viernes, 31 de julio de 2020





LA COMISIÓN DE LA VERDAD

Por Peloecaña

Sólo los no natos Acuerdos de La Habana pudieron gestar en su vientre fetal esperpentos éticos, como la Comisión de la Verdad, hermanos del contubernio entre las farc y el gobierno Santos y sus aúlicos, iguales a la Jep, y a todo lo intentado en ese engendro diabólico.

Una enseña del marxismo tropical ha sido someter la verdad a una comisión de mentirosos, cuando este valor de la humanidad no tiene que estar prisionero de una comisión de ninguna índole: la verdad es o no es. 

Siempre estará por encima de conciliábulos, aquelarres, tenidas, complots de cualquier naturaleza, so pena de dejar de ser lo que por esencia es, la coincidencia entre lo dicho o visto y lo sucedido; es decir, la simple y llana verdad.

La periodista María Andrea Nieto, de la revista Semana, en su espacio El Control, hizo pública una carta dirigida por uno de los miembros de la tan cuestionada comisión, el Mayor retirado del Ejército y abogado, Carlos Guillermo Ospina Galvis, que se coló en ese cuerpo, en representación de los militares víctimas del conflicto armado, en la que protesta y hace gravísimos señalamientos a sus compañeros, por haberle negado al Coronel Hernán Mejía Gutiérrez el derecho a ir allá a decir la verdad.

He buscado, con mucha delectación, la opinión de personajes de connotación universal en distintas disciplinas de la cultura, su pensamiento  acerca de la verdad, y esta es la opinión de ellos, que quiero compartir con los lectores de Desiderata.

La frase que me conmueve, y que varias veces he citado en mis escritos, es la del científico francés Blass Pascal, cuyo texto es: "La verdad está tan obnubilada y la mentira tan sentada, que a menos de amar siempre  la verdad, es imposible conocerla".

"La verdad se corrompe tanto con la mentira, como con el silencio". (Marco Tulio Cicerón).

"No hay camino para la verdad, la verdad es el camino".  (Mahatma Gandhi)

"La verdad es incontrastable, la malicia puede atacarla, la ignorancia puede burlarse de ella, pero al final la verdad está ahí". (Winston Churchill).

"Todo aquel que no se tome en serio la verdad para las pequeñas cosas, no puede ser confiable para las cosas importantes". (Albert Einstein).

"Una mentira ya ha recorrido medio mundo, cuando la verdad apenas se está atando los zapatos". (Charles Spurgon).

"Tres cosas no se pueden esconder por mucho tiempo: El sol, la luna y la verdad". (Buda).

"La verdad es como el sol, puede ocultarse por un tiempo, pero seguirá ahí". (Elvis Presley).

"A un mentiroso no se le puede creer, aunque diga la verdad". (Esopo).

"El arte es la mentira que nos permite darnos cuenta de la verdad". (Pablo Picasso).

No le dará pena al cura De Roux ser el presidente de tan vergonzante comisión?

lunes, 27 de julio de 2020




¿HASTA  CUANDO CATILINA ABUSARÁS DE NUESTRA PACIENCIA?

Por  Peloecaña

Nunca antes había escrito Desiderata, con tanta motivación intelectual y espiritual, con tanta indignación y conmovido hasta el summum, por la decisión de bufones y payasos fungiendo de jueces.

Hoy lo hago evocando a Marco Tulio Cicerón, citando la más connotada expresión de su oratoria insigne, hastiado y molesto, por la empecinada y reiterada actitud de Catilina contra la institucionalidad de Roma.

El 9 de julio, el Presidente de la República escribió en las redes sociales el presente mensaje: "Respetando la libertad religiosa de nuestro país y en clara expresión de mi fe, hoy celebramos 101 años del reconocimiento a nuestra Virgen de Chiquinquirá como patrona de Colombia. Todos los días, en profunda oración le doy gracias y le pido por nuestro país".


Un sujeto, a cuyo nombre no quiero referirme, en ejercicio de su legítimo derecho, instauró una acción de tutela contra la anterior manifestación personal del doctor Iván Duque Márquez, de su fe católica, contenida en el texto impugnado, y presumo que tuvo en cuenta la opción que le otorga la ley, de escoger el juez que conozca de la protección de sus derechos fundamentales presuntamente vulnerados y que fallara, como falló. 

Pues bien, el tutelante acudió a la Sala de Decisión del Tribunal Superior de Cali porque el Presidente no tiene derecho a compartir con los millones de católicos que en Colombia somos, su admiración, su fervor y su gratitud que, desde luego, todos le debemos a Nuestra Señora la Virgen de Chiquinquirá.

¿Hasta cuando jueces marxistas y del frente guerrillero de las togas, abusarán de nuestra paciencia?

El dizque magistrado con letras minúsculas, ponente de la falla, que no fallo de tutela, fue un tal Germán Darío Gómez; pieza para enmarcar, para la historia judicial colombiana, como modelo y prototipo de lo que un juez sabio y honesto nunca debe hacer.

El mensaje del doctor  Duque Márquez deja expresa constancia, en la premisa mayor de su silogismo, de su respeto a las creencias ajenas y hace pública adhesión a su fe católica, pero el ponente de marras, en alarde de analfabetismo funcional no pudo entender esa constancia de respeto al pensamiento ajeno y a la exaltación del suyo.

El juez analfabeta funcional y estulto no se acuerda o ignora, de mala fe, con dolo específico, cometiendo prevaricato monumental, que al posesionarse del cargo que inmerecidamente ostenta juró cumplir la Constitución y la ley.

Como no goza de la comprensión de la lectura no puede asimilar el texto, y menos el espíritu, de los artículos 13º; 18º; 19º; 20º que, desde luego, también se aplican al Presidente de la Republica, como persona sujeto de los derechos precitados.

Tampoco conoce, por incapacidad mental, lo que dice el artículo 86º de la Constitución, que define y desarrolla la Acción de Tutela.

Pero no se le pueden pedir peras al olmo.

Por favor, que un pedagogo respetable y creíble o un psicoanalista, ojalá freudiano, intente explicarle al ponente de marras, el Capitulo 5,  De los deberes y obligaciones, de la Constitución, artículo 95º.

Sólo le faltó, al referido ponente, encabezar su propuesta con la siguiente frase: "En consecuencia y teniendo en cuenta que, según mi ideología, la religión es el opio del pueblo..."; y recomendar que: "A  partir de ahora las patronas de Colombia podrán ser las senadoras Aída Abella y la segunda vicepresidente del senado".

¿Hasta cuando, jueces marxistas y pro guerrilleros abusarán de nuestra paciencia?














domingo, 26 de julio de 2020





LA ESPERANZA ES LO ÚLTIMO QUE SE PIERDE


Por Peloecaña

En un arranque de optimismo y credulidad, mas que de otra cosa, y con fe en la otra virtud teologal, la esperanza, para completar el trío, con el amor irrevocable a la Patria amada, escribo este testimonio de presentimiento, pensando  que hay luz al final del túnel, o mejor que hay luz, porque es paso subterráneo y no cueva sin salida.

Llega el doctor Iván Duque Márquez al hemiciclo de su mandato y el balance es claro oscuro, más opaco que brillante.

Quienes aceptamos, a regañadientes, la manera de escogerlo como precandidato presidencial de su partido y, voluntariamente, optamos por respaldar su nominación a la primera magistratura, sin ser sus copartidarios, lo hicimos por pura disciplina azul y porque la otra parte del dilema, era el ascenso al poder del más nefando mandatario que haya tenido la capital colombiana en toda su historia, el más nítido exponente de la izquierda marxista del país, el más incondicional simpatizante del régimen comunista imperante en Venezuela, y, por ende, el más corrupto de los politiqueros que en Colombia han sido

En este bienio que termina el 6 de agosto del 2020, hemos tenido que soportar, en carne propia, la dura y crudelísima realidad de padecer el continuismo del régimen de Juan Manuel Santos.

El déficit representativo en el gabinete presidencial de los electores que ascendimos al poder al doctor Duque, ha sido notorio, nos birlaron los amigos del autor de los Acuerdos de La Habana, la más nítida oportunidad de ver en el gobierno  a los auténticos partícipes de su elección.

Pero falta la mitad del período de gobierno y a pesar de la tozudez de los hechos, pensamos, que el próximo 7 de agosto, empieza de verdad el mandato que interpreta los anhelos democráticos de sus ilusos votantes.

Creemos que, ese día, se posesionará el nuevo gabinete, que entronizará en el poder a los representantes del uribismo y del conservatismos que nos jugamos enteros por su acceso a la Presidencia de la República, y de los que, sin haber votado por él, han dado muestras de su buena voluntad y su recto proceder, para hacer más viable la gobernabilidad en el Congreso.

Pensamos, que se cumplirá el resultado del Plebiscito del 2 de octubre de 2016, según lo establecido en el artículo 104º de la Constitución, que ordena: "La decisión del pueblo será obligatoria".

Se reprimirán la osadía y felonía de los insurgentes de la guerrilla, que se siguen burlando de lo que pactaron y esperan acordar.

Y para que de verdad se demuestre la voluntad de combatir el oprobioso accionar del narcotráfico, se judicialice a los cultivadores de coca y se inicie la aspersión con glifosato de los cultivos ilícitos.

Será mucho pedir, señor Presidente?





lunes, 13 de julio de 2020




LA  APOLOGÍA DEL DELITO Y LA INJURIA Y CALUMNIA


Por Peloecaña

Nunca antes, en la historia de Colombia, habíamos tenido que padecer una situación parecida a la sufrida por toda la nación, siendo los victimarios de ese padecimiento dos jerarcas de la Iglesia, mi Iglesia Católica.

El Nuncio Apostólico de la Santa Sede y el Arzobispo de Cali se ensañaron contra todo el pueblo colombiano, todo en nombre de la fementida paz de Santos.

Hoy, 13 de julio, el programa radial La Hora de la Verdad, que dirige el doctor Fernando Londoño Hoyos denunció, grabación al aire, la justificación hecha por el Nuncio del atentado a la Escuela de Cadetes de la Policía General Francisco de Paula Santander, en el que perdieron la vida decenas de jóvenes, a manos del ELN, por cometer la osadía de ser aspirantes a oficiales del cuerpo encargado de proteger la vida, honra y bienes de todos los asociados.

Ante tan dolorosa e inaceptable realidad, el Decano del Cuerpo Diplomático, monseñor por cierto, decidió justificar el criminal atentado terrorista, diciendo, para defender a la guerrilla autora del nefando crimen, que eso había sido un error político. ¿No sería, monseñor, que usted quiso decir un error operativo, porque la carga de explosivos estallada ha debido ser más potente, para que hubiera habido más víctimas? 

El doctor Londoño, en su espacio radial, puso al Nuncio Papal en su sitio, con la firmeza y decisión que lo caracterizan. ¡Fuera manos de intrusos en los asuntos internos de Colombia!

La Cancillería colombiana debe exigirle al Estado Vaticano el retiro inmediato de su representante en Bogotá, y la Fiscalía General de la Nación debe iniciar, de oficio, la investigación de rigor, para determinar si el diplomático de marras incurrió en apología del delito, que se conoce en el mundo como: El intento de justificar acciones ilegales, criminales, mediante discurso, que pretende que la acción delictiva en defensa del delito, se cometió por motivos políticos o religiosos. Es el elogio público de un acto criminal.

El Código Penal Colombiano, en su artículo 102º, se ocupa de describir y tipificar la conducta punible apología del genocidio así: "El que por cualquier medio difunda ideas o doctrinas que propicien o justifiquen conductas constitutivas de genocidio, o pretendan su rehabilitación, de regímenes o instituciones que amparen prácticas generadoras de las mismas, incurrirá en prisión...".

Genocidio: el acto terrorista del ELN en la Escuela de Policía General Francisco de Paula Santander. Justificación: las declaraciones del Nuncio, máxime si vienen de tan encumbrado personaje. Señor Fiscal Barbosa, tiene la palabra.

El Arzobispo de Cali, otro monseñor, fiel a su proceder proguerrillero, dijo: "El Gobierno Nacional tiene una venganza genocida contra los procesos de paz que adelantó el gobierno anterior"

Ahí está plenamente tipificado el delito de calumnia, contenido en el Código Penal.

El señor Presidente de la Republica, al tenor de lo señalado en el artículo 188º de la Constitución, debe incoar la correspondiente acción penal contra el Arzobispo de Cali.

De no hacerlo, está dando por ciertas las afirmaciones calumniosas de purpurado.