domingo, 15 de octubre de 2017






BASTA  YA

Por Peloecaña

Hace centurias, al pensador francés Pascal le dio por escribir: "La verdad está tan obnubilada y la mentira tan sentada, que a menos de amar siempre la verdad, es imposible conocerla".

Pero antes que Pascal,  el Maestro de maestros había dicho: "La verdad os hará Libres".

Mahatma Gandhi sentenció: "Aunque la verdad esté en  minoría, seguirá siendo la verdad".

Para Aristóteles, "La única verdad es la realidad".

Séneca opinó: "El lenguaje de la verdad es simple y sin artificios".

"El río de la verdad va por un cauce de mentiras", proclamó Rabindranath Tagore.

"La mayor parte de los hombres, falseando la verdad, quieren aparentar ser mejores": Esquilo.

Sócrates nos legó: "La mentira gana basas, pero pierde el juego".

 Y el Manco de Lepanto escribió: "La verdad adelgaza, pero no quiebra."

Seguramente, si se hiciera una compilación de las frases encaminadas a exaltar las bondades de la verdad y señalar el asco que produce la mentira, se lograría una enciclopedia de varios tomos.  

Este preámbulo para significar, que estoy hasta la coronilla de tanta alharaca utilizando la mentira con pretensiones rabiosas de verdad.

De tanto apurar mentiras empacadas en envase  auténtico de bebidas espirituosas como el champan  "veuve de clicquot", cuando no dejan de ser simple guarapo fuerte, estamos perdiendo el buen gusto y, por obra del mentiroso con fama de certero, estamos entre los creyentes de embustes y leyendas.

Nos han vendido la idea, con un tremendismo propio de Manuel Benitez, "el Cordobés", que estamos frente al arte y la maestría profunda de Santiago Martín "el Viti". 

¡Pues ya se colmó la copa, no admitió la última gota y se derramó! A raíz de la sentencia de la Corte Constitucional que, dicen, blindó los acuerdos de La Habana consagrando como fallo ejecutoriado y, desde luego, en firme la imposibilidad de modificar, bajo ninguna eventualidad jurídica, los malhadados y nefandos acuerdos, antes de que transcurran tres períodos presidenciales y del Congreso de la República, nos tenemos que tragar ese sapo o, lo que es parecido, comulgar con ruedas de molino.

¡Pues no! el hiperbólico y barroco jurista que tal afirmación hace, ante nuestra pereza intelectual, ha asumido la delegación que nadie le ha otorgado de leer por todos nosotros, lo que no está escrito; entonces, de su lectura sesgada y premeditadamente mentirosa, continúa el proceso lógico e interpreta, para sus oyentes y lectores, según sus conveniencias, las sentencias que no dicen lo que el sabio jurista dice que dicen.

¡Pues bien! como primero cae un mentiroso que un cojo, de donde menos se espera, del cubilete de un mago anodino, salta la liebre.

El eminente jurista, Dr. Miguel Ceballos Arévalo, ex viceministro de Justicia y Decano de la Escuela de Política y Relaciones Internacionales de la Universidad Sergio Arboleda, que sí leyó a conciencia el  fallo del supuesto blindaje y que está bien lejos de ser filosantista, coloca las cosas en su lugar, cuando, para la Revista Semana, escribe: "Volvió a ganar el NO".

Permítanme rematar este escrito, citando a Stephen King: "La confianza de los inocentes es la más útil herramienta de los mentirosos”.


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