CANDIDATURA A LA FISCALÍA GENERAL DE LA NACIÓN
Por
Pelocaña
Dice el párrafo segundo del artículo 249º de nuestra Constitución Política:
"El fiscal general de la nación será
elegido por un período de cuatro años, por la Corte Suprema de Justicia,
de terna enviada por el presidente de la República, y no podrá ser reelegido.
"
Si el presidente terna al Dr. Fernando Londoño Hoyos tendrá la oportunidad
de aparentar que no es rencoroso, y la Honorable Corte Suprema de Justicia la
opción de interpretar que la inclusión del nombre del jurista manizalita
es por cumplir y, en consecuencia, el elegido debe ser alguien distinto, a no
ser que por aquello del postconflicto el nominador entienda que quien más llena
de garantías a Colombia es el Dr. Londoño y lo eligen y, de paso, libran al
presidente del cirirí de los editoriales diarios del único espacio radial que
dice la verdad.
Desde luego que los amigos de la paz con impunidad saltarán a porrillo,
recordando que el Director de La Hora de la Verdad está inhabilitado para
ejercer cargos públicos, según la sanción impuesta por el Procurador viudo de La Cacica; es decir, por el cacique
vallenato.
Frente a esa coyuntura, existen soluciones absolutamente legales y,
concretamente, la señalada en el capitulo cuarto de la Ley 734 de 2002, de la
Revocatoria Directa, artículo 122º, que reza: "Los fallos sancionatorios podrán ser revocados de oficio o a petición
del sancionado, por el Procurador General de la Nación o por quien los
profirió.", y así muere la inhabilidad de la sanción.
El Dr. Londoño cumple con lujo de atestados las calidades que la misma
Constitución consagra, cuando ordena que el Fiscal General de la Nación debe
acreditar las mismas calidades exigidas para quienes son designados miembros de
la Corte Suprema de Justicia.
Solo así Colombia tendrá certeza de gozar de pronta y cumplida justicia, y
todos tendremos la confianza plena de cómo con centinelas de la
institucionalidad de los quilates del Procurador y del Fiscal, todos podremos
estar tranquilos, pues no habrá más abuso del Derecho.
Todo eso, si el Dr. Londoño está dispuesto a sacrificarse una vez más y a
prestarle otro servicio a la patria.
¿Se dan cuenta cómo soñar no cuesta nada y que deberemos seguir llorando
sobre la leche derramada?
Los deseos bondadosos provienen de corazones igualmente generosos y bondadosos. Pero una parte de la propuesta si me parece que se podria rescatar y es la de conseguir muchas firmas solicitando al procurador hacer uso de sus funciones para derogar la sancion impuesta por ser injusta, en primer lugar, y por buen comportamiento a lo largo de todo este tiempo de la sancion."Paz SIN impunidad"
ResponderEliminarCompletamente de acuerdo con el columnista. Colombia fuera distinta con personajes como el Dr. Londoño en las altas responsabiidades estatales. Soñemos porque soña no cuesta nada, es gratis.
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