículo 104. El
Presidente de la República, con la firma de todos los ministros y previo
concepto favorable del Senado de la República, podrá consultar al pueblo
decisiones de trascendencia nacional. La decisión del pueblo será
obligatoria. La consulta no podrá realizarse en concurrencia con otra
elección."
El Presidente tahúr logró que el Consejo de
Ministros aprobara la convocatoria al plebiscito y el Senado le impartió su
voto favorable; de igual manera, el 2 de octubre de 2016 solo se votó la
consulta popular, es decir que se cumplieron a cabalidad las exigencias
del mandato constitucional, se escrutó por la autoridad competente y ganó el
NO, gracias Dios y al pueblo colombiano.
Pero como tahúr es tahúr, el garitero mayor
no se resignó a cumplir la voluntad popular y sacó de la manga otro as; convocó
a palacio a quienes lideraron la campaña por el NO, y los convocados no
aguantaron el cañazo y se comieron el cuento de que hacer valer el resultado
victorioso de su propuesta era consolidar el mote de enemigos de la paz.
Y de manera inexplicable, los líderes de la
campaña del NO, a pesar de ser conocedores del Derecho Constitucional y
del Derecho Procesal, sin tener personería válida para negociar ni
tranzar la voluntad popular, festinaron el querer ciudadano.
Consecuencias de ese exabrupto político y
jurídico: las curules regaladas a los guerrilleros de las farc; la JEP; las
disidencias de la guerrilla que nunca lo han sido; la no entrega de las armas
en manos de la insurgencia; la no indemnización de la víctimas de la guerrilla
comunista; y las ingentes sumas de dinero entregadas a los beneficiarios de los
diálogos que nunca han tenido vida jurídica.
Y como siempre, nadie responde de sus
errores y equivocaciones, la impunidad política rampante.
Si el Presidente Duque no cumple con la
obligación de acatar la voluntad de los electores, que obtuvimos
el triunfo del NO, como lo manda el articulo 104º constitucional, está
faltando al juramento que prestó
el día de su posesión.
Totalmente cierto,si el presidente quiere cumplir con la constitucion debe acabar con esa infame patraña
ResponderEliminarSeñor empírico Gustavo Petro, ex-miliciano del M-19, que arraso, con el Palacio de Justicia de Colombia. Señor Alias Aureliano, uno de los peores ex-alcaldes de Bogotá, que con su gallada, clanes y camaradas, pisotearon el NO legitimo, votado por el soberano pueblo, contra la hoja de ruta de las Narco Comunistas Terroristas Farc-Ep y que aún, sus camarillas, siguen delinquiendo. Recuerde estas palabras acertadas, que cautivaron a millones de Colombianos, hartos ya de tener que soportar a tanto socialista e izquierdista sin oficio e inepto, que sabotean a Colombia, que jamás será, otra Venecuba. Ni más faltaba, vea pues:
ResponderEliminar"Les aseguro que un Gustavo Petro en la Presidencia sería peor que el coronavirus. Es el coronavirus de la política, por donde pasa deja estragos y a él no le importa la gente, no le importa el país. Esos odios enfermizos lo han llevado a querer tener poder para tomar venganza, pero no para construir. Yo no le escucho una propuesta, siempre es atacando pero sobre todo con mentiras y eso no es bueno para el país, ojalá el debate fuera de ideas", Doctor Federico Gutierrez, Ex-alcalde de Medellín, Antioquia. Uno de los mejores del país.
Disculpe Senador, pero el que le caiga el guante, que se lo achante. Usted, Alá y su merced, Jamás será presidente de este país. Mejor vayase a vivir al paraíso infernal de Cubazuela. Así sea. Éxitos allá.
Señor Dr. Federico Gutiérrez, tome usted las banderas como presidente y los destinos del país. Este país no puede seguir siendo Cocalombia. Porque a mediocre nos salio el Sr. Iván Duque.
¡¡Amén!!
Ya el Senador Oscar Dario Pérez, del Centro Democrático, ha ido descubriendo desde los tiempos de Juhampa, todas las ollas podridas, entre ellas, el hurto calificado del NO SOBERANO que voto y gano el pueblo soberano y ahora, de como quieren los populistas, seguir implantando, ese sistema que violo el NO, sino, que ya quieren quebrar a Cocalombia, para dejarla a la par del fiasco total de Venezuela.
ResponderEliminarOjo. Con el mediocre de Iván Duque Marquez. Pues quien lo creyera es otro Izquierdista, con apariencia, de Capitalista Democrático. La tesis surge, debido a su relación estrecha con George Soros. Y, lo revela, nada más HISPANIDAD.
George Soros, el magnate americano de origen húngaro, tiene bajo sus garras a Iván Duque, actual presidente colombiano, según el portal BLes Mundo, que explica las vinculaciones entre ambos desde la beca concedida por National Democratic Institute, un organismo financiado por el especulador. El propio presidente se hizo eco de los postulados del magnate “para avanzar hacia una óptima sociedad abierta”, escrito en su análisis "Las lecciones de Soros", al que se añadió después al estudio, la "Economía Naranja", en que defiende los conceptos económicos promovidos por Soros.
En un amplio reportaje titulado "Soros ya ganó las elecciones" en Colombia, el portal explica la división dentro de su partido, el Centro Democrático, y las disensiones del uribismo, que lo ha impulsado frente a José Manuel Santos [(Alias Juhampa, Príncipe de Anapoima o Farc-Santos)] y precisamente por sus compromisos con Soros y añadimos, la revelaciones del Dr. Fernando Londoño Hoyos, sus afectos por Alex Naín Saab Morán y la lista sigue.
Además HISPANIDAD, dice: "Soros financia desde hace años al izquierdista Gustavo Petro, pero ha extendido sus tentáculos sobre Duque". Ahora, lo tiene es agarrado.
Ya vamos entendiendo, porque lleva al país, ahora como esta. La mismas sombras tétricas de Soros y Juhampa tras el gobierno Duquista. Afectos los dos, al nuevo Orden Mundial, que va, solapadamente con la legalización de la unión homosexual, la adopción por parte de parejas homosexuales, el aborto, la ideología de género, al confiscamiento en tiempos del Coronavirus, a las vacunas obligatorias y a la ley marcial.
Y, todo lo anterior muy lamentable y más amargo no ver al Dr. Rafael Nieto Loaiza, en la Casa de Nariño, el Palacio de todos los Colombianos, que asegura Duque todos los días, en su serial televisivo "Prevención y Acción", a las 6 de la tarde. Todo un Show de invitados e impulsado, por los afanes de la pandemia del Covid-19 y la Crisis Económica. Tal cual.
Saludos Profesor Peloecaña, siga afinando, su pluma. Es que definitivamente el país esta aletargado. Nada que despierta a la verdadera realidad. Esta hipnotizado y como un rebaño, va hacia un precipicio, el terrible socialismo. El mismo que ejerce Rusia y China, con apariencias de ser capitalistas y salvajes.
Fe de Erratas: Es JUAN Manuel Santos Calderón. No JOSÉ. Alias Juhampa.
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