¿DONDE  ESTÁ EL CENTRO DEMOCRÁTICO?

Por Peloecaña

La respuesta a mi pregunta es evidente: representado en la más numerosa bancada de todos los Partidos, en el Parlamento.

En el solio de Bolívar.

En  algunos ministerios, no en tantos como corresponde al resultado electoral presidencial, pero gracias a Dios en el gobierno.

Pero hay un contraste rotundo con la realidad política nacional, pues a pesar de la derrota contundente sufrida por los impulsores  de la tal consulta anticorrupción, aupada por los enemigos del Dr. Uribe y con adherentes como el Presidente Duque y la Senadora Valencia Laserna,  y en contravía de la fundamentada oposición del fundador y jefe único del partido Centro Democrático, al que dicen pertenecer el Presidente y la Senadora insigne, los dos, en nombre de la libertad plena, decidieron abrazar la causa de la corrupta jefe política derrotada, para demostrar su talante independiente y su indisciplina rampante. 

Para figurar, el primero, como candidato presidencial triunfante, y la última como Senadora del Centro Democrático, sí fueron uribistas, pero olvidaron que el movimiento se demuestra andando y que a Juan Manuel Santos todos lo repudiamos por desleal; en fin, son gajes de la especie humana.

La dueña del comportamiento ético, la impoluta ama derrotada de la consulta anticorrupción,  ya expuso sus puntos de vista, para lograr un país decente y los plasmó en las preguntas sometidas a la opinión popular y de Fecode.

El partido Cambio Radical también ya hizo públicas sus inquietudes puntuales, frente al tema derrotado, como si la consulta hubiera sido triunfante, y el único colectivo ganador aún no se ha manifestado.

Ante la propuesta inocua y pro corrupción que ofrece disminuir, mermar, hincarle el diente a la remuneración de los Padres de la Patria, yo propongo lo siguiente:

- Que haya un sistema remuneratorio parecido al que le aplican a todos los Concejales, en Colombia; es decir, que cobren honorarios por sesión a la que asistan.

- Que las Secretarías de Cámara y Senado certifiquen la asistencia completa a las sesiones de la plenaria y de las comisiones de los parlamentarios y, con base en esa certificación, cobren sus honorarios.

- Que se acaben los gastos de representación y canonjías exentas de impuestos, que la suma total mensual de  honorarios sea gravable.  

- Que la ausencia reiterada a las sesiones sea causal de pérdida de investidura.

- Que cuando el Congreso esté en receso, no haya erogación pecuniaria alguna para sus integrantes.

- Que se desvincule totalmente, cualquier atadura legal, entre los sueldos de los altos jerarcas del Estado y el reconocimiento de honorarios parlamentarios. Lo existente, hasta hoy, es pérfido, por decir lo menos.

Señores Senadores de las bancadas comprometidas con la gobernabilidad, les solicito respetuoso,  asuman por lo menos el estudio de mi propuesta. 

Inicialmente respondí que los Ministros del Despacho, en concreto el señor Ministro de Relaciones Exteriores, Dr. Carlos Holmes Trujillo García, junto con el señor Presidente Duque, constituyen Gobierno, en el caso concreto de la permanencia en su cargo, del Jefe de Migración y Extranjería.

Si él, como jefe de esa unidad administrativa, ha guardado silencio por la conducta asumida, por quien no hizo nada para impedir la fuga del expresidente Santos al exterior, pasándose por la faja el texto y el espíritu del artículo 196º de la Constitución, está incurso en conducta abiertamente contraria a la ley y fácil de encuadrar en una conducta típica punible, que no tiene justificación válida alguna y, entonces, el Presidente de la República y su canciller están en mora de destituirlo, máxime si se trata de un funcionario de libre nombramiento y remoción.

Doctores Duque y Trujillo: esa solidaridad total con Santos tiene un nombre feo que en ustedes sabios, probos y honestos no debe existir.

Puede ser complicidad, encubrimiento, manguala, prevaricato. ¡Por favor! sigan siendo sabios, probos para su satisfacción personal y en aras de la mejor herencia para su descendencia.