viernes, 19 de julio de 2019






PARA  MENTIRAS EL TIEMPO

Por Peloecaña

El diario El Tiempo, en su edición de hoy, 19 de Julio, nos brinda a sus lectores la más patética demostración de cómo se falsea la historia y cómo se desinforma la opinión, todo en nombre de la más preciada de todas las libertades, según los periodistas o seudoperiodistas: la libertad de prensa.

Escribe el historiador mentiroso, Don Javier Forero, en su crónica que pretende revivir la realidad de los sucesos acaecidos el  8 de septiembre de 1949 en el Salón Elíptico del Capitolio, lo siguiente:

Los Representantes a la Cámara Gustavo Jiménez, conservador y Carlos del Castillo, liberal. ¡Mentira monumental e inadmisible! Jiménez era liberal y del Castillo, conservador. ¡Casi nada de falsedad histórica!

Como yo tuve la feliz oportunidad de oír, de viva voz de un testigo presencial de los nefastos sucesos, el Dr. José Vicente Sánchez López, voy a repetir para Desiderata lo que de sus labios, con atención y respeto, escuché.

En la legislatura de entonces, en la Cámara, era mayoría numérica el Partido Liberal y quería impedir que el Dr. Mariano Ospina Pérez terminara su mandato constitucional, que iba hasta el 7 de agosto de 1950.

Para lograr su propósito, presentó a consideración de esa Corporación un proyecto de ley reformando el Código Electoral, en el sentido de adelantar la fecha de las elecciones de Presidente de la República. 

Los conservadores se opusieron a esa pretensión, argumentando que la reforma al Código Electoral no se podía aprobar por mayoría simple como la requerida para expedir  una ley ordinaria, sino que necesitaba una mayoría calificada, con la que no contaba el liberalismo, y así sus propósitos golpistas se verían frustrados.

Pero sucedió lo que tenía que suceder. El partido opositor  impuso sus mayorías y no tuvo en cuenta los argumentos del conservatismo.

Ante el atropello institucional, el Dr. Laureano Gómez, Jefe de la Bancada Azul de la Cámara, reunió a sus integrantes y les ordenó que todos y cada uno debían hacer uso de la palabra, en la plenaria, utilizando todo el tiempo que el reglamento parlamentario le otorgaba a cada representante, para dilatar al máximo el debate.

Ante tal orden, el Representante Carlos del Castillo Isaza tomó la palabra y le expresó al Dr. Gómez que él nunca había tenido una intervención pública tan larga; que él era dueño de sus caudal electoral, pero que no era la oratoria su fuerte, que lo eximiera de esa responsabilidad. Su solicitud fue negada y, a regañadientes, hubo de cumplirla.  

Al corresponderle la palabra, Del Castillo Isaza, hizo su introducción, dejando constancia de su inexperiencia como orador y empezó una diatriba contra el partido liberal.

Debo anotar, que tanto Jiménez como Del Castillo estaban representando a Boyacá en la Cámara.

Jiménez interpeló a Del Castillo, e interrumpiendo su intervención le dijo, palabra más palabra menos: usted no es del Castillo porque su papá no es Del Castillo es solamente Castillo y tampoco es Isaza, porque usted es hijo natural de una humilde mujer de apellido Suasa.

Ante tamaña afrenta reaccionó el ofendido, replicando a su ofensor: "Miente hijueputa", y desenfundó  su revólver hiriéndolo mortalmente.

Ante el peligro inminente de la balacera, todos los presentes, liberales y conservadores, buscaron protección bajo sus curules; contaba el Dr. José Vicente  Sánchez que hubo dos representantes conservadores, el general Amadeo Rodríguez, elegido por Cundinamarca, oriundo de La Calera, en las goteras de Bogotá y un representante de Nariño, que fueron los únicos que siempre estuvieron en pié y con sus revólveres prestos.

Por esa actitud erguida, el general Amadeo fue motejado por la prensa liberal como el general  "Abaleo".

El representante liberal Soto del Corral, ciudadano epónimo y respetado por todos sus colegas, fue impactado en una pierna y, a consecuencia de esa herida, falleció meses después.

Esa es la narración que oí y la que considero ajustada a la verdad histórica, coincidente con los hechos sucedidos.

Como el liberalismo insistía en tumbar al Presidente, a éste no le quedó más remedio que clausurar el Congreso y terminar su mandato.








1 comentario:

  1. El representante conservador de Nariño se llamaba Alfredo Burgos Ortega,oriundo de Pupiales,quien pistola (no revolver) enfrentó la situación.
    Pupiales municipio conservador por excelencia cuna de José Elias del Hierro Guerrero y de Domingo Sarasty Montenegro,ministro de gobierno de Laureano Gómez.
    El municipio ha elegido sin solución de continuidad los 10 alcaldes populares conservadores

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