lunes, 29 de junio de 2020





LA IZQUIERDA POLÍTICA NO DUERME

Por Peloecaña  

Aun no ha llegado a la mitad el mandato del actual Presidente y ya, quienes se vislumbran como posibles candidatos a suceder al doctor Duque, en representación de la antítesis santista, guerrillera y de los proclives a las ideas marxistas, están  ya enfilando su artillería contra quienes pueden  representarnos en la liza electoral para escoger nuevo mandatario, desde luego el más auténtico vocero de nuestros idearios y pretensiones: Libertad dentro del orden.

Auténticos exponentes de quienes queremos la sanación de la Patria adolorida y maltratada, y el mejor estar de todos los asociados, son blanco de francotiradores y también de evidentes contradictores, y ha empezado la cacería de brujas, y el inexistente rabo de paja, para rociarlo con gasolina y prenderle candela.

El diario El Tiempo, en ejercicio de la libertad de prensa y del derecho a informar a sus lectores, ya encendió sus alarmas, y una de sus destacadas comunicadoras, presurosa, procedió a buscar la descalificación del afamado y enterado jurista, solvente moral como el primero, doctor Abelardo de la Espriella, por ser sabio y honesto, y quiso salpicar su honor, endilgándole la falacia de haber sido apoderado judicial del testaferro de Nicolás Maduro, ciudadano colombiano y venezolano, de origen libanés, Alex Naín Saab Morán.

Como el jurista barranquillero, doctor De la Espriella, es consecuente con la sabiduría popular, y cree en aquello de que "quien nada debe nada teme", procedió a responder la malintencionada inquietud periodística, confirmando a toda la opinión que, como es bien sabido, él es el propietario de un buffete de abogados, seguramente el más aprestigiado y exitoso de  la costa atlántica colombiana, y que goza de merecido renombre internacional;  allí acudió el también abogado Saab, en busca de representación profesional, se le recibió el poder de rigor, y se asignó uno de los especialistas de la mentada oficina, para que asistiera al poderdante, pero dejó en claro, que él, Abelardo De La Espriella, nunca asumió la personería del cliente de su empresa de abogados. Verdad sabida y buena fe guardada.

¿Acaso, otro prestigioso y prestante jurista, el doctor Fernando Londoño Hoyos, directa y personalmente, no asumió la defensa penal, de quien fuera el Ministro de Defensa del gobierno de Ernesto Samper Pizano, el  doctor Fernando Botero Zea, por su evidente participación en el caso de la financiación de la campaña presidencial, por parte del cartel de Cali, que generó el triste y vergonzoso proceso 8.000, que tanto daño le ha hecho a la democracia colombiana?

Años después, el doctor Londoño Hoyos fue el Ministro del Interior y de Justicia, del primer gobierno del doctor  Álvaro Uribe Vélez.

Es un hecho notorio que Abelardo De La Espriella es una de las más nítidas opciones a suceder al Presidente Duque, y como el país entero sabe de su talante, su verticalidad, su firmeza y sus calidades de verdadero estadista, a la Izquierda colombiana la trasnocha esa posibilidad y, desde luego, hay que ponerle todos los obstáculos posibles a esa pretensión, si es que en la mente y en el corazón de ese ilustre colombiano está esa aspiración.

La periodista de El Tiempo, Marta Soto, entrevistó a ese pozo sin fondo de solvencia moral y autoridad internacional reconocida, el venezolano J.J. Rendón, colaborador visible de la reelección de Juan Manuel Santos Calderón, para que reforzara los argumentos velados, en contra de una posible candidatura presidencial del doctor De La Espriella.

Y debemos estar prestos y atentos a los vetos y talanqueras, de parte de los simpatizantes de Gustavo Petro, Claudia López, Sergio Fajardo, Jorge Enrique Robledo o de cualquier candidato de la guerrilla o del santismo, esgrimidos contra cualquiera de sus contradictores, que tengan el más mínimo tinte de derecha.











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