LA
LIBERTAD DE PRENSA, UN DERECHO ABSOLUTO E ILIMITADO
Por Peloecaña
Como todos los días tenemos que leer u oír todo lo que significa ese
inalienable derecho de los periodistas y sus medios a ejercer lo que han dado
en llamar la libertad de prensa, y que los comunicadores han acoyundado a otro
derecho también sagrado y excelso, la libertad de información, voy a referirme
a tan espinoso tema.
Quienes han incursionado en el análisis sobre esta materia han dado en
sentar un precedente infalible: "la
noticia ha de ser cierta y el comentario libre".
Pero el culto y el respeto a la verdad a veces choca con el concepto de
libertad de prensa y de información, entonces la costumbre ha eliminado la
primera parte del aforismo precitado y, a fuerza de no aplicarlo, ha de decirse
en materia de noticias y comentarios, todo es libre, todo vale, porque la
verdad ha de sacrificarse en aras de tan invaluable beneficio, la libertad sin
ambages y sin el más leve asomo de sombra o palidez.
Los comunicadores son, sin duda, jueces con competencia y jurisdicción
plena y discrecional para juzgar y dictar sentencia casi siempre sin plena
prueba, absolutoria o condenatoria, según sus compromisos ideológicos,
contractuales o laborales, de todo lo que sea sometido a su juicio inclemente y
que haga parte del radio de acción, el cual parece ser ilimitado y, desde
luego, para emitir sus juicios no tienen procedimientos ni cánones que
cumplir; el periodismo ha de ejercerse
sin la obligación del respeto a muchos valores que han de periclitar siempre
ante ese dios prepotente y omnipotente que significa su derecho simple,
elemental y obvio, que ellos y la sociedad han puesto por encima de todos los
derechos: la libertad de prensa.
El expresidente Uribe y su entorno siempre han estado sometidos a ese
régimen de libertad de prensa, hoy si y mañana también, que algún sector de la
prensa utiliza sin fórmula de juicio, para condenarlo en sentencia de única
instancia, como corrupto, paramilitar, evasor de impuestos, asesino y mucho
más.
Al Procurador General de la Nación, todos los días la prensa lo declara reo
de ser Católico y Conservador; es decir reo de tener principios religiosos y
políticos.
A los militares, algunos comunicadores les endilgan crímenes que solo en la
imaginación alienada de sus ideologías existen y que los mismos comunicadores
bautizaron con el nombre genérico de "falsos
positivos" .
¿De cuantos falsos positivos son reos los periodistas mentirosos y
tendenciosos?
Cuando después de más de ocho años de privación injusta de la libertad del
gallardo y valeroso militar que comandó la recuperación del Palacio de
Justicia, para la democracia colombiana, los jueces de la república a través de
su más alta instancia lo declararon inocente, como tenía que ser, no hubo un
solo medio de los que siempre lo zahirieron y vejaron que aceptara su conducta
equivocada.
Para la prensa libre de este país no existen las normas constitucionales
que consagran el derecho al buen nombre y a la privacidad de las personas; esos
son embelecos leguleyistas.
Muestras del dechado:
La columnista estrella de la revista Semana, en su penúltima columna que
tituló: Sin las farc ¿habrá uribismo?,
dejó constancia de un compendio de imparcialidad, objetividad y
mesura. Leer para creer.
El expresidente Uribe tuvo la audacia y la osadía, a través de un twiter,
de referirse al periodista Yoir Akerman, en ejercicio del derecho a su legítima
defensa, y para su desgracia se olvidó de
que la libertad de prensa es un derecho subalterno al de
defenderse; ¡y quien dijo miedo! la Fundación para la Libertad de Prensa
literalmente se salió de entre el cuero, se rasgó las vestiduras, se bañó en
rescoldo, se flageló, porque el Gran Colombiano tocó leve y justamente al
comunicador y Semana tituló: Álvaro
Uribe estigmatiza a los periodistas.
Solo los periodistas tienen el derecho preferencial y prevalente de
estigmatizar a todo el mundo.
Como algunos periodistas viven de pelea permanente con la objetividad y con
la verdad, cuando entrevistan a personajes que no son de sus afectos, los
acosan, los interrumpen y pretenden que los entrevistados den las respuestas
que ellos quieren oír; esa respuesta es su trofeo periodístico, su alamar
profesional, su impronta de
eficiencia.
Hay dos maneras de abusar de la libertad de prensa, informando cosas ajenas
a la verdad u omitiendo la información de hechos que, desde luego, son
noticiosos, pero que saben que incomodan a sus mentores y mecenas.
Hace varias centurias, Pascal afirmó: "La verdad está tan obnubilada y la mentira tan sentada, que a
menos de amar siempre la verdad es imposible conocerla".
P.S. Valdría la pena que algún estudioso, objetivo y serio nos ilustrara,
acerca de cuál ha sido el aporte de la libertad de prensa a la violencia en
Colombia.
Espero que sobre mi caigan rayos y centellas, pero tengo el pararrayos de
mi honestidad personal y de la veracidad de mis conceptos.
Peloecaña, no necesitas pararrazos. Quienes tuvieran deseos de descargar sobre ti infundados argumentos no lograrian tener la carga necesaria para producir la mas leve chispa.
ResponderEliminarQuien le pondra el cascabel al gato? Quien y cuando hara un juicio a los "periodistas" que en su pesca quieren exhibir hasta lo impescable?
Sobrado en todo este Pelo.
Suday
Que buen articulo y que descripción tan clara sobre la mal llamada libertad de prensa,que no es sino el trabajo de los mermeludos pagados por el régimen para atacar a los contradictores del Santismo-
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