viernes, 1 de marzo de 2019





DISCRIMINACIÓN

Por Peloecaña

La discriminación es la acción y el efecto de discriminar y, para este verbo, el Diccionario de la Lengua Española trae dos acepciones: 1ª- "Seleccionar excluyendo"; y 2ª- "Dar trato de inferioridad a una persona o colectividad, por motivos raciales, religiosos, políticos, etc."

La última es absolutamente inadmisible.

Permítanme ocuparme en este escrito de la primera: "seleccionar excluyendo".

Si nos detenemos un momento, vamos a encontrar que la naturaleza es la discriminadora por antonomasia:

Nos hizo macho o hembra; blanco o negro; amarillo o cobrizo; rubicundo o paliducho; gigante o enano; alto o bajito; gordo o flaco; sabio o necio; genio u orate; glotón o sobrio; heterosexual, bisexual, homosexual o asexual, etc.,  etc., etc.

La sociedad también discrimina, a pesar de los esfuerzos de algunos obsesos por lograr que todos seamos absolutamente iguales. ¡Qué insensatez!

El Derecho hace lo propio. Somos incapaces o capaces; imputables o inimputables; hay en todo el mundo códigos que tipifican las conductas punibles y de ellas hay toda una gama; sigue la discriminación jurídica penal señalando castigos diferentes para cada delito; habla de actos dolosos y culposos; consagra eximentes de responsabilidad y agravantes que hacen más onerosa la sanción a imponer al delincuente.

La separación, por exclusión, es evidente cuando crea las distintas ramas del Derecho: civil, penal, laboral, administrativo, constitucional, comercial, espacial y, además, se discrimina en Derecho cuando se separan el sustantivo y el procesal.

¿Se imaginan la juridicidad sin esas discriminaciones?

Y también los sabios que en el mundo han sido, discriminan el Poder Público cuando señalan la existencia de sus tres ramas, la legislativa, la ejecutiva y la jurisdiccional.

Y la educación también discrimina, cuando establece las distintas categorías que la integran: preprimaria, primaria, secundaria, superior universitaria y de posgrado.

Y hay sistemas representativos y presidenciales; y hay partidos políticos; y jueces de distintas jerarquías, con diferente jurisdicción y competencias; y parlamentos bicamerales y unicamerales; y aforados y ciudadanos del común.

Y también hay dictadores que se convierten en tales cuando deciden no discriminar y asumen la totalidad del poder, legislan, ejecutan y juzgan.

Y en Colombia, los enemigos de seleccionar excluyendo, los amigos del igualitarismo pleno son los más fervientes defensores los dictadores como Maduro, Ortega, Evo, los Castro y sus secuaces.

Y en la izquierda colombiana también discriminan, porque no son iguales Petro y Claudia; ni Santrich y de la Calle; ni Santos y Samper, aunque prediquen la igualdad para todos.

Tampoco son iguales las actitudes tolerantes y complacientes con los hipotéticamente sus pares, con el trato casi siempre violento  contra los que consideran sus dispares.

En conclusión, este es un mundo discriminatorio y diferente, nunca serán iguales los Estados Unidos de Norteamérica, Rusia y China; por eso existen Corea, la de Seul y la  del Norte; los Emiratos Árabes y Haití; la opulencia y la miseria.

Nunca serán iguales Maduro y Cabello que el venezolano del común, sea o no chavista o adverso al régimen que oprime esa nación.

Por eso los amigos de la no discriminación son unos mentirosos redomados.











3 comentarios:

  1. ¡Discriminación no señores y señoras! Es credibilidad y no existe, osea, toda esa basura socialista y lo que la circunda como la JEP, hay que terminarlas don Ivan Duque! ¿Qué espera usted? Ya mismo hágalo y que empiecen las extradiciones y las fumigaciones masivas desde el aire contra el océano hay que re-comenzarla. Esa pesadilla comunista en América Latina hay que reprimirla. No sirve por donde se le mire. Solo es extravagancia la izquierda. Y no estamos discriminando. Sus obras represivas así lo abalan. Sus sabotajes también y ni que hablar sus actos terroristas. No más. La democracia tiene que abrirse en todo el continente. Así sea. ¡Que viva la derecha y la ultraderecha!

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    1. Anotación: Es ¡El océano de coca, que nutre la maldad! Tal cual.

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  2. -Que fastidio, tener que escuchar a Juhampa, el peor presidente de la historia de Colombia y uno de los más ineptos en occidente, en la Corte Constitucional, que no digamos mucho tenga ella: fans y fanáticos. El pueblo soberano eligió fue a Iván Duque y ¿Por qué tener que oír a Alias Santiago? Dejo un país cocalero y quebrado. Por favor no más.

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