martes, 5 de diciembre de 2017






RAFAEL NIETO LOAIZA

Por Peloecaña

El Partido Centro Democrático, por ser consecuente con su nombre, abrió la posibilidad de un abanico de precandidatos a la Presidencia de la República y, una vez definida su opción, esta escogencia será sometida al siguiente paso de selección que implica tener en cuenta lo pactado entre los expresidentes Pastrana Arango y Uribe Vélez, las dos columnas fundamentales de la Gran Alianza por Colombia.

En el anterior mensaje me referí a cuatro de los precandidatos y anuncié un comentario destinado únicamente a analizar el nombre y la persona del Dr. Rafael Nieto Loaiza.

Respetuoso de la opinión y la adhesión libérrima de todos, no puedo sino esperar un respeto recíproco a mi elección.

El Dr. Rafael Nieto Loaiza es un colombiano que ha demostrado amor profundo y racional por su país, por la nación constituida en ese país, y por lo telúrico que implica que ese país y esa nación sean su patria entrañable.

Cincuentón mesurado y sesudo, lleno de merecimientos, por sus atestados académicos, por su demostrada capacidad de servicio y su responsabilidad, ostentada siempre que ha sido llamado a servir cargos públicos o al ejercicio profesional, no podía estar ausente de la política, entendida tal actividad como la mejor manera de servir con dignidad y eficiencia el bien común y el interés general.

Cuando, por desgracia, el cálculo personal, la ambición dañina y el pragmatismo son la impronta de quienes ejercen la politiquería en vez de la política, aparece esta figura destacada en el firmamento del servicio público y del arte de gobernar, que dejó muestra de su talante, como administrador cuando ejerció, con lujo de detalles, el cargo de Viceministro del Interior y de Justicia, en el primer cuatrienio del Presidente Uribe, y bajo la batuta del Dr. Fernando Londoño Hoyos, exigente como el que más, al momento de escoger sus colaboradores.

Cuando le correspondió asumir la defensa de los intereses de Colombia, frente a las pretensiones expansionistas de Nicaragua, lo hizo con lujo de sapiencia jurídica y ajustado a su bien ganado prestigio de internacionalista destacadísimo, hasta que los compromisos de este Gobierno cedieron en aras de satisfacer la afinidad ideológica de las FARC con el régimen marxista de Ortega, y Santos y su Canciller periclitaron ante los intereses de la guerrilla, que siempre han ido en contravía  de los altísimos intereses de la patria.

Entonces el Dr. Nieto Loaiza dio un paso al costado y dejó toda la responsabilidad en manos del gobernante apátrida y su ministra de relaciones exteriores, con los resultados por todos conocidos.

El talante del precandidato de mis afectos y preferencias "Es un estado de ánimo, una disposición espontánea; es una situación anterior a la actitud, una voluntad inadvertida de captar, de comprender o rechazar. Tiene, por tanto, una importancia decisiva en la aptitud gnoseológica", según el Dr. Álvaro Gómez Hurtado. Por eso continúa el mártir colombiano: "Las cosas son, en política, como nuestro talante nos las permite apreciar."

Yo percibo que el Dr. Rafael Nieto Loaiza es de ese talante; por eso mi adhesión racional con él. Si fe es la adhesión a un ideario y a una persona, me declaro Nietista irredento.

Su comportamiento patriótico y político, que nos llevó al triunfo del NO en el plebiscito, siempre contó con su fervor y su pasión por Colombia.

Siempre ha sido coherente y lógico, jamás zigzagueante y sinuoso; por eso el Dr. Uribe Vélez lo invitó a conformar la lista de los precandidatos a la presidencia, por el Partido que él lidera.

Además, el más convincente en la campaña política ha sido Rafael Nieto Loaiza;  por eso estoy con su nombre y su persona.


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