lunes, 8 de junio de 2020






REVIVIENDO EL PASADO

Por Peloecaña


Husmeando en mis archivos, encontré copia de esta carta que le envié al Director de Radio Sucesos RCN, cuya fecha exacta no tengo a la mano.

Señor
Juan Gossaín A.
Radio Sucesos RCN
Presente.

Respetado Don Juan.

Agobiado y obnubilado por ver, sentir y padecer la manera tan oprobiosa, indolente y cínica como parte de la clase dirigente, especialmente la gobernante, vapulea este dolorido país, que en desgraciado momento cayó en sus manos, busqué en los versos, muy regulares, que el señor Núñez, en noche de arrebato lírico escribiera en su retiro de El Cabrero, y que algún adulador de la época propusiera como letra de nuestro Himno, algún motivo de esperanza para los males que nos aquejan, y tal búsqueda solo me dejó el convencimiento que la letra de nuestro patrio canto, poco o nada ha tenido que ver con nuestra queridísima tierra y muchísimo menos con la Colombia de hoy.

Entonces me di a la sacrílega labor de cometer poesía, peor que la de Don Rafael, parodiando sus versos. Este es el resultado:

Oh pena indescriptible 
Oh tristeza mortal.
En surcos de dolores 
el mal germina ya.
                                                                          I
 Cayó la oscura noche/sobre la patria amada,/ tapando de la aurora/su necesaria luz./ La sociedad entera/que adolorida gime,/ ignora las palabras/del que murió en la cruz.
                                                                         II
Moralidad reclama/ el pueblo colombiano./ Naufraga en sangre hermana/el país del café./Y en todas las comarcas/el rifle y la metralla resuenan,/  y los que sufren/maldicen su dolor.
                                                                         III
Las zonas campesinas/ se colman de despojos./ De sangre y llanto un río/ se mira allí correr./
Y atónitas no saben/ las almas ni los ojos,/ si indignación o espanto/ sentir o padecer.
                                                                          IV
A orillas del caribe/ inerme un pueblo muere,/ horrores padeciendo,/ perdida su ilusión./
Oh si de mi Colombia/ la abnegación es mucha y asombra de las gentes/ su necia laxitud.
                                                                            V
Del Urabá en los campos/ el grito de la guerra/ En racimos de muerte/ la vida transformó./
Obreros sin futuro/ perdieron la batalla,/ ni su febril creencia/ de escudo les sirvió.
                                                                              VI
Bolívar se estremece,/ la Patria se retuerce/ y toda adolorida/ parece sucumbir./ guerrillas insensatas/
descienden a los llanos/ y empieza a presentirse/ de la Nación el fin.
                                                                                VII
La tropa maniatada/ en los cuarteles gime,/ Pues ve a sus generales/ en doloroso fin/ Y en su pasión
insana/ con actuación que apena/ la autoridad se ensaña/ contra el soldado fiel.
                                                                                 VIII
Las viudas sus cabellos/ se mesan de dolor./ La virgen llora sola/ la ausencia de su honor./ Pero inocente espera/ con rabia o con perdón,/ que de los cielos venga/ respuesta a su estupor.
                                                                                  IX
La Patria no se forma/ Mamólicas cantando./ Constelación de pícaros/ el sol nos ocultó./
La Patria lastimada/ y herida la verdad,/ creyendo en el fiscal/ la honestidad buscó.
                                                                                     X
Más no es completa gloria/ vencer en la elección/ si al voto que la obtuvo/ lo mancha corrupción./
La prepotencia sola/ el gran clamor no acalla,/ si el sol no alumbra a todos/ no existe libertad.
                                                                                     XI
Del hombre los derechos/Poliarco y Tirofijo/ infames conculcaron./ Del niño en la vereda/
sus piernas mutilaron/ y el mundo estremecido/ rechaza con vehemencia/ tamaña violación.

Hasta aquí la carta a Gossaín.

Atónitos registramos, cómo  parece que el reloj se detuvo en Colombia.

Entonces, no existía Peloecaña.   










2 comentarios:

  1. ¡Oh virus invencible!
    ¡Oh letal virus inmortal!
    ¡En surcos de Dolores
    la pandemia germina ya!

    ¡Empezó la horrible pandemia en China!
    El confinamiento sublime
    derrama los contagios
    de su invencible propagación.
    La humanidad entera,
    que entre cadenas gime,
    comprende las palabras Covid-19
    del que murió en cuidados intensivos.

    "¡Independencia!" grita
    el adulto mayor desesperado;
    se baña en nostalgia de héroes
    la tierra invadida de Coronavirus.
    Pero este gran principio:
    "Ningún presidente es soberano",
    Resuena en todas las noticias, y los que sufren
    Maldicen su propagación.


    El Planeta se colma de fallecidos;
    de sangre y llanto un río
    se mira allí correr.
    En cuidados intensivos no saben
    las almas ni los ojos,
    si admiración o espanto
    sentir o padecer.

    A orillas de cierres y quiebres,
    hambriento un pueblo lucha,
    horrores prefiriendo
    a pérfida salud.
    ¡Oh, sí! De pueblo contagiados
    por el Coronavirus,
    la abnegación es mucha,
    y escombros de la muerte
    desprecia su virtud propagadora.

    De Wuham en los campos comunistas
    el genio de la desgracia
    con cada partícula un contagio
    invicto coronó.
    Médicos y soldados con mascaras
    ganaron la victoria;
    su varonil aliento
    de escudo les sirvió.

    El Sars-Cov-2 cruza fronteras
    que riega los pulmones;
    invasión incontrolable fulgura
    en cada organismo contagiado sin fin.
    Médicos y enfermeros indomables
    descienden al problema,
    y empieza a presentirse
    de la epopeya el fin.

    La propagación victoriosa
    en cada ciudad truena;
    y en cada triunfo crece
    su formidable son.
    En su expansivo empuje
    las personas se estremecen,
    las autoridades de salud
    formando un pabellón.


    La victima sus cabellos
    arranca en agonía
    y de su amor por la vida
    la cuelga de un respirador
    a un pie.


    Lamenta su contagio
    que cubre ya con mascara,
    pero glorioso oxigeno
    circunda su alba tez.

    El coronavirus así trata,
    brotando con millones de contagios;
    constelación de miles de muertos,
    las noches iluminó.
    La flor estremecida,
    mortal el viento hallando,
    debajo los laureles
    seguridad buscó.


    Mas no es completa gloria,
    las de las vacunas,
    vencer en la batalla,
    que el brazo que combate
    las anima la no seguridad.
    El contagio masivo solo
    al gran clamor no acalla;
    si el sol alumbra a todos,
    justicia es libertad para
    ir a todos los lugares
    públicos.

    Del hombre siglo 21 los derechos
    y deberes predicando y rechazando,
    el alma de la lucha
    Profético enseñó.
    El mortal virus en todos
    los continentes,
    partículas volando,
    "Deber antes que vida",
    con gran endemia
    escribió después.

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  2. - ¿Contra el Mortal Virus? Entre Febrero y Marzo a mi me comenzaron exactamente dar los mismos síntomas del Sars-Cov-2, que mencionan acá.

    Una noche me alarme, pues con la tos seca, comencé a notar aquella falta de oxigeno. Pero no. No me rendí. Hice oración y seguí con los remedios naturales.

    Hice gárgaras de sal, gárgaras de vinagre blanco e inclusive tome pequeños sorbos de Vinagre Blanco con algo de agua destilada. Y, no solo esto, tome bebida caliente de Jengibre, Canela, con algo de Limón.

    A su vez tome Noxpirin cada 6 horas no cada 8 y dolex si sentía algún dolor muscular o dolor de cabeza. También algunos paños de alcohol, en la frente me colocaba.

    Así que continúe y no me rendí Empecé a orar y a pensar que tenía que salir de esta. Me puse Vick VapoRub en la nuca, en la espalda, en el pecho y en los pies. Y, finalice con gotas de plata coloidal. Los almuerzos y comidas los acompañaba con jugo de mango.

    Note algo de soltura de estomago, evacuaba seguramente toda esa basura interior del organismo y tomaba una o dos vasos de smecta, cada 7 o 12 horas. Y, me empecé a normalizar.

    Me daba duchazos entre agua caliente y agua fría. Hice ejercicios respiratorios y dormí bastante. Y, adiós Covid-19. Lo domine.

    Ahora uso mascarilla -obligadamente- con algo de alcohol impregnado en ella y me pongo unos pequeños ungüentos en la entrada de las fosas nasales con Vick Vaporub.
    Conservo distancias y tengo presente el lavado de manos con buenos anti bacteriales.
    No olvidar ventilar el lugar de residencia y mantenerlo limpio. Quitarnos los zapatos y dejarlos en la entrada de la casa y limpiar sus suelas.

    Y, les aseguro. Que le salen ganando a tiempo a este bicho. Y, eso sí, ante cualquier síntoma sospechoso no se dejen. Tomen todas las medidas posibles y si Dios quiere, salen invictos. Hay que estar en gracia de Dios, para que todo salga excelente. Amén. Saludos.

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