domingo, 2 de diciembre de 2018







LOS MEDIDORES DE COSAS Y CASOS


Por Peloecaña

Hay convenciones, casi universales, que señalan la manera de medir magnitudes de toda índole; por ejemplo, con el termómetro medimos la temperatura, con las encuestas otros pretenden medir comportamientos sociales y posiciones diversas de los encuestados, que los encuestadores  siempre  concluyen proyectando erróneamente, a  todo el conglomerado social, como si  opinara lo mismo que el  número ínfimo de interrogados.

Otra manera de valorar la realidad de los sucesos, masivamente comunicados por los medios, es teniendo en cuenta la credibilidad de los que, sin nadie haberles  encomendado esa misión, asumen que todos renunciamos a la valoración personal de los sucesos de los que hemos sido testigos y, abusivamente, piensan por nosotros, creyendo que nuestra capacidad de discernimiento está atrofiada y limitada y que necesitamos su sapientísimo concurso.

Hay personas que asumen la labor de intérpretes, cuyas versiones, antes que ayudar, perjudican al interpretante acertado y tenido por excelente; es como si a un reconocido cantor lírico, por ejemplo Luciano Pavarotti, lo suplantara cantando  una de sus arias, el tenor Gustavo Petro Urrego; igual resultado sería el pretender que si a alguien, con oído de artillero, reemplazara  la magistral interpretación que Carlos Julio Ramírez hace del bambuco Bésame Morenita, o la versión de Pedro Infante del Cucurrucucú Paloma.

Algunos  de los opinadores de la revista Semana tienen su desafinadísima versión del debate del martes anterior, en el que el Fiscal Martínez Neira volvió haches y erres a quienes lo citaron al Senado, para darle lecciones de solvencia moral, comportamiento ético y sapiencia jurídica. 

Todavía no salen del estupor, quienes lo creyeron  su criada  cabizbaja y mohína;  les resulto respondona y altiva.

Una de las damnificadas de ese ejercicio de anticorrupción, además de la senadora citante, fue la pulquérrima, objetiva e imparcial "periodista", doña María Jimena Duzán, que vio al cuestionado Fiscal, como un monstruo marino fantástico, "el Leviatán", lo encontró "descompuesto, secuestrado por su soberbia, descontrolado, desencajado".

Me asalta la duda de saber si lo que la comunicadora de Semana estaba viendo era la televisión o el espejo. 

La suma de opinadores que se niegan a reconocer la realidad del resultado del debate son la mejor medida de lo que sucedió en esa noche trágica para la izquierda colombiana; como diría cualquier aficionado a las peleas de gallos, el clan de citantes resultó landrado.





2 comentarios:

  1. ¿LOS MEDIDORES DE COSAS Y CASOS? Gustavo Petro Urrego, en nombre del Comunismo, Socialismo e Izquierda fanática y retrograda acabando de destruir todo y a la luz pública e Iván Duque Marquez, en nombre del Capitalismo, Derecha e Independencia pisoteando todo y a la luz pública. Pero eso si, el primero, es más nefasto que el segundo, con su equipo de gobierno. Sin dudar.

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  2. Maestro, todo mundo estámos esperando sus comentarios sobre la chuspa,mochila,talega o saca con billetes que contaba Petro.

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