martes, 26 de abril de 2022

                                                                             

                                                                                




"EL QUE CALLA, OTORGA"

 

 

Por Peloecaña

 

El guerrillero candidato, Gustavo Petro Urrego, se solazó haciendo cargos infundados y mentirosos a altos mandos del ejército de Colombia, y su comandante, el General Eduardo Enrique Zapateiro Altamiranda, respondió con honor y lealtad, los infundios del más inmoral de los políticos, que en Colombia han sido, solo superado por sus patrocinadores  Ernesto Samper Pizano y Juan Manuel Santos Calderón.

 

Petro señaló a generales de nuestro glorioso Ejército de ser integrantes del clan del golfo, reconocida organización narcotraficante.

 

Si el comandante del Ejército, General Zapateiro, hubiera guardado silencio, ante los conceptos calumniosos y gravísimamente injuriosos, como algunos pretenden, sus áulicos y los que hoy se rasgan las vestiduras, por su normal reacción, estuvieran pregonando a los cuatro vientos: "¿Se dan cuenta? el comandante del Ejército se quedó callado, "el que calla otorga", Petro dijo la verdad. La cúpula militar debe ser llamada a calificar servicios”.

 

El General Zapateiro hizo uso del derecho a la legítima defensa, con todas las exigencias jurídicas que esa figura exige, y antes siguió existiendo desproporcionalidad entre la agresión y la reacción del agredido.

 

¡Gracias General! "hay luz en la poterna y guardián en la heredad".

 

El proceder solidario  del señor Presidente de la Republica, como Comandante Supremo  de las Fuerzas Armadas, (artículo 189º numeral 3. de la Constitución), es digno de encomio y reconocimiento.

 

La Procuraduría General de la Nación, presta y expedita, procedió a abrir la investigación, que algunos le solicitaron pero prevarica, por omisión, si no vincula a las mismas indagaciones al comandante supremo y jefe del General Zapateiro.

 

Causa estupor que al funcionario encargado de velar por la transparencia y nitidez diamantina del sufragio, el Registrador Nacional del Estado Civil, no le hayan abierto la investigación de rigor, por todas sus actuaciones en el último debate electoral, donde  acaeció el más escandaloso y repugnante fraude, a favor del partido del candidato guerrillero y por su viaje a España, acompañado por el mismo nefando personaje, a reunirse con los representantes de la empresa adjudicataria a dedo, del más cuantioso contrato, para manejar, a su antojo, la suerte de la democracia colombiana.

 

¡Gracias General Eduardo Enrique Zapateiro A.!

 

 

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