EL MUNDO AL REVÉS

Por Peloecaña

Estamos siendo testigos de acontecimientos sórdidos, pero no tan extraños; la inconsecuencia y la falta de coherencia están a la orden del día. Veamos:

A raíz de la postura asumida por el último embajador de Colombia en Washington y exministro de Defensa del régimen, doctor Pinzón, quien tuvo la audacia de pensar por su cuenta y riesgo y la imprudencia de expresar sus opiniones al público, los colombianos tuvimos que padecer una demostración más del cinismo de Juan Manuel Santos Calderón.

El presidente afirmó, sin rubor ni titubeo, lo siguiente: "La lucha por el poder saca lo peor de la condición humana". 

Todavía estaba presente el eco de la anterior afirmación y reforzó su osadía y su talante de desvergonzado y trajo a colación una frase de Thomas Jefferson: "Se pierden amigos todos los días y aparecen traidores día por medio".

¡El mundo al revés!

Se necesita estar signado con un grado superlativo de cinismo y desfachatez para que Santos haga confesión tan patética como la suya.

Claro que quien tiene la más absoluta carencia de valores, como la lealtad, la transparencia de alma y corazón, el santo temor de Dios, las buenas costumbres, la ética personal y social, puede decir por experiencia propia, y por haber practicado durante toda su vida esa manera de ser, que en la lucha por el poder todo vale y todo está amoralmente permitido.

Él ha mostrado, durante toda su existencia, su impronta de tahúr consumado, de habitante permanente de garitos.  

Santos no puede sostener, con un minimum de validez,  que todos los días se pierden amigos, porque él nunca ha tenido amigos, no conoce ese nobilísimo sentimiento que es la amistad. No se puede perder lo que nunca se ha tenido. 

Él no ha sido traidor día por medio; él es traidor todos los días, las 24 horas, de domingo a domingo.

¡El mundo al revés!

Quienes todos los días le dan garrote a la religión, porque la consideran el "opio del pueblo", los ateos confesos y ateos delirantes, los que no creen ni en el rejo de las campanas, esperan con ansiedad, la visita del Papa Francisco a Colombia, porque ya le asignaron la misión y parece que él la aceptó, de impartir la bendición "Urbi et orbi", a los acuerdos de La Habana.

Mientras firma el decreto de beatificación del Obispo de Arauca, Monseñor Jesús Emilio Jaramillo, asesinado por el ELN, los elenos también lo necesitan para que perdone y avale sus verdugos, y les imparta la bendición en la que no creen.

Contrario sensu, quienes nos decimos, creemos y sentimos católicos, aunque pecadores, preocupados rechazamos esa visita y nos duele la "Teología de la Liberación", por marxista leninista y contraria a la doctrina de Cristo y de los Padres de la Iglesia.

¡El mundo al revés!

Mientras un guerrillero delincuente hasta los tuétanos es favorecido con una decisión judicial, que le concede la libertad, por haber transcurrido varios años sin que le haya sido definida su situación jurídica, un auténtico héroe de la patria, un militar integérrimo y gallardo, que en más de una ocasión arriesgó su vida para que Colombia fuera libre, el Coronel Mejía Gutiérrez, que durante más de 9 años ha sido sometido a todos los vejámenes que la justicia politizada puede impartir, sin que se haya resuelto su condición judicial, impetra se le conceda libertad provisional, el juez de conocimiento falla en torcido y tortuoso antiderecho, para confirmar que el mundo está al revés.

Respetado lector, éstos son apenas tres casos de los muchísimos que hay del mundo al revés.