jueves, 18 de mayo de 2017








EL RESPALDO DEL DR. URIBE Y DEL CENTRO DEMOCRÁTICO AL ALCALDE ENRIQUE PEÑALOSA LONDOÑO

Por Peloecaña

Mal parado queda el Director del programa radial La Hora de la Verdad, después de la noticia publicada en la edición electrónica del diario El Tiempo de hoy 18 de mayo, en horas de la tarde, con foto a varias columnas y a colores, en la que aparece el Centro Democrático  y su plana mayor, encabezada por el Dr. Álvaro Uribe Vélez, las representantes María Fernanda Cabal y Tatiana Cabello, los concejales Diego Molano y Diego Devia y varios ediles de la ciudad, con el Alcalde Peñalosa y parte de su gabinete, para "manifestarle su apoyo a los proyectos que está desarrollando en la ciudad y su rechazo al proyecto de revocatoria que está en curso en el Consejo Nacional Electoral."

La credibilidad de las personas,  y máxime cuando se trata de personajes públicos, es directamente proporcional a la congruencia entre lo que se dice profesar o creer y los actos que sustentan esa actitud.

Para nadie es un secreto el odio visceral irrevocable que el Dr. Fernando Londoño Hoyos siempre le ha profesado al alcalde capitalino, odio que nunca ha sido escondido o disimulado; por el contrario, siempre  notoriamente manifiesto e in crescendo, y de cuyos orígenes los oyentes de La Hora de la Verdad jamás nos hemos enterado, y que nos ubica en los terrenos de las especulaciones, o de las ciencias esotéricas y en el campo de los arúspices, todos sin bola de cristal.

La cábala más repetida es la sostenida por algunos, según la cual la causa del sentimiento primario de odio obsesivo compulsivo del Dr. Londoño, contra el burgomaestre bogotano, es la pretensión del mandatorio, durante su primer gobierno,  de trazar y construir la prolongación de la avenida 15, de la calle 127 hacia el norte, por predios del Country Club. No me atrevo a aceptar ese motivo de animadversión como causa causarum.

La verdad verdadera es que la actitud del Dr. Álvaro Uribe Vélez y su corte centro-democrática es diametralmente opuesta a la del Director Honorario y Emérito de ese partido, en este caso concreto, el asumido por los contendientes en pro y en contra del bienhallado alcalde Peñalosa.

No dudo que Dios, en su infinita bondad, iluminará a uno de sus más fervorosos hijos, el Dr. Londoño, para que reciba con humildad franciscana la desautorización a su actitud sañosa y asuma el disenso de su jefe de ayer, de hoy y de siempre.

No veo al Dr. Londoño de regreso a su Partido Conservador, para jurar bandera y velar armas bajo los auspicios de otro de sus grandes odios, el Dr. Andrés Pastrana Arango. 

Esos golpes tan rotundos y contundentes no han de borrarlo de la lucha política; no, él ha sido valeroso hasta la osadía ilimitada y todos los días da prueba de ello; inteligente en grado sumo; sabio como el que más, y sabrá asimilar el golpe, para bien de Colombia y de la decencia y la probidad en el ejercicio de la política. En este momento, el palo no está para cucharas.


Hago mías las palabras del augusto leopardo, Dr. Ramírez Moreno, a raíz del conflicto, con el Perú: "Paz en el interior y guerra en las fronteras."

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