EL MISMO ESTADO, LA MISMA PRENSA Y LA MISMA ESTRATEGIA
Por Peloecaña
Dicen las ediciones electrónicas del diario El Tiempo y la revista Semana,
órganos al servicio del régimen farc-santos, que en la tarde de hoy se
hicieron presentes más de un millón de personas, (1.000.000), en el Templete
Eucarístico del parque Simón Bolívar, para asistir a la misa oficiada
por el Papa Francisco, después del aguacero que cayó en la zona.
Como la geometría plana es parte de las matemáticas, ciencia por todos
aceptada como exacta, quiero hacer un pequeño ejercicio de cálculo del aforo
del sitio donde se celebró la Eucaristía oficiada por el Pontífice de Roma, no
sin antes dejar constancia de ser el primero en lamentar que tal
información no sea cierta, dada mi pertenencia orgullosa a la fe
católica.
Si ubicamos en un área de un metro cuadrado a cuatro personas, para
situar un millón de asistentes adultos, necesitaríamos 250.000 m2, que
son 25 hectáreas; y si la asistencia fue de más de un millón de personas se requirieron
mas de 25 hectáreas para que tan halagadora noticia sea cierta y
confiable.
La información oficial de las autoridades del parque nos dice que la
superficie total del Templete Eucarístico es de 12 hectáreas, incluidas las edificaciones, y zonas duras, es decir que
hoy no cupieron los asistentes a tan magno y esperado evento religioso,
y que hubieron de ocupar mas del doble del espacio disponible, utilizando
áreas adicionales o ubicando el doble de las personas señaladas en mi
aforo, por metro cuadrado, no obstante el mal tiempo y el riesgo altísimo
e inminente de accidentalidad, dado el apretujamiento que se hubiera
presentado.
Según la información periodística citada, los asistentes a la
misa papal pudieron haber sido más de un millón trescientas mil personas;
entonces, el espacio requerido superaría las 33 hectáreas, libres de zonas
edificadas.
Es decir, que para alojar los asistentes a la misa de esta tarde se
necesitaría más espacio que el que ocupan 30 plazas de Bolívar.
Después, cuando a los medios de comunicación los tildan de mentirosos, los
periodistas reclaman a grito herido que hay que respetar la libertad
de prensa.
¡Que ironía! cuando son los mismos comunicadores quienes no respetan su
profesión y el derecho del público a estar cierta y objetivamente informado,
derecho indisolublemente ligado a la tan cacareada libertad de
prensa.
Son los periodistas prepagos y fletados, sobornados por el régimen, quienes
renuncian a la dignidad de su nobilísima profesión, para darle plena vigencia a
la durísima sentencia de Barbey D´Aurevilly: "Los periódicos que deberían ser los educadores del público, son
sus cortesanos, cuando no sus rameras."
¡No aprenden! El mismo Estado, la misma prensa, la misma estrategia que
usaron para promover el SI del plebiscito.
Si todavía conservan los archivos fotográficos de la visita del Papa Pablo
VI y de la de San Juan Pablo II,
compárenlos con la del Papa Francisco, en el mismo escenario y en similares
eventos, la celebración eucarística del Papa, en el Templete Eucarístico.
Como católico irrevocable siento mi más enérgica protesta por la
manipulación mediática de la información, que por la calidad de los
protagonistas, el Obispo de Roma y la feligresía católica, debe ser verdadera y
cierta.
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