NO HAY SUBIDA SIN BAJADA

Por Peloecaña

En la mañana de ayer, a pesar de la ausencia total de sonido en el programa radial La Hora de la Verdad, gracias a los buenos oficios y a la capacidad tecnológica de una mujer imprescindible en la tertulia del espacio periodístico, Marielena, tuve la oportunidad de oír en diferido, la sección Al Oído.

Lo que escuché, fue inspiración para este mensaje.

El Dr. Fernando Londoño Hoyos, a raíz de la renuncia del delfín Carlos Fernando Galán, al Senado y al Partido Cambio Radical, dizque para ser coherente y no perder credibilidad, cuando ya no le queda nada, nadita de nada, y para anunciar también que no podía adherirse  a la candidatura presidencial del Dr. Iván Duque Márquez, porque él, Galán, es liberal químicamente puro y es un imposible metafísico ser adherente de alguien en cuyas huestes está el Partido Conservador.

Ni tanto honor ni tanta indignidad; ni tanto sectarismo hirsuto ni tanta sinrazón.

Olvida el hijo de Luis Carlos Galán Sarmiento que su padre fue Ministro de Educación, por designación que le hiciera un Presidente Conservador, el Dr. Misael Pastrana Borrero.  

También olvida que el gestor del asesinato de su padre fue parlamentario liberal por Antioquia, Pablo escobar Gaviria.

Desde luego, tampoco se acuerda el delfín que fue su hermano Juan Manuel Galán  quien declaró heredero universal de todo el acervo político sucesoral de su padre, al ciudadano César Gaviria Trujillo, en apertura testamentaria solemnísima, ante el cuerpo del mártir todavía tibio, y su tumba aún abierta.

Una persona incapaz, por la edad, dispuso quien había de ser el Presidente de los colombianos, y la voluntad del legatario menor de edad fue acatada por las mayorías colombianas, y el Dr. Gaviria fue nuestro Presidente por cuatro años.

Pero según los bien informados, el Senador Galán Pachón no renuncia por cuestiones de coherencia ideológica, ni por pulcritud de conciencia; lo hace de manera calculada y pragmática; su decisión obedece a no incurrir en inhabilidad para ser candidato a la Alcaldía de Bogotá, pero no basta con ser hábil para ser candidato, también necesitará  de los votos que lo unjan, como primer mandatario de la Capital, situación que en su caso nunca ocurrirá.

Pero el motivo fundamental de este escrito radica en la confesión infidente que el Director de La Hora de la Verdad lanzó al aire: "Me reuní con Gina Parody, David Luna y Carlos Fernando Galán", para prohijar una alianza entre los tres, para concretar la candidatura a la Alcaldía de cualquiera de ellos, opción que sin duda sería exitosa.

Agrega el infidente, "les rogué, les suplique", que llegaran a un acuerdo, en bien de Bogotá.

De esa reunión quedan nítidas varias cosas.

El Dr. Londoño es un clubman irredento, y es en los salones de esos lugares elitistas donde pretende salvar las crisis de distinta índole, que afectan a la sociedad lugareña, regional o nacional; en este caso, la ausencia de buenos candidatos, según él, al primer empleo de la Capital.

Los tentados y halagados no llegaron a acuerdo alguno.

Lo que nunca estuvo nítido, más bien turbio u opaco, fue la verdadera intención del promotor de la reunión: impedir a toda costa la elección de Enrique Peñalosa Londoño, como burgomaestre de Bogotá, propósito que logró, al más oneroso precio que la democracia bogotana hubo de pagar: La elección de Gustavo Petro Urrego, como el más nefando alcalde de la ciudad capital, en toda su historia, desde el 6 de agosto de 1538, hasta nuestros días.

Ahí están, para la historia de Bogotá y del país entero las consecuencia de ser manejado por un sentimiento insano de odio indómito y cerval.

Pero esa decisión desafortunada no ha dejado sino ruina, desolación y tierra yerma; veamos:

Los que iban a ser idiotas útiles de la maquiavélica jugada, los tres mosqueteros a los que el Capitán Dartagnan quiso manipular, se pasaron al bando de Richelieu, y son pe´ones de estribo del Presidente Santos:

La Primera, (Athos) su Ministra de Educación, comprometida en actos de corrupción, en alianza, desde luego, espuria,  abusando del poder de su pareja, la Ministra de Obras Públicas, para favorecer empresa de la familia de Doña Gina, conducta que hoy las tiene a las dos  fugitivas.

El Dr. Luna, (Porthos) ex Ministro de Comunicaciones del actual régimen.

Y el hasta hoy senador Galán, (Aramis) escudero del exvicepresidente Vargas Lleras, alter ego del Presidente Santos.

Si el trompo puchador, al que diaria y nochemente el Dr. Londoño le da quines con razón, y que es este régimen de oprobio, cuenta o contó con la participación de los tres precandidatos salvadores, personas que están y estuvieron en posiciones de avanzada, es ineludible concluir, que alguien anduvo en muy malas compañías.

Si el Dr. Londoño no hubiera perseguido, con tanta saña y tanta sin razón, al alcalde Peñalosa, y siguiendo las actitudes de su jefe el Dr. Álvaro Uribe Vélez, lo hubiera respaldado, Bogotá no hubiera tenido que padecer la alcaldía de Petro, y los votos de Peñalosa, mas de 900.000, estarían con Iván Duque, y la cincha del galápago del jamelgo electoral estuviera flojita y no tallaría tanto.