TODO CAMBIA
Por Peloecaña
Hasta hoy la columna vertebral del sistema democrático, tan cacareado
y vilipendiado, era el Régimen de Mayorías que otros han dado en
anunciarlo y enunciarlo como "La
Regla de Oro de la Democracia".
Pues bien, resulta que eso ya dejó de ser cierto; la Regla de Oro del
Sistema Democrático es el régimen de minorías, y todos los días los sucesos
acaecidos se empeñan en demostrarlo.
Por ejemplo, la nítida y notoria mayoría de la composición del Congreso de
Venezuela, conformada por los grupos de oposición de esa Rama del Poder
Público, la Legislativa, ya no legisla ni toma decisiones dentro de la
institucionalidad consagrada en la Constitución chavista.
Las decisiones válidas para el régimen son las de la minoría oficialista,
que ha encontrado en la interpretación torticera y aplicación infame del
mandato constitucional, su tabla de salvación, en la Rama Jurisdiccional,
verdadera meretriz al servicio del Ejecutivo que detenta nuestro vergonzante
connacional, el presidente Maduro.
Y como el régimen colombiano y el de Venezuela son siameses, que comparten
el mismo aparato digestivo y la misma ausencia cerebral y el mismo líquido
amniótico, se nutren los dos del mismo bebedizo, la doctrina
marxista.
Así las cosas, el gobierno Santos, que también se sabe dueño de la Corte
Constitucional, mientras se demuestre lo contrario, pretende utilizarla para
que, mediante sentencia judicial, se institucionalice que las decisiones
populares válidas y obligantes son las que arrojan un resultado matemático
minoritario, para aplicar la teoría del imposible metafísico que consagre que
nueve es menor que ocho, en términos absolutos.
Es decir, que los guarismos aritméticos arrojados por la suma de los votos
obtenidos por el NO, 6.431.376 y por el SI, 6.377.482, significan que gano el
SI, por la nueva teoría de las minorías triunfantes.
Hasta hace poco, el Derecho Penal era de la órbita del Derecho Público,
junto con el Derecho Constitucional, el Derecho Administrativo y el Derecho
Procesal; pero como todo cambia, ahora el Derecho Penal ya no es tan
público, y resulta ser más privado, porque antes tutelaba los derechos de
la sociedad y hoy tutela los derechos del individuo; antes, el bien jurídico
tutelado era el derecho social como expresión de la colectividad, hoy el bien
jurídico tutelado es el particular, gajes de la evolución.
Ahora, los derechos de las personas heterosexuales, hasta
ahora notoria mayoría, deben periclitar ante los derechos de las minorías
homosexuales, a pesar de ser, los de los más y los de los menos,
igualmente respetables.
Ahora, los derechos de las comunidades diferentes no pueden ser sometidos
al escrutinio popular porque esas personas, con razón, reconocen su
condición minoritaria y, desde luego, no deben ser sojuzgados por las
mayorías equivocadas.
Por eso las propuestas de la ideología de la igualdad de género.
Como todo cambia, ahora la verdad de la Iglesia no está en el Evangelio,
sino en la prédica de los supérstites de la Teología de la Liberación.
Igual debe suceder con los procesos electorales, que se cumplen para
designar los titulares de los cargos de
representación popular, los cuales, según la novísima teoría democrática,
deben recaer en quienes obtengan el menos número de sufragios válidos
escrutados.
Solo así se exaltará la voluntad minoritaria popular y se podrá hacer
realidad el cumplimiento de la permanencia en el poder de las élites,
siempre minoritarias y singulares.
A partir de la nueva democracia, el apartheid volverá a tener vigencia y
las luchas minoritarias revolucionarias de la insurgencia tendrán pleno vigor,
porque los insurgentes estarán siempre respaldados por la
razón de ser los auténticos voceros de las minorías selectas.
Solo así se patentizarán las aspiraciones de los menos de 10.000 guerrilleros
de todas las pelambres que en Colombia son frente a mas de 48 millones de
colombianos equivocados, que no delinquen ni atentan contra la
institucionalidad y la juridicidad.
Esa es la razón del presidente Santos y su gobierno, de las altas cortes
que nos sojuzgan y apabullan; del congreso que, por excepción y según sus
conveniencias, aún sigue ejerciendo el sistema de mayorías cuando,
si fueran coherentes con lo que predican, quienes deben expedir las leyes
y las reformas constitucionales y tributarias han ser las bancadas
minoritarias del Centro Democrático.
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