viernes, 30 de octubre de 2020

  


CONVERSATORIO ÁLVARO GÓMEZ HURTADO

 

Por Peloecaña

 

 

Oí con detenimiento el denominado conversatorio Álvaro Gómez Hurtado y, con el más profundo respeto por quienes participaron en él, estas las conclusiones a las que llegué.

 

No hay que seguir buscando la verdad que pretende desenmascarar a los autores intelectuales del magnicidio, del más ilustre de los colombianos, el Dr. Álvaro Gómez Hurtado.

 

La verdad está ahí, resplandeciente y ardiente como el más brillante de los soles del verano.

 

Así como la "absolución" por el Congreso, del que le vendió al cartel de Cali la elección presidencial, un tal Ernesto Samper Pizano, está ahí, como monumento a la desfachatez y es auténtico totem para venerar la mentira.

 

La historia ya emitió su juicio, antes que todos, primero que el ministro del "mamola", o que Heyne Mogollón, o que los conservadores samperistas,  Gustavo Rodríguez, Carlina Rodríguez, Ciro Ramírez, Luis Guillermo Nieto, Rodrigo Marín, Roberto Gerlein, entre otros.

 

El fallo de la historia está ahí, patético; condenó al vendedor de la Presidencia y de ese fallo inapelable nunca se podrá liberar. Es culpable de la sindicación que el Procurador Valdivieso Sarmiento le formuló.

 

Reto a cualquier colombiano, sin excepción, a que ponga en duda el veredicto condenatorio que la historia profirió.

 

Ese fallo histórico, que declaró contra evidente la decisión de la Comisión de Acusaciones de la Cámara, es la génesis del magnicidio del Dr. Álvaro Gómez Hurtado.

 

Y pueden pasar por todas las instituciones judiciales, Fiscalía, Cortes, Comisión de la Verdad, la Jep, y todo lo que se inventen para tapar la autoría intelectual del magnicidio, y decretar la impunidad de los reos de ese sacrificio. 

 

La verdad está ahí, patética, evidente, monumental y colosal, todos sabemos por qué lo mataron, ya lo dijo su ilustre hermano, el Dr. Enrique Gómez Hurtado, en documento incontrastable.

 

Por favor, ruego a su familia que no sigan buscando la verdad. Déjenle a la justicia politizada y prostituida, que siga creyendo que se puede tapar el sol con un dedo. 

 

El país entero, incluida la guerrilla de las farc, saben quienes son los inductores de tan horrendo crimen.

 

Familia Gómez Escobar, familia Gómez Martínez y todos los miembros de tan ilustre estirpe, la historia ya dictó sentencia condenatoria inapelable, como en el proceso 8.000; inclusive, les sugiero respetuoso, profundamente respetuoso,  renuncien a la acción civil, a la que institucionalmente tienen derecho.

 

Les ruego conmovido que, más bien, no permitan que el legado del Dr. Álvaro Gómez Hurtado, el Acuerdo sobre lo Fundamental, siga siendo un tesoro enterrado, una guaca.

 

Ustedes tienen los arrestos suficientes  y la autoridad moral, intelectual y política, para que la memoria del ilustre desaparecido sea una vivencia apasionante, tomen sus banderas en esta hora aciaga de la patria.

 

Hay que consolidar el Acuerdo sobre la Ley, el Acuerdo sobre la Moral, el Acuerdo sobre la Justicia, el Acuerdo sobre el Modelo de Desarrollo Económico y el Acuerdo sobre la Ecología.

 

En esa tarea nada fácil, pero prometedora, un buen número de colombianos los acompañaremos.

 

1 comentario:

  1. Oración por la Paz en Colombia (Para recitar todos los días)

    En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

    Padre, Tú eres un océano de paz y nos regalas por medio de tu Hijo Jesucristo y por la acción del Espíritu Santo este don, y lo siembras en nuestro corazón por medio de la conversión y la reconciliación.

    Tú nos confías la paz a nuestra responsabilidad, convirtiéndonos en artesanos de la paz, para construirla con “pasión, paciencia, experiencia y tesón”.

    Tú quieres que nuestras familias sean escuelas de paz donde te escuchemos, acojamos y te sigamos mejor y, así germinen palabras y gestos de perdón, escucha, diálogo, ternura, amor y reconciliación. Que los niños y jóvenes se conviertan en protagonistas de un futuro de paz.

    Acompáñanos en las responsabilidades que tenemos en nuestra vida social, política, económica, cultural y eclesial. Haz que difundamos el respeto por la vida, las personas y la creación; que seamos solidarios, fraternos, justos y trabajadores del bien común.

    Acoge en tu casa a quienes murieron víctimas de la guerra fratricida, mueve el corazón de los actores violentos para que vuelvan a Ti y sean también ellos constructores comprometidos de la paz. Fortalece a las víctimas en su dignidad y otórgales valentía para ofrecer el perdón.

    Que María Reina de la paz, nos ayude a desarmar el corazón, a vivir la justicia, el perdón, la reconciliación y la paz, para que nazca en Colombia la civilización del amor y no de la corrupción y el rencor que desembocan en caos, anarquía, destrucción, guerra y tristeza.

    Que con tu preciosísima sangre, Divino Maestro y redentor del Universo, nos convirtamos y perdonemos a todos los que nos han hecho mal de diferentes modos. Que sin esto, nos podemos condenar en el infierno eterno. Que no basta buenas intenciones, sino, acciones amorosas en el Nombre tuyo.

    Que María Santísima guie nuestros pasos al Paraíso Celestial, al que todos estamos llamados. Y, que San José nos ayude en cada jornada diaria, para que no nos falten ni los alimentos y ni las medicinas.

    Que San Miguel arcángel, nos proteja contra todo vicio, mal, odio y desunión que siempre desembocan en la destrucción del alma y del cuerpo.

    Que podamos imitar a los santos del cielo y que ellos sean un modelo para construir una patria y un mundo lleno de Paz, Justicia y nuevas relaciones. Repletas de comprensión, armonía y amor.

    En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

    Amén.

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