POPURRÍ

Por Peloecaña

Estoy feliz: 

Estoy feliz, pleno, ultrasatisfecho, por el semiempelotis del profesor Mockus, en la sesión de instalación del Senado de la República, zona en la que están la Mesa Directiva de esa Corporación y las curules de los senadores.

No porque me gusten los glúteos de ese personaje de sainete, sino por el simbolismo de su gesto irreverente. Dejó como un c... a sus correligionarios y postulantes,  desde el guerrillero derrotado, hasta su candidata a vicepresidente, los dos humillados una vez más; quedaron como lo que son.

Me extraña:

La alharaca que algunas personas, a través las redes sociales, hacen del anuncio de la designación del nuevo Ministro del Medio Ambiente, por ser militante del movimiento diferente, léase partidario de la constitución de parejas del mismo sexo, como si esa nominación de ministros de la misma cuerda ya no hubiera tenido colegas, por ejemplo con el nombramiento de un ministro de Justicia y otro de Educación, en el gobierno del Dr. Guillermo León Valencia; también del mismo equipo han sido cancilleres, ministras del gobierno Santos, diplomáticos, obispos y curas, políticos, congresistas y magistrados, pastores y maestros, sin olvidar verdaderos íconos de la filosofía universal de la Grecia antigua, entre ellos quien fuera obligado a consumir la cicuta; escritores, literatos y periodistas.  Desde luego, son la excepción, pero ahí están; hasta un expresidente y jefe máximo de un partido político, el Liberal.

Hasta ahora el gusto o referencia sexual no es causal de incompatibilidad o de inhabilidad para el ejercicio de un cargo público. ¡A ver! ¿quien es el valiente que las propone?

No me resigno:

A ver entre los nominados a formar parte del Gabinete Ministerial del Presidente Iván Duque Márquez,  a personajes abierta,  manifiesta y señaladamente conocidos por su  animadversión personal contra el Dr. Álvaro Uribe Vélez.

Quienes, como yo, cuestionamos la precandidatura del Presidente electo, en representación de su Partido, el Centro Democrático, por considerar que el mecanismo de las encuestas no era el ideal, tuvimos que ceder principalmente, en mi caso concreto, porque  no soy ni he sido de esa colectividad, pero sí racionalmente uribista.

Tampoco veía con buenos ojos esa precandidatura por su proclividad con el multimillonario Soros, patrocinador de ONGs partidarias de la guerrilla colombiana, del aborto y de la Ideología de Género y por sus nexos  con el Presidente Santos.

Pero escogido el Dr. Duque como candidato oficial del Centro Democrático y habiendo aceptado él someterse al resultado de la consulta popular, adelantada entre los integrantes de la Gran Alianza por Colombia, consulta que acepté y voté, lo coherente era renunciar a mis prevenciones y acogerme al resultado final de ese mecanismo.

Así lo hice sin reservas ni restricciones y por eso voté por él y por Martha Lucía Ramírez y contra los demás aspirantes a la Primera Magistratura del Estado Colombiano.

Espero:

Que aún estemos a tiempo para enmendar  o corregir algunos anuncios que favorecen, abiertamente, a reconocidos contradictores del padre de la candidatura del Dr. Duque, Dr. Álvaro Uribe Vélez, por evidente deslealtad con su persona y con su titánica labor porque retomemos el camino para que Colombia cambie de rumbo; el Dr. Duque sabe que nos referimos a la persona anunciada como Ministra de Minas y Energía.