COLOMBIA SE CANSA
Por Peloecaña
Bien vale la pena intentar un conato de
análisis político.
El país poco a poco está aterrizando que no
amarizando; el impacto del desgobierno y de los abusos del régimen empiezan a
producir resultados.
No impunemente se puede confundir la patria
colombiana y el país nacional con la caneca de la basura; ni quienes detentan
el poder pueden seguir comportándose como los depredadores del transmilenio,
que rompen y destruyen a su antojo, en medio de la más vergonzosa impunidad.
Cuando la turba liberal, instigada por los
lideres de ese partido, en marzo de 1849, a punta de garrote y de puñales,
sojuzgaron e intimidaron las mayorías del Congreso, reunido en el Templo de
Santo Domingo en Bogotá e impusieron a José Hilario López como presidente
espurio de Colombia, al ser enfrentados esos líderes rojos por la afrenta a la
democracia y a la república naciente, uno de sus mas connotados epígonos, Don
Tomás Murillo Toro, definió con cinismo repugnante que lo sucedido eran meros "retozos democráticos".
Así irrumpía el Partido Liberal a la
historia de la política en Colombia y desde ahí hemos padecido un régimen
de vergüenza; desde luego con contadas y honrosas excepciones como los Lleras y
Turbay, auténticos demócratas y gobernantes dignos.
Hoy, 165 años después, los retozos
democráticos se reiteran y las "sociedades democráticas" han sido
suplantadas por las FARC y los garrotes y puñales que violentaron las mayorías
del Congreso reunido en la iglesia Santo Domingo, para elegir Presidente, fueron
cambiados en todo el país por los fusiles de la subversión en algunas zonas
rurales y por la mermelada del gobierno, en todas partes, para falsear la
voluntad popular.
La Justicia politizada, la justicia
retaliadora, la justicia garrote ha rebasado todos los límites de oprobio y
atropello al Derecho y Colombia se cansa, se hastía, se vomita por tanto
atropello y tanta indignidad.
La carta del Dr. Álvaro Leyva Durán al
señor expresidente Uribe es el comienzo del fin de tanta depredación y de tanta
mentira.
La última orden de timochenko al Presidente
Santos es la más patética demostración de la subordinación del desgobernante a
la guerrilla prepotente y sobradora.
La petición de los expresidentes
Betancur, Gaviria, Pastrana y Uribe es un llamado a que vuelvan la
dignidad y la majestad de la justicia, tan pisoteada por el minifiscal actual,
de cuyo nombre no quiero acordarme.
22 de octubre de 2014
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