LOS PESOS NO TAN PESADOS CONTRA VARGAS LLERAS
Por Peleocaña
Según informaciones periodísticas, cuya fuente no es precisamente Vicky
Dávila, en días pasadas se reunieron invitados por el expresidente Gaviria, los
jefes del Partido Liberal, Horacio Serpa Uribe; del Partido de la U, Roy
Barreras; y el jefe del Partido Conservador, David Barguil.
Ese condumio en casa del recientemente protocolizado suegro del otrora jefe
conservador, hoy hijo político de Gaviria, me hizo acordar del jocoso, pero
real sentir de un extinto jefe del conservatismo de Cundinamarca, oriundo
de Ubaté, don Sixto Márquez Garzón, extinto no por la muerte de ese partido
sino por el fallecimiento de tan connotado jefe azul.
Don Sixto fue un destacado jefe de su partido, y en tal virtud fue Concejal
de Ubaté, Diputado a la Asamblea de Cundinamarca, Representante a la Cámara y
Senador de la República, amén de miembro del Gabinete Departamental, en más de
una ocasión.
Como en ejercicio de la actividad política, los diálogos y reuniones son
inevitables, cuando a este excelente ciudadano y mejor persona, siempre que lo
invitaban a reunirse con más de dos, preguntaba: "¿Contra quien nos
vamos a unir?".
Pues bien, el doctor Gaviria invitó a manteles a los jefes de distintos
partidos, para hablar de la necesidad de mantenerse “unidos contra las
aspiraciones presidenciales de Germán Vargas Lleras a la Presidencia de la
República".
No sé si la reunión fue de los pesos pesados de la mesa de unidad que
respalda al Gobierno Santos.
Veamos:
El doctor Gaviria es un político de mucho peso en la cola.
El doctor Horacio Serpa también tuvo mucho peso, especialmente en el
bigote; pero se destacó más como escudero fiel del expresidente Samper, sin
reatos de ninguna clase se enterró con su amigo con todo el peso del proceso
8.000 y todas las implicaciones que el dislate trajo.
El médico Barreras quiso entrar al clan de los pesos pesados, haciéndose
compadre del Presidente Uribe, pero su raquítica lealtad al Gran Colombiano lo
dejó en sus platas; no llega ni a peso pluma.
Y como dicen, el parentesco de afinidad no le significó al doctor Gaviria
perder una hija, sino ganar un hijo, hijo que, desde luego, perdió el Partido
Conservador; entonces podemos concluir que el peso específico del doctor
Barguil es de la misma categoría del de Simoncito; no llega a peso papel.
El doctor Germán Vargas Lleras, el sí peso pesado de la política
colombiana, igual que el expresidente Gaviria, debe estar riéndose de la unión
en contra suya, por la insolvencia de los escogidos como socios
conspiretas, por quien les dio la bienvenida al futuro a los colombianos todos.
Mas que esa alianza desnutrida y famélica que intenta el expresidente
Gaviria contra Vargas Lleras, éste debe olvidar ese temperamento hirsuto y
prepotente que hasta hoy le ha significado el mote de Terciopelo, y le sugiero que haga un cursito de humildad; la
arrogancia y la “inmamabilidad” son
incompatibles con el ejercicio exitoso de la política.
Pero tengan seguro que ese minisindicato en su contra no le quita el sueño
al doctor Germán Vargas Lleras.
21 de febrero de 2016.
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