CONVERSATORIO ÁLVARO GÓMEZ HURTADO
Por Peloecaña
Oí con detenimiento el denominado conversatorio Álvaro Gómez Hurtado y, con el más profundo respeto por quienes participaron en él, estas las conclusiones a las que llegué.
No hay que seguir buscando la verdad que pretende desenmascarar a los autores intelectuales del magnicidio, del más ilustre de los colombianos, el Dr. Álvaro Gómez Hurtado.
La verdad está ahí, resplandeciente y ardiente como el más brillante de los soles del verano.
Así como la "absolución" por el Congreso, del que le vendió al cartel de Cali la elección presidencial, un tal Ernesto Samper Pizano, está ahí, como monumento a la desfachatez y es auténtico totem para venerar la mentira.
La historia ya emitió su juicio, antes que todos, primero que el ministro del "mamola", o que Heyne Mogollón, o que los conservadores samperistas, Gustavo Rodríguez, Carlina Rodríguez, Ciro Ramírez, Luis Guillermo Nieto, Rodrigo Marín, Roberto Gerlein, entre otros.
El fallo de la historia está ahí, patético; condenó al vendedor de la Presidencia y de ese fallo inapelable nunca se podrá liberar. Es culpable de la sindicación que el Procurador Valdivieso Sarmiento le formuló.
Reto a cualquier colombiano, sin excepción, a que ponga en duda el veredicto condenatorio que la historia profirió.
Ese fallo histórico, que declaró contra evidente la decisión de la Comisión de Acusaciones de la Cámara, es la génesis del magnicidio del Dr. Álvaro Gómez Hurtado.
Y pueden pasar por todas las instituciones judiciales, Fiscalía, Cortes, Comisión de la Verdad, la Jep, y todo lo que se inventen para tapar la autoría intelectual del magnicidio, y decretar la impunidad de los reos de ese sacrificio.
La verdad está ahí, patética, evidente, monumental y colosal, todos sabemos por qué lo mataron, ya lo dijo su ilustre hermano, el Dr. Enrique Gómez Hurtado, en documento incontrastable.
Por favor, ruego a su familia que no sigan buscando la verdad. Déjenle a la justicia politizada y prostituida, que siga creyendo que se puede tapar el sol con un dedo.
El país entero, incluida la guerrilla de las farc, saben quienes son los inductores de tan horrendo crimen.
Familia Gómez Escobar, familia Gómez Martínez y todos los miembros de tan ilustre estirpe, la historia ya dictó sentencia condenatoria inapelable, como en el proceso 8.000; inclusive, les sugiero respetuoso, profundamente respetuoso, renuncien a la acción civil, a la que institucionalmente tienen derecho.
Les ruego conmovido que, más bien, no permitan que el legado del Dr. Álvaro Gómez Hurtado, el Acuerdo sobre lo Fundamental, siga siendo un tesoro enterrado, una guaca.
Ustedes tienen los arrestos suficientes y la autoridad moral, intelectual y política, para que la memoria del ilustre desaparecido sea una vivencia apasionante, tomen sus banderas en esta hora aciaga de la patria.
Hay que consolidar el Acuerdo sobre la Ley, el Acuerdo sobre la Moral, el Acuerdo sobre la Justicia, el Acuerdo sobre el Modelo de Desarrollo Económico y el Acuerdo sobre la Ecología.
En esa tarea nada fácil, pero prometedora, un buen número de colombianos los acompañaremos.