EL HIPÓCRITA ESCÁNDALO DEL EJERCICIO DE LA INTELIGENCIA MILITAR
Por Peloecaña
Dijo Winston Churchill: "La
inteligencia es una labor tan sucia, que solo puede ser llevada a cabo por
hombres honorables".
El jurista alemán, Claus Roxin, quien ha sido tan laureado
por universidades de todo el mundo, y que ostenta más de veinte
doctorados "Honoris Causa" y que, por fortuna, aún vive, enriqueció
las disciplinas del Derecho, con su teoría, contenida en su enjundioso
estudio conocido como "Teoría del dominio de la voluntad en aparatos
organizados de poder".
Tal teoría sostiene que el dominio del hecho es base para explicar quién
tiene la condición de autor en un suceso delictivo. Según Roxin, su tesis ha de servir para imputar
responsabilidad penal a altos mandos de organizaciones criminales, que no
intervinieron directamente.
Esa teoría, plenamente válida a la luz de la razón y de la lógica jurídica,
ha sido fundamento para deducir responsabilidad penal a todos los jefes de la
guerrilla y de los grupos criminales organizados, ejecutores de tanta
depredación, así no hayan participado directamente en su ejecución.
Los grupos afines y defensores de la guerrilla colombiana, entre ellos,
"el colectivo de abogados", tuvieron la habilidad, la audacia
y el desafuero de ubicar las fuerzas institucionales del orden, es
decir la Fuerza Pública, como una organización criminal más, para poder
aplicarles la teoría de Roxin, a los comandantes de la tropa y de la policía, y
sojuzgar así desde la oficialidad mayor toda, hasta el Ministro de Defensa y el
Presidente de la República de turno, salvo durante el mandato de Santos.
A esa campaña del colectivo de abogados se unió mas de un comunicador o
periodista.
Todos los países y Estados de la tierra ejercen inteligencia contra sus
reales o hipotéticos adversarios, interna o externamente. Todos los días nos
informan de esos acaeceres; ignorarlo, es necio.
Si hay en Colombia personajes que si saben de la inteligencia estatal, son
quienes han ejercido la dirección de la agencia oficial, DAS, Departamento Administrativo
de Seguridad.
Pues, para perplejidad de todos, estas son las palabras de Ramiro Bejarano,
que desde la dirección del ente público encargado de la inteligencia, a la
que se refería Churchill, durante el mandato del más pulquérrimo de todos los
gobernantes que en Colombia han sido, Ernesto Samper Pizano. Escribió
Bejarano: "El espionaje contra
periodistas y políticos sacude al Ejercito de Colombia y pone en jaque al
Uribismo".
El expresidente Samper siempre escogió como sus colaboradores de confianza
sujetos de su misma catadura moral.
El doctor Bejarano sí que sabe de eso; por algo fue el zar de la
inteligencia durante años.
Hay periodistas expertos en demoler o intentar demoler prestigios bien
ganados y en entronizar en la galería de personajes egregios, sujetos que
no lo merecen.
Hay onegés que utilizan su poder, de manera parcializada y subjetiva, aún a
costa del sacrificio de la verdad.
Sugiero, respetuoso, algunas reformas o adiciones a la Constitución
Política de Colombia, bien puntuales y ubicadas:
Adición al articulo 13º, de la igualdad de las personas ante la ley.
Adición: "Los periodistas gozan de
mayores prerrogativas y privilegios de los señalados en el presente
artículo, por pertenecer a una clase de condiciones superiores al común de las
demás personas, y disfrutarán de tratamiento especial frente a la aplicación de
la ley".
Artículo 20º, de la libertad de prensa. Adición: "La prensa es absolutamente libre, pero absolutamente
responsable".
Para terminar, espero que los oficiales del ejército llamados a calificar
servicios, por haber hecho inteligencia, le cuenten a Colombia si lo hicieron
"motu proprio" o en cumplimiento de orden superior, para que se
aplique la Teoría de Roxín, desde que el colectivo de abogados logró que el
Ejército, nuestro glorioso Ejército, fuera homologado como una
organización criminal.
Además, como espero que tan eficaces investigadores guardan copias de sus
averiguaciones, pronto hagan público el resultado de las mismas.
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