PARA EL PERIODISMO COLOMBIANO TODOS LOS CAMINOS CONDUCEN A URIBE
Por Peloecaña
Está convulsionado el ambiente y alborotado el cotarro periodístico.
Resultó que la disidencia de las FARC la constituyen quienes aparentemente
han respetado los Acuerdos de La Habana, y la ortodoxia farciana la integran
los que desde Venezuela, comandados por Márquez, Santrich y el Paisa, han sido
señalados de haber ordenado un atentado mortal contra Timochenko.
Ojalá que no decidan que Juan Manuel Santos y Humberto de la Calle son
también parte de la cúpula de esa disidencia.
Si por la víspera se saca el día, hay que pensar que se repite el proceso
del exterminio de la Unión Patriótica.
La gran prensa colombiana ha descubierto otro filón informativo, el de las
interceptaciones, léase chuzadas, por orden del alto mando militar a magistrados,
políticos y periodistas, con destino al Presidente Álvaro Uribe Vélez.
La gran prensa está reviviendo el tema del hacker Sepúlveda, a
pesar de que hace rato hizo tránsito a cosa juzgada.
Han aparecido micrófonos ocultos en el despacho de un honorabilísimo señor
magistrado, y para la gran prensa el Uribismo tiene velas en ese entierro.
Vale la pena que la revista Semana nos cuente cómo se enteró de todo el
pastel que está denunciando, y que ha encontrado eco en todos los medios.
Habrá mentes torcidas que se atreven a elucubrar que fue a través de
chuzadas; otros menos conspicuos pensarán que fue por infidencias de la misma
Corte, y algunos se huelen que los infidentes fueron algunos militares,
participantes en tan sonado caso.
De todos modos, el señor Presidente Duque y su Ministro estrella, el de
Defensa, ya lanzaron las campanas al vuelo: que tiemblen los chuzadores y que
guarden sus lesnas.
Y en últimas, el generador de las interceptaciones, el destinatario
exclusivo de las mismas, y su beneficiario único, ya se conoce, es el
Expresidente y Senador y Jefe del Partido Centro Democrático, doctor Álvaro
Uribe Vélez.
Por eso sostengo que, en Colombia, todos los caminos conducen a Uribe.
Este panorama anormal y, bastante común es muy corriente en la cocalombia y marihuanada de hoy. Todos los impolutos se rasgan las vestiduras y, señalan a un Uribe Velez, indignamente y como no es. Pero que esperen el día del juicio final, haber en que quedan ante Dios. ¡Uy! Los llantos y rugir de dientes se escucharan estruendosamente. El último será el primero y los primeros los últimos. El que lo entendió, lo entendió. Pero eso si, que sigan todos los espectáculos. Tenaz como va el país.
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