miércoles, 17 de enero de 2018





LA  CONSULTA  EN  LAS  URNAS

Por Peloecaña

Reconforta leer la carta que el doctor Iván Duque le enviara a los doctores Martha Lucía Ramírez y Alejandro Ordóñez Maldonado; nada más obvio que su propuesta de lograr un consenso programático y doctrinario, para que sea la bitácora de la campaña presidencial y el programa de gobierno a desarrollar y a ejecutar durante el o los próximos gobiernos, opuestos al binomio farc-santos.

De igual manera, debemos celebrar que sea en las elecciones parlamentarias de marzo, donde se escoja, mediante consulta democrática, al candidato triunfador de la Alianza por Colombia.

Desde luego que aspiramos a que las propuestas del doctor Duque sean acogidas por sus destinatarios.

Pero como hay que aprender de la historia, y más cuando es fresca y reciente, en  mi modestísima opinión esa consulta ha de ser limitada a quienes  somos simpatizantes de los candidatos Duque, Ramírez y Ordóñez.

Hace escasos 10 años estábamos en el mismo parangón y fuimos víctimas, todos, de los frutos de la mente torcida de Juan Manuel Santos Calderón; urdió una trama digna del mejor de los tejedores, se inventó una consulta abierta para escoger el candidato conservador, y compitieron por esa presea, el doctor Andrés Felipe Arias Leiva y la doctora Nohemí Sanín Posada.

El doctor Arias pecó de ingenuo y aceptó que la consulta fuera abierta; es decir que en la consulta para escoger al candidato conservador participaran todos los ciudadanos que quisieran, y sucedió lo que  tenía que suceder, los liberales, los de otros partidos y los sin partido escogieron a Doña Nohemí, pero después no votaron por ella, porque el propósito no era que la también antioqueña  ganara, sino sacar de la competencia al más seguro sucesor de Álvaro Uribe, el doctor Arias que contaba con la anuencia del “Gran Colombiano”.

Libre el doctor Uribe del evidente compromiso con su exministro de agricultura y paisano, optó por la candidatura de Santos y aquí nos tienen a todos los colombianos, en el caos, la frustración y al borde del abismo. 

La historia no puede repetirse; si hay consulta, que los consultados seamos los que votemos por las lista parlamentarias que respalden los candidatos en contienda, y a los doctores Pastrana y Uribe. Solo así el resultado de la consulta será vinculante, de otra manera ni riesgo.

La vocación de unión debe empezar con el ejemplo de los líderes, no es responsabilidad exclusiva de las bases. 

El doctor Pastrana no debe insistir en vetos ni anatemas, y la doctora Martha Lucía Ramírez está en la obligación política y moral de dar su anuencia a la propuesta que permita programa único y candidato único.

La salud de Colombia  requiere la suma de voluntades y el concurso de todos, pero no pongamos a terceros ajenos a nuestro interés común a decidir por nosotros. 


¡La consulta abierta está envenenada!

1 comentario:

  1. Gracias, Peloecaña, por este magnífico artículo. ¿Por qué les costará tanto bajar la cabeza y reconocer que el futuro de COLOMBIA, o sea de nosotros, está en gravísimo peligro? ¡Qué egoísmo el de algunos!

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