Por Peloecaña
Cuando en 1932, Colombia dirimía con el Perú sus diferencias, a balazo
turbio y a metralla altisonante, y cuando el Partido Conservador aún no se
reponía de las heridas de su derrota y escasamente atinaba a lamerlas, un
colombiano egregio de una estatura intelectual y moral descomunal, en plena
flor de su juventud, el leopardo insigne doctor Augusto Ramírez Moreno, asumió
la vocería del partido derrotado y lacerado y tomó en sus manos firmes la
bandera de la unidad nacional que el momento exigía.
Con una frase lapidaria, como le eran tan comunes, sentenció, "Paz en el interior y guerra en las
frontera". Estaba en juego algo que en ese momento era superabundante
y que siempre nos fue tan cara: La
dignidad nacional.
¡Qué vergüenza! hoy no aparece en el comportamiento oficial ni dignidad, ni
honor; esos valores han sido canjeados por todo lo contrario: indignidad y
deshonor.
Desde la vigencia de la Constitución de 1991, la democracia colombiana ha
elegido los siguientes vicepresidentes: Humberto de la Calle Lombana, Carlos
Lemos Simmons, Gustavo Bell, Francisco Santos Calderón, Angelino Garzón y
Germán Vargas Lleras. La historia será el juez implacable de todos.
No es el vicepresidente actual santo de mi devoción, ni
político de mis afectos, pero encarna la dignidad de la Patria y está
nimbado con la majestad del cargo que ostenta.
Por eso es apátrida pasar por alto las palabras del más protuberante
exponente de la tiranía venezolana, cuyo nombre deliberadamente no quiero
mencionar.
Repitió hasta el cansancio, para el mundo, a través de las redes sociales: "El vicepresidente de Colombia es un
hijo del gran puto". Desde luego lo que quiso decir fue que el vicepresidente
colombiano es un hijo de la gran puta.
A ese sujeto, parlamentario del oficialismo de Venezuela, que eructa, no
habla, se le llenaron las fauces de baba contaminada por la hidrofobia, cual
perro rabioso, cuando de denostar al vicepresidente colombiano se trató.
Y todos los colombianos de bien pudimos registrar con tristeza, con rabia,
con impotencia, con estupor, el silencio cobarde de este gobierno del cual el
vicepresidente es segundo a bordo.
La bancada oficialista, de la mesa de Unidad Nacional, de la cual es parte
notable el grupo parlamentario de Cambio Radical, hasta ahora también ha
callado de manera inexplicable.
Los medios de comunicación, adeptos al régimen por los lazos de la
mermelada, presurosos salieron a emitir el video que contiene los
improperios de oprobio, pero para ellos no existieron valores que
defender; sus comentarios son ajenos al valor conculcado, la dignidad de Colombia.
El más connotado medio opositor al régimen vergonzante, que nos sojuzga,
solo se limitó a escarnecer al vicepresidente, como si aquí no hubiera pasado
nada. Sólo le faltó enaltecer y encumbrar al ofensor ladino y repugnante.
Si al presidente Santos y a su canciller, María Ángela Holguín, les
corriera sangre por las venas, en vez de horchata, hace tiempo hubieran roto
relaciones con el gobierno veneco; pero sus compromisos con la guerrilla de las
FARC se lo impiden y por eso Venezuela sigue siendo garante del proceso
de paz.
Los dos, Santos y Holguín, son reos de traición a la Patria. A propósito, ¿dónde
está la Comisión Asesora de Relaciones Exteriores de Colombia?
¿Dónde están los congresistas hijos de Rodrigo Lara Bonilla y Luis
Carlos Galán Sarmiento, los dos, parlamentarios de Cambio Radical?
"Paz en el interior
y guerra en la frontera".
Cómo tiene razón Jorge Robledo Ortiz: "Si
quiera se murieron los abuelos/ Sin ver como se mellan los perfiles".
"Siquiera se murieron los abuelos/ Sin ver como afemina la
molicie". "Siquiera se murieron los abuelos/Sin sospechar el
vergonzoso eclipse". "Siquiera se murieron los abuelos/ Sin ver
omnipotencia en los alfiles".
¡La dignidad nacional no se festina!
Tan bien, tan breve y tan preciso, sólo el Maestro Peloecaña!;
ResponderEliminarDesde que empezó el gobierno de Santos la amistad con Chaves que recibió en herencia Maduro, cambió la vida! Lo que influye una amistad, la Sra Canciller durante su permanencia en Venezuela como embajadora inició esta ganancis de amistad y paz, cuando Maduro decidió insultar al presidente Uribe hubo igualmente silencio total, ahora con Dr.Vargas Lleras todo el mundo enmudece, debe haber negociados mutuos donde de sabersen los que perderian serian Santos y su Canciller así que podrán gritar los Gobernantes Maduro y Diosdado lo que les de su diccionario y todo el mundo callará
ResponderEliminarFue la unica verdad de Narco DiosDado.y hace parte del show de politicos corruptos a fin de seguir distrayendo a los dormidos www.casasyventas.com
ResponderEliminar