CARTA ABIERTA A J. MARIO ARBELÁEZ
Señor don
J. Mario Arbeláez
Presente
Respetuoso saludo.
Aunque no coincido con usted en muchas de sus opiniones, soy un asiduo
lector de sus escritos periodísticos, por la solvencia intelectual de los
mismos y por la agilidad de su pluma.
Permítame referirme a su última columna publicada en El Tiempo del miércoles
15 de enero pasado, bajo el título: Matar
al jefe.
Teniendo como fundamento la autorizada voz del Diccionario de la Lengua
Española, de la Real Academia Española, encontramos que la única acepción
de paramilitar es: "Dicho de
una organización civil: Con estructura o disciplina militar".
Así las cosas, la guerrilla colombiana, en sus distintas presentaciones, la
integran organizaciones civiles con estructura y disciplina militares. Veamos:
Las FARC: Fuerzas Armadas Revolucionarias Colombianas, EP Ejército del
Pueblo.
Reza la Constitución Política de Colombia, artículo 217º: "La Nación
tendrá para su defensa unas Fuerzas Militares permanentes constituidas
por el Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea…”
Para confirmar su condición de paramilitares, la guerrilla colombiana usa
un sistema jerárquico igual al de los militares, y sus jefes también se
denominan comandantes; además, usan uniformes de fatiga, iguales a los de las
Fuerzas Militares, de dril verde oliva y camuflados, y portan armamento de uso
privativo de los militares.
Para confirmar su paramilitarismo, sus tribunales militares, que imponen la
disciplina guerrillera, también se denominan Consejos de Guerra, como los
juicios de los militares.
Y para mejor proveer, otra guerrilla se denomina Ejército de Liberación
Nacional ELN; y, otra Ejército Popular de Liberación EPL.
Entonces, los únicos paramilitares que en Colombia han sido, son las guerrillas
filocomunistas ya citadas, todas conocidas por su militancia izquierdista.
Disidencia es un sustantivo de la lengua española, que el Diccionario antes
citado define: "1. Acción y efecto
de disidir. 2. Grave desacuerdo de opiniones."
Disidir: verbo cuya acepción es: "Separarse
de la común doctrina, creencia o conducta".
Por eso, los Leopardos Augusto Ramírez Moreno, Manuel Serrano Blanco, José
Camacho Carreño, Fidalgo Hermida y Eliseo Arango fueron disidentes de la
disciplina para perros que quiso imponerles el doctor Laureano Gómez.
También fueron disidentes de la oficialidad liberal los doctores Alfonso
López Michelsen, cuando fundó el MRL, y Luis Carlos Galán Sarmiento, cuando
creó el Nuevo Liberalismo.
Hoy los disidentes de las FARC son Timochenco y los sacrificados por la
flor y nata de esa guerrilla, que se mantiene en sus trece, en su común
conducta subversiva y fieles a su doctrina violenta y guerrerista: Márquez, El
Paisa y Santrich, protegidos por el régimen de Maduro.
Timochenco es un disidente, porque ha tratado de ser consecuente con los
Acuerdos de La Habana, que los negociadores de las FARC nunca aceptaron y que
solo acudieron a la mesa de negociación a burlarse de todo el mundo, fieles a
su talante y a su impronta irrevocablemente mentirosa.
Ahora sólo falta que la ortodoxia farciana también declare a Juan Manuel
Santos y al sacristán nadaista, como usted lo llama, Humberto de la Calle
disidentes y los convierta en objetivo mortal.
Una glosa final: si hay alguien que esté bombardeando la paz, no es la tal
derecha, ¿o es que Márquez y El Paisa se volvieron militantes de ese
sector político?
La más patética prueba de que la derecha respalda la paz de Santos,
de de la Calle y Timochenco, es el desconocimiento del resultado del
plebiscito del 2 de octubre de 2016, por parte del expresidente Álvaro Uribe
Vélez.
Peloecaña
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