LA VENTA DE ISAGEN
Por Peloecaña
Oí la entrevista simultánea a la Dra. Martha Lucía
Ramírez y al cenador con c, que insiste en llamarse conservador, y que
igual que su colega marxista, también se
peda.
No soporté sino la primera respuesta al entrevistador,
ofrecida por el pseudo godo, porque la pobreza de sus argumentos me sacó
corriendo y me negué a escuchar más.
Afirmó el enmermelado cenador, con c de costeño, en
la única respuesta que le oí, que por ser los líderes dentro del gobierno de la
venta ominosa de ese activo, propiedad de todos los colombianos,
también miembros de esa asociación para delinquir en que han convertido
el otrora Glorioso Partido Conservador, los ministros de Hacienda y Minas, su
partido les debe solidaridad, término que cínicamente homologa con complicidad;
y refuerza sus razones para justificar su postura digestiva, esgrimiendo su
militancia en la mesa de unidad, como si esa desafortunada circunstancia fuera
un honor en vez de un baldón.
¡Qué vergüenza! que sea el Partido Liberal por boca de su
codirector Horacio Serpa, uno de los señalados de la autoría intelectual del
magnicidio del Dr. Álvaro Gómez Hurtado, quien pretenda darle lecciones de
patriotismo y sentido común a esos tránsfugas del Partido de Caro y Ospina, en
este caso concreto y puntual, la venta de ISAGEN.
Proclaman los defensores del exabrupto: "O ISAGEN o
carreteras". ¡Pues ni lo uno ni lo otro! Colombia se quedará sin vías de
cuarta generación, ni secundarias, ni terciarias, ni trochas y también sin la
propiedad de las empresas generadoras de energía eléctrica.
Auguro que todo será para mermelada y para los gastos del
postconflicto.
El presidente Santos debería emplear la norma, de pronto
todavía vigente, que le da prioridad a los trabajadores de las empresas
estatales, cuando las ofrecen en venta, como primeros opcionados a ser
sus nuevos propietarios, aunque sea porcentualmente.
Y entonces, así como pretende la conexidad de los delitos
atroces cometidos por la guerrilla, con los delitos políticos, podría proponer
la conexidad laboral de las voladuras de las torres de energía, con actividades
que constituyan la presunción de la existencia de una relación de trabajo, como
trabajadores del sector eléctrico estatal, por tan altruista desempeño.
Es ahí cuando aparecerá algún erudito jurista que
esgrimirá la teoría del contrato realidad,
y entonces "Timo" y sus muchachos podrán acceder a una tajada
importante de la propiedad de ISAGEN, teniendo la certeza de que el Consejo de
Estado, con el mismo sustento jurídico, la mermelada, que avaló las actuaciones
de Petro y que pretende la nulidad de la elección del señor Procurador,
respaldará la validez jurídica de la venta de esa propiedad, por esencia
espuria.
10 enero de 2016.
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