LA NUEVA SANTA INQUISICIÓN
Por Peloecaña
No había acabado de ser enterrada la inquisición de la catolicidad,
vergonzante y vergonzosa por sus maneras y procederes, cuando aparece su par,
ejerciendo las mismas funciones por los intolerantes no católicos, porque ese
es un talente propio de la humanidad y, desde luego, no es práctica exclusiva
de alguien.
En el último número de la revista de los herederos del expresidente López
Michelsen, el mismo de la Handel y de la Hacienda La Libertad, escribe el columnista
Daniel Coronel, el tocayo del dictador nicaragüense y del profeta que caminó
indemne por entre los leones y las llamas, y también tocayo por apellido y por
rango militar de Gadafi, Chávez y también de los coroneles Plazas Vega y Mejía
Gutiérrez, escribe una columna, a horcajadas de afirmaciones mentirosas graves.
La magnitud de esas mentiras me impiden guardar silencio, muy a mi pesar,
por los sentimientos de repulsa que me inspira escrito tan protuberante
mentiroso.
En su escrito que titula la "lunga
mano" una vez más el veneno de su jeringa que utiliza como pluma, lo
vierte contra el Procurador General de la Nación, doctor Alejandro Ordóñez
Maldonado, y contra algunos de sus cercanos colaboradores.
El neotorquemada sindica al
Procurador de poner en el mundo de sus próximos colaboradores, en el ente de
control administrativo, a sus amigos de vieja data, y para probar su afirmación
dedica su acuciosidad periodística a averiguar la existencia de personas
jurídicas cuyos asociados sean los mismos que hoy lo acompañan a cumplir la
misión que, por mandato constitucional, le corresponde.
Singular y especialísimo rasero.
¿Acaso no se da la misma circunstancia entre el Presidente y sus
colaboradores más cercanos?
¿Acaso los electores no escogen según su propio gusto a los funcionarios de
elección popular, gobernantes y legisladores?
¿Acaso el régimen no ha escogido entre sus amigos y cómplices a los
administradores de justicia?
¿O quiere Coronel que Santos gobierne con sus enemigos y pacte alianzas con
los congresistas enemigos, o permee al poder judicial aliado con jueces que no
sean de su gallada?
Pero he afirmado que lo dicho por Coronel en su columna es una sarta de
mentiras y paso a demostrarlo:
Dice el opinador: "Cada cual es
libre de creer lo que quiere. Lo grave es que los cofrades también
profesan un credo político que los lleva a usar el poder de sus cargos civiles
para amparar sus correligionarios y a otros
afines".
Lo transcrito entre comillas es para la galería; ¿por qué hace don Daniel acto
de fe en la libertad de creencias del señor Procurador, pero es grave conducta
que quienes creen lo mismo que el Procurador sean llamados a ejercer
"cargos civiles", para "amparar a sus correligionarios y a otros
afines" ?
Entonces ¿la igualdad de las personas ante la ley, de que habla el artículo
13º de la Constitución, se aplica al doctor Ordoñez Maldonado, pero a sus
correligionarios no?
¡No sea mentiroso opinador Coronel!.
¿Cree, Daniel Coronel, que las libertades consagradas en el artículo 20º del
Estatuto Constitucional, que consagra la libertad de expresión, la libertad de
información y la libertad de prensa, subroga o deroga el mandato expreso
contenido en los artículos 18º y 19º, atinentes a la libertad de conciencia y a
la libertad de cultos? ¡No periodista, no sea mentiroso!
Ninguno de los detractores del doctor Alejandro Ordóñez Maldonado y de
quienes, en este caso concreto, son sus colaboradores cercanos han podido
sindicarlos de violar principios jurídicos y éticos elementales; son reos del
delito de opinión, son reos de profesar un credo religioso y una militancia
ideológica partidista determinada.
Esos detractores se ufanan de ser amigos del libre examen, de la tolerancia
y del libre albedrío, pero se revelan como energúmenos dogmáticos y fundamentalistas
cuando de aceptar católicos y conservadores se trata.
¿Acaso pretenden que tales colombianos objetos de tan evidente
anatematización deben ejercer sus posturas intelectuales y sus identidades
culturales, mediante la militancia en sociedades secretas y clandestinas?
Coronel no tiene razón, no puede tener razón, salvo que los católicos y los
conservadores sean declarados portadores de enfermedad deprimente y vergonzosa,
por el tribunal que imparte excomuniones y del cual él hace parte principal y
notoria, sean declarados enfermos morales y eliminables.
Pero permanezca donde está; ese es su lugar, ni los católicos ni los
conservadores lo aceptamos en nuestro causa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario