REVIVIENDO EL PASADO
Por Peloecaña
Husmeando en mis archivos, encontré copia
de esta carta que le envié al Director de Radio Sucesos RCN, cuya fecha exacta
no tengo a la mano.
Señor
Juan Gossaín A.
Radio Sucesos RCN
Presente.
Respetado Don Juan.
Agobiado y obnubilado por ver, sentir y
padecer la manera tan oprobiosa, indolente y cínica como parte de la clase
dirigente, especialmente la gobernante, vapulea este dolorido país, que en
desgraciado momento cayó en sus manos, busqué en los versos, muy regulares, que
el señor Núñez, en noche de arrebato lírico escribiera en su retiro de El
Cabrero, y que algún adulador de la época propusiera como letra de nuestro
Himno, algún motivo de esperanza para los males que nos aquejan, y tal búsqueda
solo me dejó el convencimiento que la letra de nuestro patrio canto, poco
o nada ha tenido que ver con nuestra queridísima tierra y muchísimo menos con
la Colombia de hoy.
Entonces me di a la sacrílega labor de
cometer poesía, peor que la de Don Rafael, parodiando sus versos. Este es el
resultado:
Oh pena indescriptible
Oh tristeza mortal.
En surcos de dolores
el mal germina ya.
I
Cayó la oscura noche/sobre la patria
amada,/ tapando de la aurora/su necesaria luz./ La sociedad
entera/que adolorida gime,/ ignora las palabras/del que murió en la cruz.
II
Moralidad reclama/ el pueblo
colombiano./ Naufraga en sangre hermana/el país del café./Y en todas las
comarcas/el rifle y la metralla resuenan,/ y los que sufren/maldicen
su dolor.
III
Las zonas campesinas/ se colman de
despojos./ De sangre y llanto un río/ se mira allí correr./
Y atónitas no saben/ las almas ni los
ojos,/ si indignación o espanto/ sentir o padecer.
IV
A orillas del caribe/ inerme un pueblo
muere,/ horrores padeciendo,/ perdida su ilusión./
Oh si de mi Colombia/ la abnegación es
mucha y asombra de las gentes/ su necia laxitud.
V
Del Urabá en los campos/ el grito de la
guerra/ En racimos de muerte/ la vida transformó./
Obreros sin futuro/ perdieron la batalla,/
ni su febril creencia/ de escudo les sirvió.
VI
Bolívar se estremece,/ la Patria se
retuerce/ y toda adolorida/ parece sucumbir./ guerrillas insensatas/
descienden a los llanos/ y empieza a
presentirse/ de la Nación el fin.
VII
La tropa maniatada/ en los cuarteles gime,/
Pues ve a sus generales/ en doloroso fin/ Y en su pasión
insana/ con actuación que apena/ la
autoridad se ensaña/ contra el soldado fiel.
VIII
Las viudas sus cabellos/ se mesan de
dolor./ La virgen llora sola/ la ausencia de su honor./ Pero inocente espera/
con rabia o con perdón,/ que de los cielos venga/ respuesta a su estupor.
IX
La Patria no se forma/ Mamólicas cantando./
Constelación de pícaros/ el sol nos ocultó./
La Patria lastimada/ y herida la verdad,/ creyendo
en el fiscal/ la honestidad buscó.
X
Más no es completa gloria/ vencer
en la elección/ si al voto que la obtuvo/ lo mancha corrupción./
La prepotencia sola/ el gran clamor no
acalla,/ si el sol no alumbra a todos/ no existe libertad.
XI
Del hombre los derechos/Poliarco y
Tirofijo/ infames conculcaron./ Del niño en la vereda/
sus piernas mutilaron/ y el mundo
estremecido/ rechaza con vehemencia/ tamaña violación.
Hasta aquí la carta a Gossaín.
Atónitos registramos, cómo parece que
el reloj se detuvo en Colombia.
Entonces, no existía Peloecaña.
¡Oh virus invencible!
ResponderEliminar¡Oh letal virus inmortal!
¡En surcos de Dolores
la pandemia germina ya!
¡Empezó la horrible pandemia en China!
El confinamiento sublime
derrama los contagios
de su invencible propagación.
La humanidad entera,
que entre cadenas gime,
comprende las palabras Covid-19
del que murió en cuidados intensivos.
"¡Independencia!" grita
el adulto mayor desesperado;
se baña en nostalgia de héroes
la tierra invadida de Coronavirus.
Pero este gran principio:
"Ningún presidente es soberano",
Resuena en todas las noticias, y los que sufren
Maldicen su propagación.
El Planeta se colma de fallecidos;
de sangre y llanto un río
se mira allí correr.
En cuidados intensivos no saben
las almas ni los ojos,
si admiración o espanto
sentir o padecer.
A orillas de cierres y quiebres,
hambriento un pueblo lucha,
horrores prefiriendo
a pérfida salud.
¡Oh, sí! De pueblo contagiados
por el Coronavirus,
la abnegación es mucha,
y escombros de la muerte
desprecia su virtud propagadora.
De Wuham en los campos comunistas
el genio de la desgracia
con cada partícula un contagio
invicto coronó.
Médicos y soldados con mascaras
ganaron la victoria;
su varonil aliento
de escudo les sirvió.
El Sars-Cov-2 cruza fronteras
que riega los pulmones;
invasión incontrolable fulgura
en cada organismo contagiado sin fin.
Médicos y enfermeros indomables
descienden al problema,
y empieza a presentirse
de la epopeya el fin.
La propagación victoriosa
en cada ciudad truena;
y en cada triunfo crece
su formidable son.
En su expansivo empuje
las personas se estremecen,
las autoridades de salud
formando un pabellón.
La victima sus cabellos
arranca en agonía
y de su amor por la vida
la cuelga de un respirador
a un pie.
Lamenta su contagio
que cubre ya con mascara,
pero glorioso oxigeno
circunda su alba tez.
El coronavirus así trata,
brotando con millones de contagios;
constelación de miles de muertos,
las noches iluminó.
La flor estremecida,
mortal el viento hallando,
debajo los laureles
seguridad buscó.
Mas no es completa gloria,
las de las vacunas,
vencer en la batalla,
que el brazo que combate
las anima la no seguridad.
El contagio masivo solo
al gran clamor no acalla;
si el sol alumbra a todos,
justicia es libertad para
ir a todos los lugares
públicos.
Del hombre siglo 21 los derechos
y deberes predicando y rechazando,
el alma de la lucha
Profético enseñó.
El mortal virus en todos
los continentes,
partículas volando,
"Deber antes que vida",
con gran endemia
escribió después.
- ¿Contra el Mortal Virus? Entre Febrero y Marzo a mi me comenzaron exactamente dar los mismos síntomas del Sars-Cov-2, que mencionan acá.
ResponderEliminarUna noche me alarme, pues con la tos seca, comencé a notar aquella falta de oxigeno. Pero no. No me rendí. Hice oración y seguí con los remedios naturales.
Hice gárgaras de sal, gárgaras de vinagre blanco e inclusive tome pequeños sorbos de Vinagre Blanco con algo de agua destilada. Y, no solo esto, tome bebida caliente de Jengibre, Canela, con algo de Limón.
A su vez tome Noxpirin cada 6 horas no cada 8 y dolex si sentía algún dolor muscular o dolor de cabeza. También algunos paños de alcohol, en la frente me colocaba.
Así que continúe y no me rendí Empecé a orar y a pensar que tenía que salir de esta. Me puse Vick VapoRub en la nuca, en la espalda, en el pecho y en los pies. Y, finalice con gotas de plata coloidal. Los almuerzos y comidas los acompañaba con jugo de mango.
Note algo de soltura de estomago, evacuaba seguramente toda esa basura interior del organismo y tomaba una o dos vasos de smecta, cada 7 o 12 horas. Y, me empecé a normalizar.
Me daba duchazos entre agua caliente y agua fría. Hice ejercicios respiratorios y dormí bastante. Y, adiós Covid-19. Lo domine.
Ahora uso mascarilla -obligadamente- con algo de alcohol impregnado en ella y me pongo unos pequeños ungüentos en la entrada de las fosas nasales con Vick Vaporub.
Conservo distancias y tengo presente el lavado de manos con buenos anti bacteriales.
No olvidar ventilar el lugar de residencia y mantenerlo limpio. Quitarnos los zapatos y dejarlos en la entrada de la casa y limpiar sus suelas.
Y, les aseguro. Que le salen ganando a tiempo a este bicho. Y, eso sí, ante cualquier síntoma sospechoso no se dejen. Tomen todas las medidas posibles y si Dios quiere, salen invictos. Hay que estar en gracia de Dios, para que todo salga excelente. Amén. Saludos.