LA PETICIÓN DE INVESTIGACION DEL DOCTOR  LUIS CARLOS RESTREPO

Por Peloecaña

Por atavismo moral y por talante profesional no puedo cometer el dislate de prejuzgar y formular juicio de valor alguno, frente a la inocencia o no  del Dr. Oscar Iván Zuluaga,  ante  la petición que el Dr. Luis Carlos Restrepo le hace al Dr. Álvaro Uribe Vélez, para que acuda a la Comisión de Ética del Centro Democrático e investigue la infortunada participación de la empresa brasilera Odebrecht, sindicada de ser responsable de gravísimas actividades corruptoras en el Brasil y otros países, entre otros Colombia, de haber permeado la campaña presidencial del uribismo en el último debate presidencial.

Creo, y jamás enmendaré al respecto, en la presunción de inocencia que cubre al Dr. Zuluaga en este caso concreto, y soy un convencido de que la solicitud de investigación no puede ser sinónimo de deducción de responsabilidad de su parte y, por el contrario, es feliz oportunidad para que, después  de esas pesquisas, su buen nombre brille con más intensidad y resplandor.

La presidencia de la Comisión de Ética del Centro Democrático, en cabeza del Dr. Juan Gómez Martínez, es la mejor garantía de imparcialidad y pronta y cumplida justicia política, al interior de este partido.

Gravísimo perjuicio le prestan a la causa de la inocencia del Dr. Zuluaga quienes, para sustentar su defensa,  argumentan que como no se han investigado las corruptelas permanentes del régimen hay  que, por extensión, no abocar la investigación ética correspondiente que el Comisionado para la Paz del gobierno Uribe solicita.

Desde luego que presumimos la solvencia moral de Oscar Iván Zuluaga, por sus antecedentes personales y familiares y por el conocimiento que de él tienen figuras como el Dr. Fernando Londoño Hoyos. Excelente garantía de bonhomía y solvencia integral.

No puede cuestionarse, ni por un instante, la decisión tomada por el Dr. Uribe, de tramitar positivamente la impetración de su antiguo colaborador, máxime cuando fue él, el Dr. Restrepo,  quien lo avisó de la pobreza moral  y de la condición de felón consumado del presidente Santos.

¡Cuánto me apenan le ingenuidad y credulidad del Dr. Zuluaga, depositadas en todos los integrantes de su entorno! Fueron ellos los que hicieron viable la infiltración por el famoso hacker en su campaña y ahora la presencia del asesor brasilero, que hoy lo tiene en las circunstancias dolorosas que está viviendo.

Presumo que cuando el Dr. Fernando Londoño Hoyos fue llamado por Fernando Botero Zea, para que asumiera su defensa por los efectos colaterales del proceso 8.000, lo primero que le exigió, antes de aceptar el poder, fue que le permitiera conocer toda la verdad acerca de ese tenebroso episodio de la historia reciente de Colombia.

Fue por eso que lo instruyó para que aceptara la responsabilidad que tuviera y por eso su defensa llegó a feliz término.

Como también presumo que el Dr. Londoño es confidente válido del Dr. Zuluaga creo, sin la más mínima duda que, una vez enterado de la realidad de lo sucedido, él sabrá aconsejarlo y orientarlo, para que  salga indemne, como Daniel del  horno ardiente y del  foso de los leones.

Se equivocan quienes creen que matando al mensajero se deshace el entuerto.