PRECANDIDATOS Y PREACUERDOS
Por Peloecaña
El Centro Democrático ya tiene en el
partidor varios precandidatos y, según runrunes, ahora entra a esa competencia
política un peso pesado, de altísimo vuelo y merecido prestigio, el doctor
Luis Alberto Moreno.
Por fuera del partido del doctor Álvaro Uribe
Vélez gravitan dos precandidatos; los dos de peso específico en la
política colombiana y ambos afines a él.
Si la Gran Alianza por Colombia va para
buen puerto, hay que entender que la opinión del Gran Colombiano, importante
como la primera, no puede ser única sino que habrá otras, que
deben ser tenidas en cuenta, so pena de matar la criatura en el vientre de la
madre.
No se necesita ser un lince para aceptar y
entender que los cinco candidatos del Centro Democrático y los tres
exconservadores, Ordóñez, Ramírez y ahora Moreno, cuentan todos con el
beneplácito de los expresidentes Pastrana y Uribe y del Estado Mayor de esa
gran coalición.
Ahora lo que falta es definir, cuanto
antes, unos preacuerdos que todos estén dispuestos a respetar y honrar.
Primero, hay que definir el
mecanismo de escogencia, para lograr un candidato único.
También se necesita el compromiso solemne y
expreso, asumido por todos los aspirantes, de acatar sin condiciones, ni
reservas, ni restricciones la opción resultante del ejercicio del
mecanismo acordado para hacer realidad esa escogencia, teniendo en cuenta que
los señalados son dos, un candidato presidencial y un candidato a la
vicepresidencia.
Los así señalados y escogidos requieren
atributos exclusivos y probados: lealtad sin sombras, probidad sin límites y
sabiduría y prudencia de estadistas, que la hora de la Patria requiere.
Pero ese es el primer paso del camino largo
y tortuoso por recorrer; lo que sigue es elegir al Congreso unas mayorías que
logren, sin titubeos ni cálculo personal, el cambio que Colombia clama a gritos
y, sin duda, en la bancada solidaria con el nuevo presidente han de estar los
no beneficiados con el premio mayor y otros colombianos insignes que en el
actual parlamento han demostrado su valía personal, o que con sus
procederes se han ganado con méritos suficientes ese silicio de ser las mayorías
de un congreso predestinado que tendrá la gravísima responsabilidad de darle
plena vigencia al triunfo del NO en el plebiscito, que el régimen le
ha escamoteado al pueblo colombiano.
Difícil pero apasionante empresa, la de
devolverle a Colombia la fe en sus instituciones; dignísimo compromiso el de
dar nuevamente la fe en la justicia y en el ejercicio decente de la política, y
reto que han de asumir los congresistas de colocar a la insurgencia en el lugar
que le corresponde, sin gabelas ni canonjías.
También la Gran Alianza por Colombia está
en la obligación política y moral de escoger los mejores gobernantes
a nivel regional y local y superiores diputados y concejales.
La Gran Coalición no podrá convertirse
en un campo de paracaidismo, y se abstendrá de ser piscina probática, en
la que no caben, por ningún motivo, los corruptos activos ni pasivos.
Bienvenido, también, el voto de opinión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario