viernes, 27 de octubre de 2017








DE LAS VERDADES JURÍDICAS

Por Peloecaña

Como los términos absolutos y rotundos contenidos en el editorial de La Hora de la Verdad de hoy, 27 de octubre de 2017, expresaron opiniones que no son válidas desde el punto de vista jurídico, para poner en duda la solvencia política del Dr. Álvaro Uribe Vélez, cuando después de exaltar la honestidad y valía  personal del Dr. Oscar Iván Zuluaga E., dejó en claro que  mientras su plena y absoluta inocencia estuviera sub judice, como el mismo Zuluaga lo ha expresado, su precandidatura presidencial no estaría en juego.

El editorialista de La Hora de la Verdad, con una argumentación engañosa, prevalido de su bien ganada fama de jurista macizo y robusto y de discente recorrido por las aulas donde ha  enseñado  Derecho, esgrimiendo sus opiniones subjetivas referidas a la figura jurídica de la cosa juzgada y a la decisión administrativa del Consejo Nacional Electoral que, en actuación oficial, dijo que el candidato presidencial del Centro Democrático en las elecciones del año 2014, Dr. Oscar Iván Zuluaga E., no incurrió en conductas que encuadren dentro de la financiación indebida de su campaña, y que no está probado que a la misma ingresaron dineros oscuros u opacos del más grande corruptor político de los últimos tiempos, el pulpo monstruoso,  Odebrecht.

Yo no pongo en duda el fundamento válido de esa determinación del Consejo Nacional Electoral, como tampoco tengo duda alguna de la reciedumbre moral del Dr. Zuluaga.

Al referirme puntualmente a las inexactitudes y a las afirmaciones hiperbólicas del defensor del candidato del Centro Democrático, en el año 2014, presento de antemano disculpas rendidas a los lectores de esta nota, que sean ajenos al tema académico de las ciencias jurídicas, y me propongo ser lo más didáctico posible.

Las sentencias judiciales, son la expresión válida, legal y competente de los jueces, encargados de dirimir conflictos entre particulares o entre éstos y el Estado, o de castigar o absolver a quienes se les endilga  y prueba,  o no, una conducta que la ley califica como delito y que siempre pone fin a una situación jurídica concreta.

Un acto administrativo, en Colombia, es la manifestación de la voluntad de la Administración que produce efectos jurídicos, y que está cobijado por la presunción de legalidad.

Según sentencia C-55/98, refiriéndose a los miembros del Consejo Nacional Electoral, la Corte Constitucional dijo: "No es posible asimilar a los miembros de dicho Consejo, con los Magistrados de las Altas Corporaciones que ejercen la función de administrar justicia..."

"No obstante, la loable actividad que desempeñan los miembros de aquel organismo, sus decisiones son de índole administrativo y no jurisdiccional, y además son susceptibles de ser anuladas por la jurisdicción contenciosa administrativa". (La negrilla es mía).

El propio Consejo Nacional Electoral, mediante su Resolución Nº0420 del 8 de marzo de 2006, proclamó en la parte motiva de ese acto administrativo: "Ahora bien, la jurisprudencia de la Corte Constitucional  ha interpretado el Artículo 265º, (se refiera a la Constitución) como fuente de potestades de regulación en cabeza del Consejo Nacional Electoral, advirtiendo que dicha potestad se limita a la expedición de normas de naturaleza operativa y administrativa, destinadas a regular los temas propios de su competencia (...)".

Así las cosas queda claro, con claridad meridiana, que lo que el Consejo Nacional Electoral  profirió, en este caso puntual, fue un acto administrativo, mediante el cual definió que a la campaña del Dr. Oscar Iván Zuluaga E.,  de 2014, no llegaron dineros de Odebrecht.   

También está fuera de toda duda de que no nos encontramos frente una sentencia judicial o jurisdiccional.

Pasemos a analizar la figura de la Cosa Juzgada, que es una institución propia del derecho, cuya finalidad esencial es garantizar la seguridad jurídica a todos los asociados.

Hay Cosa Juzgada Constitucional, Cosa Juzgada Penal, Cosa Juzgada Civil, Cosa Juzgada Administrativa, etc., pero siempre frente a fallos judiciales. Jamás ante actos administrativos.

Por la universalidad de la Cosa Juzgada, me permito traer a colación opiniones de autoridades judiciales argentinas.

De la Cosa Juzgada Administrativa: "El principio de la Cosa Juzgada Administrativa no es, en modo alguno, absoluto ni tiene carácter de invocabilidad definitivo; no posee, en términos generales, el mismo alcance de la Cosa Juzgada Judicial, porque se trata de dos situaciones de diferente naturaleza. Así, mientras los jueces no pueden volver sobre lo que está juzgado, sino cuando la ley autoriza excepcionalmente el Recurso de Revisión, si puede el poder administrativo volver sobre lo decidido cuando, sin perjuicio de los derechos de los particulares, trate de corregir sus propios errores."

Teniendo en cuenta lo anterior, esa es la razón de la figura propia del Derecho Administrativo que se conoce como la Revocatoria Directa.

En conclusión, la tesis del Director de LA Hora de la Verdad no es válida cuando invoca, con tanta vehemencia, la Cosa Juzgada, y menos cuando la utiliza para cuestionar la opinión del Dr. Álvaro Uribe Vélez.

Dr. Oscar Iván Zuluaga, ¡con amigos así para qué enemigos!


martes, 24 de octubre de 2017







HIPÓCRITAS


Por Peloecaña

Las publicaciones proclives al régimen y amamantadas por el establecimiento, que hoy  escandalizan a todos los hipócritas,  tienen la genialidad de la verdad y constituyen el mensaje publicitario válido de la Honorable Representante a la Cámara, por el Centro Democrático, doctora Margarita Restrepo, que por las redes sociales emitió la foto de los más sonados exponentes del farcsantismo, con una X  en cinta aislante sellándoles los labios, junto con la leyenda: "Bravucones inconscientes, los callaremos en las urnas".

Que es un atrevimiento y una osadía que atenta contra la libertad de expresión; que ahí está pintado el Centro Democrático; que patatín patatá. 

Cuánta diferencia con el procedimiento empleado por  un parlamentario que vive peleado con el jabón y el agua; que visita los pabellones de los delincuentes condenados que habitan las cárceles colombianas, buscando entre sus pares testigos falsos, para denostar de los políticos decentes que no piensan como él y que le huyen a su pestilencia física y moral.

La misma disparidad de estilo del exgobernador de Antioquia y exalcalde de Medellín  que no dudó un instante en mandar a la reclusión, basado en falsos testimonios, a su antecesor el doctor Luis Alfredo Ramos Botero.

El mismo contraste con la impronta que distingue al senador costeño, otrora beneficiario del poder, cuando lo  ejerció  el Presidente Uribe, a quien traicionó emulando con el presidente Santos, al que, desde luego, también abandonará a partir de 7 de Agosto de 2018, porque la ubre del poder cambiará de dueño.

El mismo comportamiento de quien, desde las alturas de la heliotropía del régimen, ejerce la facultad discrecional de vetar a sus copartidarias, también liberales, por ser mujeres y aspirar con justicia y merecimientos a una candidatura presidencial.

El mismo talante de quien abandonó a Samper, siendo su vicepresidente, para asumir la paternidad del engendro que es la Constitución de 1991, y para consumar la más abominable de las felonías al país, a la Patria y a la Nación Colombiana al ejercer, sin rubor, la vocería del régimen Farc-santos en los monólogos de La Habana.

Comportamiento, también contrastante con el de la doctora Margarita Restrepo, el asumido por la más merecedora de las voceras de las marchantes de todas las plazas de mercado que en Colombia han sido. 

Pero aplaudo sin ambages ni reservas, ni restricciones el sello en los labios y la sentencia certera: "Bravucones inconscientes, los callaremos en las urnas".

Suerte distinta la que nos espera, si la victoria de la democracia cede ante la bravuconada del eje farc-santos; la cinta aislante en los labios será reemplazada por plomo en el corazón.

¿Y qué decir de las opiniones de los escribidores de las páginas oficiales de columnistas de la prensa enmermelada?

Doctora Margarita Restrepo, mis parabienes por no tener ni una pizca de hipocresía.

Doctor Iván Duque, esa opinión, la de su colega parlamentaria, es unánime, y su salvedad es la excepción que confirma la regla.


jueves, 19 de octubre de 2017





PROPUESTA  PARA ESCOGER UNA CANDIDATURA PRESIDENCIAL

Por  Peloecaña

Como no me gusta el sistema  que algunos dan como el escogido para designar el candidato presidencial del Centro Democrático, consistente en un dudoso e infiable sistema de encuestas que, como bien lo definiera María Isabel Rueda, es igual al juego de quien va quedando eliminado por falta de asiento, quiero presentar una propuesta cuya paternidad  no es mía, sino que fue esbozado hace varias semanas por el Senador del Centro Democrático, José Obdulio Gaviria y que él presentó como el utilizado por la Iglesia Católica, denominado el Cónclave y que se ha empleado secularmente con rotundo éxito, para escoger el Papa.

Mi fórmula es más explícita y puntual:

- Que sea para escoger los  candidatos a la Presidencia y a la Vicepresidencia, no en representación del Partido Centro Democrático, sino los candidatos insignia de La Gran Alianza por Colombia.

- Que los participantes en ese cónclave, con derecho a voz y voto, sean únicamente los cinco precandidatos del Centro Democrático, doctores Paloma Valencia, María del Rosario Guerra, Iván Duque, Carlos Holmes Trujillo y Rafael Nieto,  además, Martha Lucía Ramírez y Alejandro Ordóñez.

- Que antes de ponerse bajo llave en la Capilla Sixtina, que congregue los cardenales electores y con vocación de ser elegidos, suscriban el compromiso solemne y sagrado de respetar el resultado de su decisión, cualquiera que ésta sea, y de trabajar en pro del triunfo de la fórmula por ellos escogida, asumiendo, desde luego, la obligación de defenderlos, a cualquier precio,  de los embates del régimen, que vendrán desde todos los frentes  de la alianza siniestra Farc - Santos, y de la actitud sesgada y previsible de la prensa fletada.

- Que no puedan votar por ellos mismos, ni en blanco, ni que se les permita abstenerse.

- Que igual que el cónclave que puso fin al cisma de Avignon, sean encerrados a cal y canto hasta que por la chimenea de la sede de su reunión salga humo blanco y los doctores Pastrana y Uribe puedan anunciarle a Colombia: "Habemus candidatos".

Los candidatos así elegidos, serán confirmados por la convención o asamblea general de la Gran Alianza por Colombia y luego todos, sin excepción, trabajaremos incansables y sin fatiga para obtener el triunfo que la Patria requiere ya.

Solo así obtendremos la victoria y la paz tan anhelada y merecida, y rogaremos a Dios que los elegidos no nos resulten de la Teología de la Liberación.


domingo, 15 de octubre de 2017






BASTA  YA

Por Peloecaña

Hace centurias, al pensador francés Pascal le dio por escribir: "La verdad está tan obnubilada y la mentira tan sentada, que a menos de amar siempre la verdad, es imposible conocerla".

Pero antes que Pascal,  el Maestro de maestros había dicho: "La verdad os hará Libres".

Mahatma Gandhi sentenció: "Aunque la verdad esté en  minoría, seguirá siendo la verdad".

Para Aristóteles, "La única verdad es la realidad".

Séneca opinó: "El lenguaje de la verdad es simple y sin artificios".

"El río de la verdad va por un cauce de mentiras", proclamó Rabindranath Tagore.

"La mayor parte de los hombres, falseando la verdad, quieren aparentar ser mejores": Esquilo.

Sócrates nos legó: "La mentira gana basas, pero pierde el juego".

 Y el Manco de Lepanto escribió: "La verdad adelgaza, pero no quiebra."

Seguramente, si se hiciera una compilación de las frases encaminadas a exaltar las bondades de la verdad y señalar el asco que produce la mentira, se lograría una enciclopedia de varios tomos.  

Este preámbulo para significar, que estoy hasta la coronilla de tanta alharaca utilizando la mentira con pretensiones rabiosas de verdad.

De tanto apurar mentiras empacadas en envase  auténtico de bebidas espirituosas como el champan  "veuve de clicquot", cuando no dejan de ser simple guarapo fuerte, estamos perdiendo el buen gusto y, por obra del mentiroso con fama de certero, estamos entre los creyentes de embustes y leyendas.

Nos han vendido la idea, con un tremendismo propio de Manuel Benitez, "el Cordobés", que estamos frente al arte y la maestría profunda de Santiago Martín "el Viti". 

¡Pues ya se colmó la copa, no admitió la última gota y se derramó! A raíz de la sentencia de la Corte Constitucional que, dicen, blindó los acuerdos de La Habana consagrando como fallo ejecutoriado y, desde luego, en firme la imposibilidad de modificar, bajo ninguna eventualidad jurídica, los malhadados y nefandos acuerdos, antes de que transcurran tres períodos presidenciales y del Congreso de la República, nos tenemos que tragar ese sapo o, lo que es parecido, comulgar con ruedas de molino.

¡Pues no! el hiperbólico y barroco jurista que tal afirmación hace, ante nuestra pereza intelectual, ha asumido la delegación que nadie le ha otorgado de leer por todos nosotros, lo que no está escrito; entonces, de su lectura sesgada y premeditadamente mentirosa, continúa el proceso lógico e interpreta, para sus oyentes y lectores, según sus conveniencias, las sentencias que no dicen lo que el sabio jurista dice que dicen.

¡Pues bien! como primero cae un mentiroso que un cojo, de donde menos se espera, del cubilete de un mago anodino, salta la liebre.

El eminente jurista, Dr. Miguel Ceballos Arévalo, ex viceministro de Justicia y Decano de la Escuela de Política y Relaciones Internacionales de la Universidad Sergio Arboleda, que sí leyó a conciencia el  fallo del supuesto blindaje y que está bien lejos de ser filosantista, coloca las cosas en su lugar, cuando, para la Revista Semana, escribe: "Volvió a ganar el NO".

Permítanme rematar este escrito, citando a Stephen King: "La confianza de los inocentes es la más útil herramienta de los mentirosos”.