viernes, 17 de abril de 2020







LA  AUTORIDAD MORAL PARA CRITICAR


Por Pelocaña


Es obligación cívica de todo buen ciudadano cultivar, ejercitar y preservar la fortaleza de la memoria y el buen juicio, para poder ser justos a plenitud, con quien, sin duda, ha sido el alcalde más probo, más sabio y más ilustre de Bacatá, Bogotá, Santa Fe de Bogotá o simplemente Bogotá D.C. desde el 6 de agosto de 1538, hasta nuestros días, empezando por Don Gonzalo Jiménez de Quesada, hasta Doña Claudia López,   y que hoy es crítico permanente e inclemente de la alcaldesa, el epónimo paladín y nunca bien añorado gobernante.

Ese ciudadano, dechado de todas las virtudes propias del gobernante excelente; honrado hasta más no poder; sabio entre los sabios; ecuánime como el primero; administrador público eficiente, efectivo y eficaz; generoso hasta el sacrificio; con un sentido de la ética y la moral públicas; inigualable siempre debemos recordarlo con la admiración y el respeto que se merece ¡ni más faltaba!

Nadie como él, tiene la autoridad que se necesita para criticar su sucesora y correligionaria, la actual mandataria de la capital de la República de Colombia.

Ha sido el primer pacifista de todos, antes que Mahatma Gandhi y Martin Luther King, sin duda superior a Nelson Mandela; casi parecido al santo Job. 

Demócrata deslumbrante; émulo de  Sir Winston Churchill y Abraham Lincoln; más patriota que Simón Bolívar, que Alberto Lleras Camargo y Guillermo León Valencia M. Y, por ende, en las antípodas de Fidel Castro y el régimen cubano; censor implacable del Teniente Coronel Hugo Chávez y de Nicolás Maduro; contradictor incansable  de Evo Morales y Daniel Ortega; antítesis de Ernesto Samper y Juan Manuel Santos; en síntesis, todo un modelo digno de imitar.

Y es entonces, desde donde esté el Dr. Jorge Eliecer Gaitán, que también fue alcalde Bogotá, replica ¡MAMOLA!

Y tiene razón el exalcalde acribillado el 9 de abril de 1948. ¡Mamola!  el contradictor de Claudia López no tiene  una pizca de autoridad para criticar a nadie, su vida es el mentís monumental a todo lo escrito arriba, que exalta como virtudes republicanas suyas, algo inexistente.

Fue militante del partido M19, en cuyo nombre asesinaron al líder sindical José Raquel Mercado; de los mismos que  robaron la espada de El Libertador; de la misma gallada que  robó las armas del Cantón Norte; copartidario de los contratados por Pablo Escobar para asaltar el Palacio de Justicia y asesinar física y moralmente los Magistrados del Consejo de Estado y de  esa sí Honorable Corte Suprema de Justicia.

Tengan en cuenta que el M19 causó más mortandad y es más letal que Covid19.

Compadre y afín con el régimen cubano y todos sus áulicos en América; cómplice de las Farc y de toda la insurgencia colombiana, de la misma ralea de Samper y Santos, y todo lo que ellos significan en la nefanda historia del país.

Y por todas sus ejecutorias, como Alcalde de Bogotá y como hombre público, corrupto hasta la médula.

Doña Claudia López: lo que la hace a usted la más afortunada, es que su antecesor de hace años, esté en su contra y la cuestione todos los días.


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